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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO

RON PROSOR

Enlace Judío México | Naciones de mayoría musulmana están haciendo a los seguidores de Jesús lo que le hicieron a los judíos.

Justo en la semana de Pesaj, en la cual –entre otras cosas– se recuerda la época de las plagas que hicieron ver a los egipcios el poder de D-os, se recalca una plaga virulenta que acecha el Medio Oriente: la persecución, plaga que está vaciando la región de cristianos.

Sabemos que el Medio Oriente es el lugar de nacimiento de las tres religiones monoteístas, pero algunas naciones árabes parecen empeñadas en hacer de éste, lugar de entierro de una de ellas. Durante 2000 años, las comunidades cristianas salpicaron la región, enriqueciendo el mundo árabe con literatura, cultura y el comercio. A la vuelta del siglo 20, los cristianos eran el 26% de la población del Medio Oriente. Hoy, esa cifra se ha reducido a menos del 10%; pues, gobiernos intolerantes y extremistas están ahuyentando a las comunidades cristianas que han vivido ahí desde que nació su fe.

En los escombros de las ciudades sirias como Alepo y Damasco, los cristianos que se han negado a convertirse al Islam, han sido secuestrados, baleados y decapitados por los combatientes islamistas de oposición. En Egipto, las turbas de los miembros de la Hermandad Musulmana, queman iglesias cristianas coptas de la misma manera que una vez borraron las sinagogas judías. Y en Irak, los terroristas apuntan deliberadamente a los fieles cristianos. La Navidad pasada, 26 personas murieron cuando una bomba estalló entre una multitud de fieles, que iban saliendo de una iglesia en el sur del barrio bagdadí de Dora.

Los cristianos están perdiendo su vida, libertad, empresas y lugares de culto, en todo el Medio Oriente. No es raro que los cristianos nativos hayan buscado refugio en los países vecinos (aunque en muchos casos tampoco son muy bienvenidos). En los últimos 10 años, cerca de dos tercios de los 1.5 millones de cristianos de Irak, han sido expulsados de sus hogares. Muchos se establecieron en Siria antes de volver a ser víctimas de la implacable persecución. La población cristiana de Siria ha disminuido de 30% en 1920 a menos del 10% en la actualidad.

En enero, el informe de una organización cristiana, sin fines de lucro ni denominación, documentó los 10 países más opresivos para los cristianos, de los cuales, nueve fueron estados musulmanes en su mayoría destacados por el extremismo islámico, y el décimo fue Corea del Norte. Estos regímenes tiránicos defienden blasfemia arcaica y difamación de las leyes religiosas, bajo el pretexto de proteger la expresión religiosa.

El año pasado en Arabia Saudita, dos hombres fueron procesados por el “delito” de convertir a una mujer al cristianismo, además de ayudarla a huir del reino islámico. De acuerdo con el Boletín de Arabia Saudita, uno de los hombres, un libanés, fue condenado a seis años de prisión y 300 latigazos, y el otro hombre, un saudí, fue condenado a dos años de prisión y 200 latigazos. Estas penas, son relativamente leves en Arabia Saudita, donde la mayoría de las veces, la conversión a otra religión se castiga con la muerte.

El “sistema de justicia” en otras naciones islámicas no es para todos los ciudadanos árabes, sino que es únicamente para los cristianos. Los islamistas radicales en la norteña ciudad siria de Raqqa están usando una ley antigua llamada el “pacto de dhimmi”, misma que básicamente trata de extorsionar cristianos locales. La comunidad cristiana se enfrenta a una difícil opción: pagar un impuesto y someterse a una lista de restricciones religiosas o “hacer frente a la espada”.

En la República Islámica del Irán, las expresiones de disidencia política son consideradas actos de blasfemia. El verano pasado, tres cristianos iraníes, capturados vendiendo biblias, fueron declarados culpables de “crímenes contra la seguridad del Estado” y condenados a 10 años de prisión. Sin embargo, estos prisioneros fueron relativamente afortunados, ya que el régimen ha ejecutado a decenas de personas por los llamados delitos de “librar una guerra contra Dios” y “propagar la corrupción en la tierra.”

Las escenas desarrolladas en el Medio Oriente resultan inquietantemente familiares. Al final de la Segunda Guerra Mundial, casi un millón de judíos vivían en tierras árabes. La creación de Israel en 1948 precipitó una invasión de cinco ejércitos árabes. Cuando no pudieron aniquilar militarmente al naciente estado, los líderes árabes lanzaron una campaña de terror y expulsión que arrasó con sus antiguas comunidades judías. Tuvieron éxito en la expulsión de 800,000 judíos de sus tierras.

Hoy en día, Israel es el único país en el Medio Oriente con una población cristiana en crecimiento. Su comunidad cristiana ha aumentado de 34,000 en 1948 a 140,000 en la actualidad; en gran medida debido a la libertad que los cristianos gozan en este país.

Desde salas de audiencia a las aulas y desde las cámaras del Parlamento a las cámaras de comercio, los cristianos israelíes son líderes en todos los campos y la disciplina en Israel. Salim Joubran, un árabe israelí cristiano, se ha desempeñado como juez de la Corte Suprema desde el 2003 y Makram Khoury es uno de los actores más conocidos en Israel, además de ser el artista más joven en ganar el Premio de Israel, tanto así que se ha convertido en el honor civil más grande de Israel.

El padre Gabriel Nadaf, un cristiano griego ortodoxo que vive en Israel declaró que “los derechos humanos no son algo que se da por sentado. Los cristianos en gran parte del Medio Oriente han sido asesinados y perseguidos por su fe, pero aquí en Israel se sienten protegidos”.

Las naciones que pisotean los derechos de sus pueblos, siembran las semillas de la inestabilidad y la violencia. Las revueltas que han estallado en todo el Medio Oriente, son evidencia de que la región del Santo Grial, se ha convertido en la búsqueda de la libertad, la democracia y la igualdad. Esperemos que esta búsqueda, dé frutos antes de que sea demasiado tarde para que los cristianos se queden en la región.

Fuente:online.wsj.com