AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Sería un error dejar la ética comercial completamente en el reino de la ley judía. Como dijeron nuestros Sabios: “D’os desea el corazón”. Él no sólo espera que cumplamos con la letra de la ley sino también que nos empapemos de su espíritu. A continuación analizaremos algunos valores judíos claves que caracterizan el enfoque de la Torá sobre la ética comercial, tal como la aversión al robo,  el compromiso con la verdad y la justicia y la santidad definida como el hecho de ir más allá de la letra de la ley.

Parte A. Aversión al Robo

Valores del ComercioLa Torá considera al robo –o a cualquier cosa relacionada con eso- como una de las más graves transgresiones. Esto incluye robar bienes o secuestrar personas.

  1. Shemot 20:13- Los Diez Mandamientos nos advierten no secuestrar.
  2. Vaikrá 19:11- La Tora nos prohíbe robar un bien. 
  3. Vaikrá Rabá 33:3- El mundo es llamado a rendir cuentas en primer lugar por el robo.

En el judaísmo, el robo es considerado como la transgresión que lleva a algunos de los peores desastres del mundo. Las siguientes fuentes analizan el Gran Diluvio en la época de Noaj y la destrucción del Primer Templo en Jerusalem.

  1. Bereshit 6:13 con el comentario de Rashi – La generación del Gran Diluvio fue castigada por su pecado del robo.

D’os le dijo a Noaj: “El fin de todo ser de carne ha llegado ante Mi, pues la tierra se ha llenado de extorsión a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra”.

Rashi: La tierra se ha llenado de extorsión – Su sentencia fue sellada únicamente a causa del robo.

5. Maharal, Gur Aryeh, Bereshit 6:13 – El mundo es destruido a través del robo porque por esta causa es imposible dedicarse al comercio.¿Por qué el robo provocó el diluvio?

El robo trae destrucción a este mundo, porque el robo destruye al mundo evitando la práctica del comercio.

6. Rab Samson Rafael Hirsch, Joreb, páginas 226-227 – El robo es una absoluta falta de respeto hacia la humanidad y hacia D’os.Todavía más, el robo generalizado socava a D’os y corrompe a la humanidad.


Rab Dr. Meir Tamari, En el Mercado, página 14 – El robo indica un quiebre en la moralidad social e individual. Así como D’os le dio un cuerpo al espíritu humano como una herramienta para sus actividades humanas, y el cuerpo debe ser respetado por el espíritu que se encuentra dentro de él; así también Él le dio [al hombre] la tierra con todo lo que hay en ella y lo que pertenece a ella para que él pueda adquirirla libremente… de acuerdo con su destino… Por lo tanto, tal como D’os nos ordena que no debemos matar no dañar, que debemos respetar al cuerpo por el espíritu Divino que se encuentra dentro de él, así también es el mandamiento de D’os que no debemos robar. Debemos respetar toda la propiedad humana, incluso si está bajo nuestro control, debido al espíritu humano que lo posee y por la orden Divina en virtud de la cual le pertenece a esa persona. Porque la propiedad no es más que una extensión artificial del cuerpo. Si tú robas, transgredes no en contra de la materia, sino en contra del invisible espíritu humano que se encuentra sobre ella, y en contra de D’os que exige que respetemos al espíritu humano y a su propiedad.

RoboEl judaísmo considera los males económicos como el comienzo de la destrucción tanto de la sociedad judía como de la sociedad no judía. Los comentaristas, discutiendo el pecado de la Sodoma bíblica, argumentan entre otras cosas que la razón para la destrucción de estas ciudades fue su negación a compartir su riqueza con los demás, mientras que la suerte de la Generación del diluvio fue sellada –de acuerdo con la opinión de los Sabios- por el pecado del robo.

El Admor jasídico de Sojojov cuestionó esta última opinión. Si sabemos que la Generación del Diluvio transgredió los tres pecados capitales –idolatría, adulterio y derramamiento de sangre- los cuales merecen la pena de muerte, ¿por qué entonces los Sabios dicen que el mundo fue destruido debido al robo, lo cual no merece la pena de muerte? Él responde que el robo es el comienzo de la disolución de todo el tejido social, lo cual lleva a los tres pecados capitales. Y por lo tanto, el robo fue lo que llevó a su destrucción.

En el mundo judío rige la misma importancia con respecto a la moralidad económica. Es sabido que los sabios consideraron que el odio infundado fue la causa de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem en el año 70 de la Era Común. Sin embargo el Talmud de Jerusalem atribuye la razón de la destrucción al hecho de que los judíos de esa generación amaban el dinero. De manera similar, los escritos de los profetas Isaías, Amos y Jeremías prevén la destrucción del Primer Templo –parcialmente debido al robo y a la avaricia que se habían vuelto rampantes.

La aversión de la Torá por el robo es tan fuerte que ésta incluso nos advierte no tener demasiado placer al tomar cosas de otra persona incluso si lo hacemos de una manera permitida. En este sentido se nos advierte que no debemos ser demasiado indulgentes aceptando regalos. 

  1. Proverbios 15:27– Quien odia los regalos se encuentra lejos del robo.

Quien odia los regalos vivirá.

Rashi: Si odia los regalos, mucho más odia el robo.

Parte B. Verdad e Integridad

Verdad e IntergridadUna manera de explicar la extrema aversión judía hacia el robo y por qué la ética comercial es tan fundamental para el judaísmo, es debido a que la verdad y la integridad son cualidades de D’os mismo.

  1. Jeremías 10:10 – D’os es la máxima verdad.

El Eterno, tu D’os, es Verdad.

  1. Shabat 55a – La verdad es una manifestación de Divinidad.

El sello de D’os es la Verdad.

Así como D’os es el D’os de la verdad, así también lo son Sus leyes. Esto lo encontramos específicamente en relación a las leyes racionales de justicia social de la Torá, Mishpatim, las cuales son llamadas “verdad”.

  1. Tehilim 19:10 – Las leyes de D’os son verdad.

… los juicios del Eterno son verdad y a la vez justos.

Puede sonar extraño decir que una ley es “verdad”, ya que generalmente pensamos sobre las leyes como meras formas utilitarias para promover a justicia y el bienestar social. Sin embargo, tal como lo ha explicado el Reuben Leuchter, el versículo aquí se refiere a los Mishpatim con el adjetivo de verdad, porque las leyes de la Torá provienen de la misma fuente de la verdad, es decir de D’os. Y dado que D’os es el D’os de la verdad y Sus leyes son verdad, Él ama la justicia en las relaciones humanas, tal como lo expresan las siguientes fuentes:

  1. Isaías 61:8 – D’os ama la justicia.

Yo soy D’os Quien ama la justicia.

Puesto que D’os es el D’os de la verdad y Sus leyes son verdad, Él nos advierte en la Torá que debemos mantenernos alejados de cualquier cosa que se le oponga, es decir de la falsedad.

  1. Shemot (Éxodo) 23:7 – La Torá nos instruye que debemos “alejarnos” de la falsedad.

Aléjate a ti mismo de la falsedad.

Sefer HaJinuj, Mitzvá # 74 – La singular prohibición contra la falsedad: no sólo “no decir una mentira” sino “aléjate a ti mismo de la falsedad” para indicar una repulsión hacia la falsedad y un amor por la verdad, que es el camino de D’os. 

La raíz de esta mitzvá es bien conocida: la falsedad es abominable y corrupta ante los ojos de todo el mundo. No hay algo más detestable que eso. La desolación y la maldición [se encuentra] en el hogar de aquellos que aman la falsedad…

Y la bendición sólo se encuentra y sólo tendrá efecto sobre aquellos que imitan Sus actos: ser fieles a la verdad tal como D’os es el D’os de la verdad; tener compasión, tal como sabemos que Él es compasivo; hacer actos de bondad tal como Él es grande en bondad [c.f. Rashi, Devarim 11:22].

Por esta razón, la Torá nos advierte que debemos alejarnos mucho de la mentira, como está escrito: “Aléjate a ti mismo de la falsedad” (Shemot 23:7). Al proclamar la mitzvá, la Torá utiliza la palabra “alejarse”, la cual no se utiliza en referencia a ninguna otra mitzvá, para [indicar] la naturaleza repulsiva [de la falsedad].


Rabenu
Iona, Shaarei Teshuvá 3:184 – Ser veraces es un componente crucial para la pureza del alma. 

Engañar a la gente y mentir… en un sentido es más grave que el robo.Esto se debe a que el hablar con falsedad es un acto de autodestrucción, ya que la veracidad es uno de los fundamentos de la salud del alma. Por lo tanto, estamos obligados a permanecer dentro de los parámetros de la verdad.

La siguiente historia muestra de qué manera un Rabino contemporáneo sigue los dictados de la Verdad:En otras palabras, a pesar de que el robo afecta a otra persona en el mundo físico y constituye una grave ofensa, el hecho de decir mentiras en un sentido es más grave porque provoca una mancha en la pureza del alma de la persona misma, debido a que la verdad es un componente crucial del alma de la persona (Rab Abraham Ehrman, Un Viaje Hacia la Virtud 10:2).

Cuando el Rab Aharón Kotler fundó la ieshivá en Lakewood, New Jersey, compró para ese propósito una pequeña casa. El sendero que llevaba hacia la puerta de la casa estaba flanqueado por árboles; dos de un lado y tres del otro. Encargaron la impresión de recibos para la ieshiva y se decidió que en la parte superior de cada recibo se imprimiría una foto del edificio de la ieshivá. Pero el artista gráfico que diseñó los recibos sintió que la imagen quedaba mejor si se agregaba otro árbol en el sendero, para que quedaran tres árboles a cada lado. Y así fue que agregó otro árbol a la imagen.

Cuando le mostraron los recibos al Rab Kotler, él se desilusionó y exclamó: “¡No es así como se ve realmente el edificio de la ieshivá!”. Él ordenó que se descartaran esos recibos y que prepararan otros.

“Yo estoy construyendo una ieshivá sobre la base del principio de la verdad”, explicó el Rab Kotler. “¡No quiero que haya el menor rasgo de tergiversación ni deshonestidad en las bases de esta ieshivá!”  

Esto ocurrió sesenta años atrás. Hoy en día, esta misma ieshivá de Lakewood es la mayor escuela rabínica de los Estados Unidos, con aproximadamente cuatro mil estudiantes activos. (Por el Rab Asher Bergman, El Rosh Ieshivá Recuerda).

Para un análisis más profundo respecto a la verdad y a la falsedad, ver la clase de Morashá llamada “¿Acaso Alguna Vez se Puede Mentir?”

Conclusiones:

  • Los valores judíos se oponen a cualquier forma de robo, tal como podemos ver del rol central que la tradición judía le otorga al robo en relación con las tragedias ocurridas en la historia. La Torá también nos llama a actuar éticamente más allá de lo que demanda estrictamente la ley.
  • D’os es el epítome de la integridad, y desea que nosotros lo imitemos y aspiremos a vivir de acuerdo con Sus niveles de integridad. Ésta es una responsabilidad fundamental para el cumplimiento de nuestra misión en este mundo.

Fuente: Morashá NLE