JÜRGEN RUF/DPA

El filósofo nacido en 1889 en Messkirch, sur de Alemania, y fallecido en Friburgo en 1976 “revolucionó la filosofía”.

Fue uno de los filósofos más influyentes del siglo XX, pero también una figura polémica que mostró simpatía por Adolf Hitler y se afilió al partido nazi. Las luces y las sombras de Martin Heidegger vuelven a primer plano ante el aniversario 125 de su nacimiento este viernes 26 de septiembre.

“Su importancia en la historia universal de la filosofía es inmensa. Sus obras seguirán siendo ineludibles en el futuro”, asegura Ulrich von Bülow, director de la división del Archivo Alemán de Literatura que resguarda y administra el legado de Heidegger, incluyendo “Ser y Tiempo”, su obra capital aparecida en 1927.

El filósofo nacido en 1889 en Messkirch, sur de Alemania, y fallecido en Friburgo en 1976 “revolucionó la filosofía”, resume Von Bülow. “No la consideraba una actividad privilegiada para eruditos y académicos, sino que intentó reconectarla con la vida concreta del invididuo”.

Siguiendo un consejo de su alumna Hannah Arendt (1906-1975), Heidegger entregó al Archivo Alemán sus escritos a fines de 1969.

Entre ellos figuraban los polémicos “Schwarze Hefte” (Cuadernos negros), una suerte de diario intelectual que Heidegger escribió desde los años 30 a los 70 y en los que aparecen revelaciones claves para comprender la siempre discutida relación entre el filósofo y el nazismo.

La publicación del primero de los 14 cuadernos en marzo de este año en Alemania desató por eso una fuerte polémica en los círculos filosóficos de todo el mundo y reabrió el debate.

La vinculación de Heidegger al nazismo es indiscutible. El filósofo fue miembro del partido nazi de 1933 a 1945 y al asumir el rectorado de la Universidad de Friburgo en 1933 pronunció un encendido discurso que se toma como prueba de que su apoyo al nazismo era sincero.

Sin embargo, los expertos siguen hasta hoy sin ponerse de acuerdo si esas convicciones influyeron también en su pensamiento o si su obra puede leerse desde un punto de vista apolítico y sólo filosófico.

Diversos pasajes de los cuadernos apuntan para muchos a la primera opción. Heidegger denuncia por ejemplo en los cuadernos “un judaísmo mundial” y “sin raíces” que controla tanto el capitalismo como el comunismo, argumentos centrales de la propaganda antisemita nazi.

“La relación de Heidegger con el régimen nazi se conocía, pero debe volver a discutirse con el material que aportan las nuevas fuentes”, considera Von Bülow ante el aniversario.

“En el Archivo no pensamos que reste interés a la filosofía de Heidegger”, añade el experto, poniendo el legado intelectual del pensador por encima de sus posturas políticas.

También así lo ve el filósofo Günter Figal, director de la Sociedad Heidegger de Messkirch. “Su obra completa sigue teniendo hoy una enorme repercusión mundial”, destaca. “Sus escritos siguen estudiándose no sólo en Alemania, sino también en Estados Unidos, Francia, Italia, España o Japón”.

Más allá de la polémica, y tal vez en parte debido a ella, la figura de Heidegger cumple 125 años con más actualidad que nunca.

Fuente:vanguardia.com.mx