Crónicas Intrascendentes. Parte CXXXVIII

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Bondades y retos de la tecnología.

En Crónicas previas he señalado la creciente influencia del avance tecnológico en los hábitos de vida de la gente, en la organización de las empresas y en el medio ambiente, entre otros aspectos; es evidente que el desarrollo tecnológico ha alcanzado grandes logros en el sector salud y que finalmente se han traducido en un aumento en la esperanza de vida de los individuos; también es claro el incremento exponencial de la productividad lo que ha abaratado sensiblemente los costos de bienes y servicios, empero a la vez, es notoria la destrucción de empleos por la automatización y la creación de un mundo virtual de la producción, el desequilibrio ecológico y la fabricación de mortíferas armas disponibles para terroristas, delincuentes y grupos subversivos que han fomentado un ambiente de inseguridad y muerte.

Las transformaciones tecnológicas han modificado la forma de hacer las cosas cotidianas y las tareas más complejas. Así por ejemplo, desde que me empecé a rasurar la barba, hace seis décadas, hasta el presente, lo he hecho con un rastrillo de acero inoxidable y hojas de afeitar también de ese material; en el presente estoy utilizando la penúltima navajita que me queda del lote que adquirí hace cuatro años en EUA; ya no existen en el mercado hojas. Ahora tendré que usar rastrillos desechables de plástico que irritan menos la piel y mi rasuradora de acero inoxidable pasará a formar parte de las antigüedades que decoran mi casa. El rastrillo desechable seguramente se integrará a la basura plástica que se acumula en todas partes del mundo, en el mejor de los casos, quizá una proporción de este material se recicle, no estoy seguro.

El gran cambio en la evolución del ser humano se registró después de 25,000 años con la Revolución Industrial del siglo XVIII, que sustituyó a la fuerza humana y/o animal por máquinas, particularmente con la aparición de la máquina de vapor, que permitió un gigantesco salto en el progreso de la humanidad que favoreció aplicaciones en el transporte y en los procesos productivos. El antropólogo Ian Morris concluye que ni la invención de la escritura ni el desarrollo de la agricultura lograron un impacto comparable al que tuvo la Revolución Industrial. Simultáneamente, se inauguró un ciclo masivo de desempleo y pauperización de la población. Si bien la Revolución Industrial fue el pilar para la modernización de la sociedad, las transformaciones que registraron las Tecnologías de la Información  y la Comunicación (TIC) a partir de la aparición de las primeras computadoras en los cuarentas del siglo pasado, la visión del hombre sobre su devenir no ha tenido límites, en las últimas tres décadas aumentó potencialmente el poder de las primeras computadoras: “un iphone es hoy día infinitamente más poderoso que las computadoras que elevaron a la nave Apolo a la luna”. Las TIC han substituido en buena medida los conocimientos cognoscitivos humanos y han integrado al mundo. El camino tecnológico por recorrer es muy basto; investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts, conocido como MIT, por sus siglas en inglés, predicen que en el futuro vamos a experimentar dos de los acontecimientos más sorprendentes de la historia humana: la creación de maquinas verdaderamente inteligentes, que superarán a la del hombre y la conexión de toda la gente a través de una red digital común que transformará la economía del planeta. Más bien, las nuevas maquinas, que de hecho ya existen algunas, remplazarán y multiplicarán la inteligencia humana.

Los investigadores del MIT sostienen que después de medio siglo de “progreso” estamos viendo enormes adelantos en la inteligencia artificial. En la medida que la potencia del cálculo crece exponencialmente, las computadoras gestionan tareas que se consideraban fuera de su alcance hace unos años. La digitalización de cantidades masivas de datos serán relevantes en cualquier situación, y esta información puede ser infinitamente reproducida y reutilizada; en este punto cabe preguntarse ¿No será que el auge de la economía digital con todos los dispositivos que la acompañan y una inteligencia con la intuición y lógica para aprender y hacer frente a la incertidumbre pueda crear un sistema que dé órdenes a los individuos y los esclavice?

En el contexto de la rápida expansión de la tecnología a todos los ámbitos del quehacer humano, surgen dudas de por qué aumenta la desigualdad económica entre países e individuos y la velocidad del cambio climático y no se regenera el medio ambiente, porque no se superan cabalmente los rezagos sociales; porque las nuevas tecnologías en materia de salud se limitan a un número relativamente poco importante de personas, entre otros múltiples cuestionamientos.

De manera alarmante, preocupa cómo bandas criminales terroristas y gobiernos utilizan con fines aviesos armamentos de tecnología de punta; cómo las ciudades y carreteras se ven invadidas por oleadas de vehículos que las paralizan e impulsan la contaminación del ambiente. La contaminación en ríos, mares, lagos y lagunas en el mundo es pavorosa; en este sentido, recuerdo que 20 años atrás fuimos a la fiesta del pueblo de la joven que trabajaba en mi casa; Maribel, quien nos llevó a pasear al campo cercano a su casa; de pronto, entre la abundante vegetación vimos correr un pequeño río cuyo caudal se veía lodoso y cubierto por espuma, el panorama era apocalíptico; lo que sucedía era que una cementera vertía sus desechos en las aguas del río; nunca he podido olvidar la terrible impresión que recibí de la contaminación que allí existía. Tampoco puedo borrar de mi mente la primera vez que visité la cascada de la Tzararacua en las proximidades de Uruapan, Michoacán (10Km), la vista de un hábitat boscoso, de aguas cristalinas y aire limpio. El segundo paseo que realicé a ese sitio, 20 años después, la visión era lastimosa: deforestación, aguas turbias en las que estaba depositado ganado muerto, llantas de vehículos y basura.

La tecnología, per se, no es destructiva, lo es el uso indebido que el hombre le da y la indiferencia de gobiernos y sociedad frente al deterioro ecológico y de la calidad de vida de millones de individuos.

Persiste la violencia por los hechos de Ayotzinapa    

Por último, unas palabras para el seguimiento que he dado en Crónicas a la inestabilidad que se ha creado en el país a raíz de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en Guerrero. A casi dos meses de este nefasto acontecimiento ha quedado clara la infiltración del crimen organizado en el gobierno de Iguala, en el del Estado de Guerrero y en los propios normalistas. Asimismo, el día de la desaparición de los estudiantes, en uno de los autobuses secuestrados por ellos, se transportaba drogas que las autoridades cómplices de los criminales buscaron recuperar disparando contra el vehículo que partiría con rumbo a la fronteriza ciudad de Reynosa, Tamaulipas. Cabe mencionar que la goma de opio, que es la base para elaborar la heroína, se produce en varios municipios de la Sierra de Guerrero, donde abundan los sembradíos de amapola, y tiene a Iguala como su principal punto de concentración para su envío a la frontera norte.

El Gobierno Federal y el de Guerrero inicialmente quedaron paralizados frente a los hechos, reaccionaron tardía y torpemente, cuando “la bomba ya había estallado”. Protestas violentas al amparo de la desaparición de los estudiantes se han generado en varias ciudades de Guerrero y el Distrito Federal; empero, han sido alentadas por intereses políticos ajenos a la desaparición de los jóvenes, las autoridades han intervenido marginalmente para frenarlas. No obstante, como la inestabilidad social ya se desbordó, con altos costos sociales y el desprestigio del actual gobierno de Enrique Peña; se pueden frustrar las reformas estructurales recientemente aprobadas.

Ante el enrarecimiento del entorno, el Presidente Peña Nieto declaró abiertamente que hay interés por generar desorden e inestabilidad que atentan contra el proyecto de nación; afirmó que “no nos vamos a detener”, lo que indica que se tomarán medidas fuertes (de represión) para restablecer el orden; es posible que se observen remociones de funcionarios de alto nivel vinculados con la seguridad y la impartición de justicia, ya es tiempo de que el gobierno cumpla con sus tareas.