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El gobierno de Israel vive una contradicción: En público, condena al gobierno de reconciliación palestina pero coopera con él por ¨debajo de la mesa¨.

Por primera vez desde que Hamas tomó control de Gaza en 2007, la Autoridad Palestina representada por el Primer ministro Rami Hamdala se trasladó de Ramala para entrar a Gaza por la puerta delantera. El viaje de regreso, y la sesión del gabinete realizada en la residencia abandonada de Mahmoud Abbas de Gaza son acontecimientos históricos.

La sesión del gabinete en Gaza celebrando la festividad de Id al-Adha este jueves también señaló la paradoja de la política israelí hacia los palestinos en general y la Franja de Gaza en particular. Destacó la amplia brecha entre los discursos y declaraciones del Primer Ministro Benjamín Netanyahu, los Ministros Avigdor Lieberman y Naftalí Bennett y la realidad. También acentuó la falta de estrategia israelí, arrastrándose amargamente tras las iniciativas de los palestinos.

Durante meses, el gobierno de Netanyahu se ha expresado en contra del gobierno de reconciliación palestina. Israel se ha negado a reconocer su legitimidad, boicoteando a sus ministros, denunciándolos ante el mundo, y los presentándolos ante el público israelí como un gobierno terrorista de Hamas.

Incluso en su reciente discurso ante las Naciones Unidas Netanyahu transmitió los mismos mensajes.

¨Hamas deliberadamente colocó sus cohetes en cientos de zonas residenciales… ese es un crimen de guerra,¨ declaró Netanyahu en su discurso. Yo le digo al Presidente Abbas – estos son crímenes de guerra cometidos por Hamas, su socio en el gobierno de reconciliación dirigido por usted y por el que usted es responsable. Estos son los verdaderos crímenes de guerra que usted debía haber investigado y condenado desde este podio la semana pasada.¨

Todo esto no impidió que el mismo Netanyahu permita que la escolta del gobierno de reconciliación palestina se traslade desde Ramala al puesto de control de Erez hacia Gaza, pasando por territorio israelí. Tampoco le impidió lograr un acuerdo mediado por las Naciones Unidas con el gobierno de reconciliación para establecer un mecanismo de supervisión de materiales de construcción para la rehabilitación de Gaza.

En realidad, Israel no tiene otra opción. La comunidad internacional ha reconocido al gobierno de reconciliación palestina con el deseo de que tenga éxito. Israel no puede boicotear a este gobierno o impedir que funcione.

Además, el Presidente de Egipto Abdel-Fattah al-Sissi, con quien Israel cultiva relaciones convocará una convención en El Cairo para la rehabilitación de Gaza. El gobierno de reconciliación palestino será responsable del proceso de rehabilitación. Actualmente, Jerusalem proporciona a Egipto todo lo que solicita.

Tras los gritos y delirios con fines de política interna, Netanyahu, el Ministro de Defensa Moshé Yaalon y el Ministro del Exterior Avigdor Lieberman comprenden que la entrada del gobierno de reconciliación en Gaza representa la presencia de la Autoridad Palestina en la Franja de Gaza, siendo éste un interés claro de Israel. ¨Nosotros deseamos que la AP regrese a Gaza,¨ expresó un alto funcionario israelí, ¨ya sea bajo el nombre de gobierno de reconciliación o de unidad palestina.¨

Hace tres meses, Israel hizo todo lo posible por detener los pagos a funcionarios palestinos en Gaza. La crisis de salarios y la presión económica resultante en Gaza fue una de las razones principales por las que Hamas emprendió la guerra contra Israel.

La semana entrante, el gobierno palestino pagará los mismos salarios a sus funcionarios en Gaza bajo el consentimiento silencioso de Israel. Esto eleva pensamientos pesimistas respecto a la guerra en Gaza, que cobró la vida de 72 israelíes y cerca de 2,200 palestinos, la mitad de ellos militantes de Hamas, según Israel. Quizás con una política más clara, mayor flexibilidad, creatividad diplomática y menos consideraciones de política interna, las cosas habrían sido diferentes.

Fuente: Barak Ravid, Haaretz.