AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En 2012, el anterior Pontífice Romano estuvo en contacto con el gobierno de Cuba para asegurar la liberación del contratista judeo-estadounidense (con información de AP).

francisco y benedictoEl Papa Francisco ha recibido un justo reconocimiento por su labor en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, y también en la liberación del contratista judeo-estadounidense Alan Gross, pero fue su predecesor -el Papa Emérito Benedicto XVI- quien comenzó con los contactos de alto nivel con el gobierno cubano para negociar la situación de Gross.

El American Jewish Committee (AJC) fue una de las organizaciones que tuvieron contacto con Benedicto XVI desde unos meses antes de su visita a Cuba en 2012, para solicitarle que incluyese en su agenda el caso del empresario preso en La Habana, apelando a cuestiones humanitarias. El Rabino David Rosen -de la AJC- comentó que, en su momento, se le confirmó que la petición había sido recibida por el Papa y que había aceptado tratar el tema con los cubanos.

Entre el 27 y el 28 de Marzo de 2012 Benedicto XVI negoció el tema con Raúl Castro, y factiblemente también con Fidel Castro. Justo dos años después, Barack Obama y el Papa Francisco volvieron a abordar el asunto en el Vaticano. Luego, el Papa Francisco escribió una carta a Obama y a Castro pidiéndoles que resolvieran “las cuestiones humanitarias de interés para ambos, incluyendo la situación de algunos prisioneros”. La negociación concluyó en Octubre de este año en presencia del principal agente diplomático del Papa Francisco, el Cardenal Pietro Parolin, que hasta 2013 fue el Embajador del Vaticano en Venezuela, el principal aliado de Cuba.

Gross fue liberado el pasado miércoles, en un intercambió que también excarceló a tres cubanos acusados de espionaje, todo ello como parte de la decisión histórica de restablecer relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Gross fue arrestado por el gobierno cubano en 2009. Se encontraba trabajando en establecer una conexión de internet para la pequeña comunidad judía de Cuba, y el gobierno determinó que eso “lesionaba la soberanía del país”, por lo que fue arrestado, procesado y sentenciado a 15 años de cárcel. Tan pronto como se supo del viaje de Benedicto XVI a Cuba, diversas organizaciones judías empezaron a contactar a gente del Vaticano para solicitar el apoyo del Papa en el caso de Gross.

Aunque en su momento no se confirmó de manera oficial si el Papa había tratado el tema con el gobierno de la isla, versiones extraoficiales señalaron que Benedicto XVI había expuesto el asunto, especialmente preocupado por la salud de Gross, que durante su cautiverio perdió más de 100 libras de peso (alrededor de 50 kilos), así como casi toda la visibilidad en su ojo derecho.

Ahora que el asunto ha llegado a una feliz solución, el crédito lo ha recibido el Papa Francisco. Pero debe señalarse que un operador fundamental para este arreglo fue el Arzobispo Angelo Becciu, ex-embajador del Vaticano en Cuba, y especialmente Benedicto XVI, señaló el Rabino Rosen.