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ANDRÉ MOUSSALI EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

La primera vez que escuché acerca de Ucrania fue en mis años de Universidad, cuando llevé en mi auto a un judío norteamericano que había nacido allá e inmigrado a Estados Unidos. Me comentó que los ucranianos eran “wild people” (personas salvajes). Después, al leer documentos relativos a la Shoá, me enteré de que los guardias de muchos de los campos de exterminio nazis eran ucranianos. Ahora, Ucrania está en todos los noticiarios. Antes de la II Guerra Mundial vivían ahí más de 2.5 millones de judíos, concentrados principalmente en Kiev y en Odessa.

Los nazis eran considerados por los ucranianos como sus libertadores, ya que habían desplazado a las tropas comunistas de Stalin y a sus comisarios. Los judíos, por su parte, eran señalados como aliados de los comunistas y por tanto como traidores a Ucrania. Así, los judíos llenaban perfectamente el papel de chivos expiatorios en ese país, como en muchos otros lugares y tiempos.

Al fin y al cabo, los judíos “Eran Culpables de Todo”: Para los comunistas eran capitalistas; para los capitalistas eran comunistas; para los ucranianos eran traidores y para los nazis una plaga que debía ser eliminada.

Los nazis y sus aliados eliminaban en Ucrania a cuanto judío se hallaban. Recuerdo una escena, escalofriante, en el centro de Kiev, donde fueron apaleados varios judíos por pobladores locales, mientras que los demás ciudadanos eran testigos indiferentes. En esa escena, que no fue la única, a las mujeres se les desnudaba para luego degollarlas.

Tal vez el episodio más brutal y cruel fue cuando se llevaron a 33 mil mujeres y niños, todos desnudos, para asesinarlos en Baby Yar; se hicieron largas filas y las personas aguardaban el turno de su muerte. Al mostrarle a mis hijos las fotos, uno de ellos me preguntó: “¿Papá, por qué nos odian? A lo que le respondí: “Porque somos diferentes. Nuestra moral nos prohíbe el asesinato”.

En una ocasión, yo mismo le pregunté a un famoso intelectual judío francés: “¿Por qué los bebés, las mujeres, los viejos…, por qué?” Tardó un rato para contestarme y entonces dijo: ” Yo mismo me lo he preguntado muchas veces. Tal vez se debió a que la madre de Hitler fue atendida, pero no salvada, de una enfermedad por un médico judío. Ese intelectual fue Claude Lanzman (director de la revista “Tiempos Modernos”, fundada y dirigida por Jean Paul Sartre).

Lanzman fue el productor de las dos películas más comentadas sobre el Holocausto: “Shoah” (con una duración de 9 horas) y “Sobibor”. Para la realización de esos filmes, Lanzman entrevistó a miles de personas de Europa del Este y no le alcanzó todo ese cúmulo de experiencias para comprender racionalmente lo irracional.

Después de tantas pesquisas, me doy cuenta de que la humanidad ha avanzado a pasos agigantados en lo que respecta a la ciencia y la tecnología, incluso hasta proponerse actualmente como meta colonizar Marte; pero en el terreno moral, la humanidad se ha quedado rezagada e incluso, en no pocos casos, ha retrocedido. El animal mata por hambre o instinto de sobrevivencia, pero el hombre lo hace por odio.

La humanidad no aprende, a pesar de que la mayoría de las religiones y los códigos éticos y morales señala el camino hacia el bien y rechaza el mal. El hombre parece seguir siendo el lobo del hombre. La película “La lista de Shindler” fue un mar de llanto para mí, y al asistir a la proyección de “El Pianista”, a los 15 minutos de iniciada tomé la mano de mi esposa y salimos del cine, sin despedirnos de la pareja con la que habíamos acudido a la sala. No podía presenciar el asesinato de judíos, sólo por el hecho de creer en algo distinto a la mayoría.
Actualmente en Ucrania viven alrededor de 100 mil judíos y El -Al tiene vuelos diarios a Kiev. Pero decir que después de que terminó la II Guerra Mundial el mundo se volvió tolerante con los judíos, es una ilusión. Lo volvemos a ver hoy en día con los ultranacionalistas de Ucrania, que califican a los judíos como prorrusos, y ahí aflora otra vez el sentimiento antisemita.

Lo que cuesta trabajo entender es por qué la población judía de Ucrania continúa ahí, luego de que Israel le haya abierto las puertas para que emigre y pueda estar en un lugar seguro. También llama la atención que en la ciudad de Berlín, donde hace unas décadas un desquiciado dictador arengaba a las masas a matar judíos, vivan actualmente 20 mil israelíes que dejaron Eretz Israel y emigraron a la capital alemana.

A pesar de todas las vicisitudes y sufrimientos seguimos siendo el pueblo que tiene el honor de ser, y de haber sido, el pueblo más odiado por lo irracional, por todo aquello que odia al hombre y sus más sagrados derechos.