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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

El Museo Judío de Berlín abrió  al público una exposición dedicada a la circuncisión ritual en el judaísmo y en el islam y a la confrontación del mundo cristiano con esta práctica.

La idea de la exposición surgió ante el debate que se dio en 2012 en Alemania, cuando un  de Colonia (oeste del país) decretó que la circuncisión constituía un de lesiones personales.

“Fueron momentos en que la religiosa estuvo en peligro en Alemania”, dijo hoy la directora de programación del Museo Judío, Cilly Kugelmann, durante la conferencia de prensa en la que se presentó la muestra.

El debate de 2012 derivó, no obstante, en la aprobación de una que garantizó que la circuncisión ritual pudiera seguir practicándose en Alemania.

En algunos momentos, según Kugelmann, aquella discusión adquirió tonos “islamófobos y antisemitas”.

“En estos días he leído que Greenpeace ha denunciado que hay marcas de ropa para niños en cuya ropa hay sustancias venenosas. Sin embargo, no veo que los mismos que defendían en 2012 la integridad de los menores contra la circuncisión la defienda ahora con la misma pasión contra esas marcas de ropa”, dijo Kugelmann.

La exposición se abre con un grupo de estatuas que representan figuras masculinas desnudas de las cuales sólo una -una estatua de la época helenística- representa a un modelo no circuncidado.

Se ilustra así que la costumbre de la circuncisión no pertenece únicamente al mundo islámico y al judío. Una de las estatuas, por ejemplo, representa a un aborigen australiano, en donde la circuncisión forma parte de un ritual de iniciación.

Por lo demás, según se afirma en uno de los paneles explicativos, en muchas sociedades se registran diversos rituales de iniciación que incluyen “modificaciones corporales”.

El segundo espacio de la exposición está dedicado al ritual propiamente dicho, el Brit Mila, que ratifica la relación con Dios y marca la pertenencia del varón circuncidado al judaísmo.

En el judaísmo, la circuncisión se realiza normalmente en los primeros ochos días de vida del niño; una tradición rabínica interpreta el rito como un paso que da el hombre para perfeccionar la creación divina, puesto que el prepucio es visto como una imperfección.

Además de presentar objetos relacionados con el rito, desde instrumentos quirúrgicos antiguos y modernos, hasta trajes que se emplean para la ceremonia en el islam, hay un espacio dedicado a la percepción desde la Europa cristiana.

La circuncisión de Cristo, representada en la reproducción de un cuadro de Rubens, liga el cristianismo al ritual.

“La circuncisión de Jesús es la marca del judaísmo sobre el cuerpo del cristianismo”, dijo hoy Thomas Lentes, responsable de esa parte de la exposición.

La Iglesia católica celebra el 1 de enero como día de la circuncisión de Jesús, que curiosamente documenta su judaísmo.

Pero las críticas a la circuncisión han formado también parte del arsenal antisemita en la Europa cristiana y la costumbre fue incluso relacionada, durante la Edad Media, con presuntos sacrificios de niños.

Esa relación fue rescatada por los nazis, como lo muestra un ejemplar de una publicación nacionalista que sitúa la circuncisión junto a presuntos asesinatos rituales.

“Es una intervención de rutina que casi nunca tiene consecuencias negativas y el argumento de que causa un trauma es absurdo, porque entonces una tercera parte de la población masculina del planeta estaría traumatizada”, dijo la comisaria de la exposición, Felicitas Heimann-Jelinek.

 

 

Fuente:radiointereconomia.com