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ELÍAS FASJA TAWIL PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Estuve de viaje cuando me enteré del brutal asesinato de los jóvenes estudiantes secuestrados por el Hamas. Estuve de viaje cuando comenzó esta guerra. Estuve, por motivos de trabajo, en algunos países de Latinoamérica. Ahí donde seguramente usted vive.

A pesar del dolor de estar lejos, de la impotencia y frustración aprendí mucho. Escuché noticieros en la radio constantemente. Al despertarme, regresar al hotel y tratar de dormir, veía la televisión, cambiando con impaciencia e incredulidad el canal para pasar a otro noticiero y así fue cuando caí en cuenta de que haga lo que haga, Israel siempre va a ser culpado, va a ser el satán, va a ser el Goliat, va a ser el malo del cuento. No es lógico que ni por esta vez donde más claro y más transparente no pueda estar, ningún medio de comunicación nos otorga la razón o cuando menos diga que estamos peleando una justa guerra. Y entonces, con verdadero asco, uno entiende cómo es que se va creando el antisemitismo en los pueblos, cómo los van envenenando y filtrándoles odio hacia los judíos y desde luego hacia Israel.

La verdad es que no se puede creer que nadie vea que el Hamas utiliza a sus civiles como escudos. No se puede creer que nadie vea que los misiles y cohetes que lanzan con la intención de matar civiles israelíes, lo hacen desde hospitales o escuelas, desde lugares donde se encuentran civiles inocentes. No se puede creer que nadie vea que la sangre de esos civiles palestinos que desgraciadamente han muerto en la guerra, recae en los dirigentes del Hamas. Y como precisamente no se puede creer que nadie lo vea, entonces llega uno a la conclusión de que la única explicación posible que hay, es que efectivamente lo ven, nadie puede estar tan ciego, pero que si no lo mencionan o lo niegan, es porque los intereses económicos que tienen los medios de comunicación aunado al odio histórico hacia Israel son, los 2 conceptos, enormes.

Para el Hamas, la vida de civiles israelíes y la vida de los civiles palestinos simplemente no significan nada. ¿Acaso no se ve esto a simple vista?

Mientras tanto, Israel sí se preocupa por los civiles y no sólo los suyos. ¿Sabía usted que en los hospitales de Israel hoy en día se atienden heridos palestinos? ¿Sabía usted que Israel montó un hospital en el campo de batalla para los civiles palestinos que resultan heridos? Israel, como es sabido y tengo documentación para demostrarlo, avisa por diferentes medios a la población civil que se encuentra en los lugares que va a bombardear para que salgan de ahí. Espera un tiempo, la última vez esperó 2 días, para que abandonen el lugar y sólo después bombardean tratando de evitar lastimar a víctimas inocentes. Israel, el pueblo judío, por su alto código de moral, incluso pone en riesgo la vida de sus soldados tratando de evitar que salgan lastimados inocentes.

Pero en toda guerra, desafortunadamente, hay víctimas inocentes. Y de los dos lados. La diferencia fundamental es que Israel no quiere que las haya, y los terroristas del Hamas apuntan solamente a ellas con la intención de que haya los mayores muertos civiles posibles. Israel santifica la vida, ellos, la muerte.

Sabido es también, y ya no tiene caso ahondar en esto, que el Hamas golpea y amenaza de muerte a los civiles palestinos que abandonan o quieren abandonar sus hogares tras los avisos que hace Israel.

Y bueno, qué se espera del liderazgo del Hamas. En lugar de haber utilizado el dinero que recibieron en construir hospitales, infraestructura, mejorar la educación, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, lo utilizaron para construir túneles (cada uno se calcula que costó tres millones de dólares) con la única intención de matar judíos mientras su pueblo, reitero, su propio pueblo se muere de hambre.

Comentaba líneas arriba que aprendí mucho en este viaje. Y es que, hagamos lo que hagamos, digamos lo que digamos, no vamos a cambiar la imagen que los medios de comunicación transmiten sobre Israel. Y eso, además , cuando el mundo libre entiende y sabe que a Israel le ha tocado pelear solo en una guerra donde deberían estar involucrados todos los países que se dicen libres porque es una guerra contra el terror. Contra terroristas desalmados que pueden y ya lo han hecho, hacer atentados en cualquier lugar del mundo. Lo que ellos quieren es islamizar al mundo en general.

Israel pues, está peleando en dos frentes. Uno físicamente contra los terroristas del Hamas. El otro, con los medios de comunicación. Esta última, es una guerra desafortunadamente perdida. Esto lo había escrito ya en un artículo sobre el tema hace unos años. Esa es la triste verdad. Desde luego no significa que no sigamos realizando todos los esfuerzos en ese sentido como de hecho lo hacemos día a día. Sin embargo, la enorme responsabilidad de la Hasbará (esclarecimiento) es una responsabilidad de cada uno de nosotros cuando conversamos con alguien, cuando acudimos a un encuentro con gente influenciada por los medios. Y es que, permítame decirle con sinceridad, que si yo fuera una persona que desconoce el conflicto, alguien que no está involucrado con el tema, un simple hombre que llega de trabajar y para descansar se sienta a mirar la televisión de Panamá, México, Chile, Brasil, Argentina….me lo creo.

Veo las escenas de los palestinos muertos, veo el destrozo que se ha hecho en Gaza, escucho las condenas y desde luego no veo la otra parte, la parte de Israel, la que no se publica, la que ni siquiera se menciona o si lo hacen lo hacen distorsionando la verdad, pues a mí no me queda de otra que creérmelo. La verdad lo creo Y así empiezo (o continuo) odiando a Israel y a los judíos.

Esto, además, hace que nadie, ningún judío, esté seguro en ningún lado del mundo salvo en….Israel.

Sobre la solidaridad y la unión que se siente aquí en Israel, sobre la singularidad de este pueblo, sobre el valiosísimo apoyo de todos ustedes, los judíos de la diáspora y sobre los milagros que tenemos el privilegio de vivir y presenciar en esta época, me referiré en otra nota.

Hoy solo quería hacer hasbará interna.