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La productora de la película The Interview, sátira mortal sobre el líder norcoreano, cancela el estreno por las amenazas.
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El gobierno de Estados Unidos ha filtrado esta noche del miércoles la resolución de la incógnita. El ciberataque a Sony Pictures, que ha dejado en evidencia a las celebrities y, todavía peor, ha puesto en jaque al país, lo ordenó la dictadura norcoreana.
Fuentes oficiales han asegurado que han podido vincular a los autores de la pirateo informático a la rama cinematográfica de la firma japonesa, con los líderes del ejecutivo de Pyonyang. Esta información se ha difundido después de que la productora decidiera suspender el estreno del filme “The Interview”, en el que se ridiculiza a Kim Jong Un, e incluso se le mata, que estaba previsto para el día de Navidad.
El anuncio de Sony Pictures no se produjo por decisión propia, sino inducida por las cuatro grandes cadenas propietarias de salas de cine. Estas empresas consideraron que no debían asumir el riesgo de enfrentarse a atentados o ataques. Otras compañías más pequeñas también se sumaron. Mientras el presidente Obama recomendó ayer que “la gente vaya al cine”, la renuncia al estreno se considera una victoria para el régimen de terror de Kim. Los denominados Guardianes de la Paz, que asumieron la autoría de la brecha informática, habían emitido un comunicado que concluía con un “recuerda el 11 de septiembre del 2001”.
Esa es la advertencia que lanzaron a los que fueran a buscar diversión a partir del terror, Hablan de su “amargo destino” de eso que “deben ser condenados” por ir a ver ese filme. “Pronto el mundo se llenará de horror”.
Esta amenaza provocó que se suspendiera la premiere, prevista para este jueves en Nueva York y que las grandes cadenas de salas dieran la marcha atrás en el compromiso de exhibir la comedia protagonizada por Seth Rogen (también codirector) y James Franco. Hacen de periodistas que, con la excusa de entrevistar al líder norcoreano, acaban con él.
Estas cancelaciones se produjeron pese a que el departamento de Interior había señalado que no tenían constancia alguna de una trama terrorista creíble contra los cines estadounidenses. Por si acaso, la policía de Nueva York puso en marcha la alerta.
La mayor cadena de cines de Canadá, Cineplex, también ha pospuesto la proyección de la película por motivos de seguridad, tras las amenazas hechas en Estados Unidos.
Fuente: lavanguardia.com
