SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – ¿El hijo pródigo se arrepintió? Y si es así ¿quién lo logró? y ¿cómo?

Dr. Mordechai Cedar

QATAR-ARAB-SUMMITTodos conocemos la leyenda de Aladino y el genio que sale de una lámpara encontrada en una cueva. La parte más imaginativa que nos afecta es, sin duda, ese poderoso genio que emerge cuando se frota la lámpara y hace que todos los deseos de Aladino se hagan realidad. La razón es simple: a todos nosotros nos habría gustado encontrar una lámpara mágica que liberara un genio que convertiera todos nuestros deseos en realidad.

El anterior emir de Qatar era igual que Aladino. Él encontró un pozo de gas en el Golfo Pérsico que hizo rico al Emirato y lo convirtió en un poder financiero de clase mundial. Pero las finanzas no satisficieron al Emir hambriento de poder, que también quería influencia y control, encontrándolo a través de la Red de Medios Al Jazira, establecida en 1996: una red de radiodifusión que le otorgó la capacidad de controlar a los gobernantes de los países árabes mediante información acerca de ellos -lo mismo verdadera que falsa- que se distribuyó por todos los medios de comunicación. Las revelaciones embarazosas sobre estos gobernantes hicieron de Al Jazira la cadena más vista en el mundo.

Tampoco eso le bastó. Él quería derrocar a los regímenes árabes, y después de ser instruido por el Jeque Dr. Yusef Al Karadawi, su objetivo fue llevar a la Hermandad Musulmana a una posición de control. La Hermandad no es una organización de bienestar social, sino un invernadero ideológico para la violencia, el terror y la Jihad, y ha gestado todas las organizaciones terroristas sunitas incluido Hamas, la Jihad egipcia y la palestina, Jebhat al Nusra, Ansar Bayt al-Maqdis, Al Qaeda y el Estado Islámico. Los gobernantes árabes han sabido durante años que Qatar alienta y financia organizaciones anti-sistema que tienen un elenco político-religioso, cuya intención es hacerse cargo de los regímenes en cada uno de los estados árabes.

Mientras los esfuerzos de Qatar para socavar a los gobernantes árabes no dieron fruto, los regímenes permitieron que el Emirato actuara desde el interior de sus países, creyendo que su ladrido era peor que su mordida. Pero desde que comenzó el baño de sangre conocido como la “primavera árabe”, poco a poco ha entrado en la conciencia colectiva que la causa de toda esta “Primavera” -mejor llamada “Infierno”- fue Qatar, su Emir, su dinero y la red Al Jazira. Cada vez más y más gente comenzó abiertamente a culpar a Qatar de crear la situación actual fomentando y estimulando el terror en los medios, y con enormes sumas de dinero con los que financió las luchas contra los gobernantes apoyados por Occidente.

Después que el General Sisi se libró en Egipto de los Hermanos Musulmanes poniendo fin a la presidencia de Morsi en Julio de 2013, Al Jazira abrió un nuevo canal de comunicación dirigido a Egipto con la intención de volver a poner a Morsi en el poder y derrocar a Sisi. Todos los canales de Al Jazira se cuidaron de nunca llamar a Sisi “presidente”, a pesar de haber sido votado por decenas de millones de egipcios. Sin embargo, el año pasado, ahora que ISIS ha surgido sobre las ruinas de Siria e Irak, la infinita paciencia de Arabia Saudita, los Emiratos, Egipto y otros países árabes se ha desvanecido. Con el fin de dar a Qatar una advertencia justa, sacaron sus embajadas del país explicando que Qatar alienta la Hermandad Musulmana en Egipto, en los Emiratos Unidos y en Arabia Saudita, y que envía importante apoyo financiero al Estado Islámico.

Culpar a Qatar de fomentar el terrorismo es una forma de justificar el castigo del Emirato, que podría convertirse en una invasión armada por parte de Arabia Saudita, similar a la que hicieron en Bahrein. Qatar es una península rodeada en tres lados por el Golfo Pérsico; el cuarto lado, sin embargo, es Arabia Saudita. Y pareciera que los estadounidenses saben mucho de la participación de Qatar en la financiación del terrorismo, y tal vez han insinuado a los saudíes que nada terrible les sucedería si ocuparan Qatar, depusieran al gobernante de la Casa Thani y se anexaran la península. Si esto acabara con el soporte financiero de Qatar al terrorismo dirigido a América, EEUU lo vería como un precio justo que pagar.

Tan pronto como la Casa Thani vio que se estaba quedando sola y rodeada de países dispuestos a tragarla entera sin ninguna oposición significativa americana, la familia gobernante, encabezada por el Emir, se dio cuenta de que el juego había terminado y era hora de un cambio en la política. Qatar organizó una “reunión” de los Estados del Golfo, “escuchó con atención” las órdenes del rey saudí Abdullah y “decidió aceptar las peticiones de sus hermanos árabes”.

Los qataríes cerraron el canal Al Jazira egipcio y se arrastraron a cuatro patas a El Cairo acompañados por un supervisor de Arabia Saudita, con el fin de “resolver las diferencias” con ese país. Para empezar, Al Jazira comenzó a llamar a al-Sisi por el título de “Presidente”.

Esta es la saga de la sumisión de Qatar a los dictados de Arabia Saudita, y ahora está claro que en sus relaciones con Qatar, Estados Unidos una vez más había apostado por el caballo equivocado. Una coalición determinada de Arabia Saudita, los Emiratos y Egipto logró poner fin al apoyo americano de Qatar, y el sentido egipcio de la victoria fue expresado esta semana por el Primer Ministro egipcio declarando que no permitiría que el embajador de Estados Unidos en El Cairo se reuniera con los Hermanos Musulmanes en Egipto, ya que es contrario a la ley egipcia porque se considera a los “Hermanos” una organización terrorista.

Egipto, respaldado por los saudíes y los Emiratos, obligó a América a postrarse a su política hacia la Hermandad Musulmana. Obama, después de la derrota que sufrió en las elecciones a mitad de legislatura, no se siente lo suficientemente fuerte como para oponerse a una coalición determinada, sobre todo desde que Qatar está hasta las orejas de financiar el terror, incluido el de ISIS.

Todo lo que queda es comprobar si de verdad Qatar ha dejado de financiar organizaciones terroristas o si lo sigue haciendo a espaldas de países que han bajado la guardia. Qatar ha empleado tortuosas estratagemas para transferir fondos a organizaciones terroristas en el pasado mediante el uso de particulares. Es esencial que los países afectados por las acciones de Qatar -y esto incluye a Israel- sigan el flujo del dinero para asegurarse de que no hay más financiación del terrorismo.

Irán se sube al carro

Si Qatar de verdad ha cambiado su política respecto a la organización de la Hermandad Musulmana y sus ramificaciones, estas organizaciones se encontrarán sin apoyo, especialmente financiero. Esto se refiere a Hamás y los grupos políticos islámicos de Egipto, Jordania, Sudán, Túnez, Argelia, Marruecos y especialmente de Siria e Irak, donde estas organizaciones están tomando parte activa en los combates. Los líderes de Irán se han dado cuenta del cambio forzado en Qatar, y ya han anunciado que están listos y dispuestos a tomar su lugar como fuente de financiación.

Con respecto a a Hamas, los portavoces iraníes fueron claros: están dispuestos a financiarlo para que tome el control de Judea y Samaria. Gracias a la disposición de Europa a reconocer un Estado Palestino, los iraníes ya ven a ese estado establecido con su capital en Jerusalem y, en su opinión, sólo resta velar porque Hamas lo controle. Eso le permitiría a Irán destruir al Estado de Israel con cohetes iraníes que los terroristas de Hamas dispararían desde las áreas que “envuelven” Judea y Samaria.

Por lo que yo sé, el tema de la financiación del terrorismo no está en la agenda de las negociaciones entre Irán y las potencias occidentales. Hoy en día, con el crecimiento del terrorismo en todo el mundo -en Australia y Francia, por ejemplo- Irán podría decidir financiar terroristas que operan en Occidente, chiíes y suníes, sobre todo si estos terroristas sienten la falta de fondos que Qatar ha dejado de enviarles.

Occidente puede aprender de los saudíes y los Emiratos a llevar a cabo negociaciones con un país descarriado. Durante diecisiete largos años se ha dedicado a negociar con Irán sin lograr obligarlo a dejar sus planes nucleares. Arabia Saudita y los Emiratos necesitaron un año de presión, acompañada de amenazas creíbles, para cambiar las políticas hostiles de Qatar.

Desde esta tribuna, me gustaría aprovechar la oportunidad para recomendar que los que negocian con Irán, averigüen lo que realmente está sucediendo detrás de las escenas en las negociaciones de Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos, con Qatar, con el fin de aprender a manejar las negociaciones en Oriente Medio.

El Dr. Mordechai Cedar es profesor titular en el Departamento de Árabe de la Universidad de Bar-Ilan. Sirvió en la Inteligencia Militar de las FDI durante 25 años, especializándose en el discurso político árabe, los medios de comunicación árabes, grupos islámicos y el ámbito interno sirio. Completamente familiarizado con los medios de comunicación árabes en tiempo real, es entrevistado con frecuencia en los diversos programas de noticias en Israel.