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Los chicos fueron asesinados en el asiento trasero del vehículo minutos después del secuestro; los asesinos pensaron erróneamente que habían sido descubiertos por las fuerzas de seguridad israelíes.

Eyal Yifrach, 19, Naftalí Frenkel y Gilad Shaer esperaban en el cruce de Geva’ot, al oeste del poblado Alon Shvut en Gush Etzion, al sur de Jerusalén. Poco después de las 22:15, buscaban aproximarse al centro del país donde los chicos radicaban.

Las fuerzas de seguridad suponen que inicialmente los secuestrados distinguieron a uno de los chicos, quizás a Yifrach, quien no conocía a Gilad y Naftalí. Luego de detenerse en el cruce, los secuestradores se encontraron con los otros dos jóvenes y los tres lograron acomodarse en el reducido espacio del vehículo. Probablemente esto es lo que cambió la naturaleza del crimen y éste paso de secuestro a asesinato, según las fuentes de seguridad.

Aparentemente, Amer Abu Aysha y Marwan Kawasame, activistas de Hamas se encontraban en el vehículo.

Luego de darse cuenta que habían sido secuestrados, Gilad Shaer llamó a la policía a las 22:25 y anunció: ¨fuimos secuestrados¨. La llamada de 2:09 minutos, fue transferida inmediatamente a un alto oficial sin que éste reciba respuesta alguna. Posteriormente, el oficial llamó al número de teléfono sin éxito alguno.

Aparentemente, luego de percatarse de la llamada, los secuestradores asesinaron a los chicos en el asiento trasero del vehículo. Radio Israel informó este martes que los tres fueron balaceados durante la llamada telefónica. Los investigadores encontraron sangre, municiones y objetos personales de los terroristas.

El Primer Ministro Benjamín Netanyahu dijo el lunes por la noche que los chicos habían sido cruelmente asesinados.

Según los indicios, los asesinos entraron en pánico. Los tres jóvenes no cumplían con las demandas de los dirigentes de Hamas a fin de intercambiarlos por miles de prisioneros palestinos y promover a dicha organización en la zona de Cisjordania.

Los asesinos continuaron su trayectoria durante aproximadamente diez minutos antes de trasladarse a otro automóvil. Abandonaron el vehículo del secuestro y le prendieron fuego. Los cadáveres fueron trasladados al nuevo vehículo para ser arrojados en el campo de Halhul donde fueron localizados parcialmente enterrados 18 días más tarde. El terreno donde los chicos fueron hallados pertenece a la familia Kawasme, según informes del canal 2 israelí.

Luego de haber recibido la llamada telefónica, el oficial de policía no informó a las fuerzas de seguridad o a sus superiores, tampoco escuchó la grabación para investigar los hechos, considerando que había sido una llamada falsa. El incidente llegó a manos de las fuerzas de seguridad sólo siete horas más tarde.

Los secuestradores abandonaron los tres cadáveres y escaparon rápidamente, temiendo ser asechados por las autoridades.

Las fuerzas de seguridad identificaron la identidad de los secuestradores al siguiente día del incidente y comenzaron la búsqueda de sus familias y sus casas, incluyendo a otros sospechosos que fueron capturados. Amer Abu Aysha y Marwan Kawasme aún no han sido localizados. Éste último pertenece a una familia con una larga trayectoria de terrorismo contra Israel.

Fuente: David Horovitz y Mitch Ginsburg, The Times of Israel.