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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

 Paralelamente a los actos terroristas de los fundamentalistas en diferentes naciones en Europa, entre los que destaca el realizado contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo en París, los Yihadistas del Boko Haram han continuado con las matanzas de civiles en el Norte de Nigeria. Boko Haram, que pretende establecer un Califato en ese país y en su zona limítrofe con Camerún, Chad y Níger hasta donde han extendido las masacres contra sus poblaciones civiles, ha asesinado desde el 2009 a más de 15,000 personas y secuestrado a mujeres y niños, principalmente; obligando a algunos de estos últimos a realizar atentados suicidas. Asimismo, ante el temor de la gente frente a las atrocidades de Boko Haram, un millón de nigerianos han huido a otras regiones del país o a los países vecinos; se estima que el desplazamiento interno cubre a 850,000 personas y alrededor de 150,000 a los países vecinos, particularmente a Chad cuyo gobierno ante la avalancha de refugiados ha pedido ayuda a varias organizaciones humanitarias para distribuir alimentos y tiendas de campaña a más de 10,000 personas. En este contexto, líderes de África Occidental están considerando crear una fuerza militar para combatir a las milicias islámicas de Boko Haram en Nigeria.

Por otra parte, en el este de África el grupo extremista Al Shabaab (ASH) de Somalia pretende establecer un Estado Islámico en ese país. ASH, que significa en árabe los jóvenes, porque se nutre de adolescentes y muchachos que apenas han cumplido 20 años, que provienen de los barrios más pobres de Mogadisco, la capital de Somalia, nación que tiene más de 8 millones de personas. Somalia es un país fértil para los movimientos extremistas, que en virtud de su pobreza atrae a los segmentos jóvenes de la población. Somalia ha enfrentado Hambrunas que han provocado la muerte de cientos de miles de personas, particularmente infantes menores de 5 años.

ASH anunció su adhesión formal a la Organización Al Qaeda en el 2012; controla amplias zonas del Centro y el Sur de Somalia, donde el frágil gobierno somalí no ha podido imponer su autoridad. Se estima que los militantes de ASH suman entre 3,000 y 7,000 combatientes, sin embargo, colabora con varios grupos Yihadistas para instaurar un Califato en Somalia y la vecina Kenia. Las guerras en esta parte de África son muy difíciles de controlar por los ejércitos de los países debido a las grandes extensiones de terreno, así como la incomunicación existente entre muchos pueblos de las periferias de las capitales que hacen “que sean reductos y canteras de nuevos grupos Yihadistas, manteniendo guerras de guerrillas con los ejércitos que son interminables”.

ASH no sólo combate al gobierno de Somalia, también lo hace contra las fuerzas militares de sus aliados etíopes y contra las de Kenia, que mantiene a parte de su ejército en Somalia, debido a una oleada de secuestros en el suelo keniano por parte de guerrillas somalíes; las unidades militares kenianas han sido integradas dentro de la Misión de Paz de Unión Africana en Somalia, también ha realizado ataques en Uganda, en donde se ha especializado en la práctica de atentados suicidas.

A pesar de que ASH es un grupo pequeño, incluido en el 2005 en la lista de terroristas de EUA, tiene un gran potencial para sembrar el terror; en este ámbito, ha matado a trabajadores de ayuda humanitaria, periodistas, líderes civiles y a miembros de la Misión de Paz de la Unión Africana; se ha allegado decenas de millones de dólares por año para financiarse a través de la extorsión, e impuestos diversos y cobros ilegales.

Cabe mencionar que en septiembre pasado el Pentágono confirmó la muerte de su líder, Ash Ahme Godane, tras una operación estadounidense con aviones tripulados y drones en el centro de Somalia; asimismo, uno de los Yihadistas de ASH más buscado por EUA, que ofrecía 3 millones de dólares por cualquier información que llevara a su captura, se entregó en diciembre pasado en Somalia.

En este marco, se considera que el grupo terrorista más peligroso y poderoso es el Estado Islámico (EI); de 1,200 militantes que tenía en el 2012, en el presente tiene aproximadamente 80,000; la mayoría iraquís y sirios, también ha reclutado a europeos, entre otros, 1,000 franceses y a 100 estadounidenses. El despegue del EI se dio en junio del 2014 cuando junto con militantes suníes leales a la antigua dictadura secular de Sadam Hussein y diversas tribus, lanzaron una ofensiva contra los ejércitos de Irak y Siria; el 29 de junio de ese año fundaron un Califato en ambos países donde hoy día controlan 56,000 km2 de territorio en el que viven 6 millones de habitantes; el EI aspira expandirse a Jordania, Israel (Liberar Jerusalén), Palestina, Líbano, Kuwait, Turquía , Chipre y posteriormente a Europa.

El EI evaluado como la organización militar más poderosa del Medio Oriente después del Estado de Israel; en su trayectoria bélica desde el año pasado ha matado a 7,000 civiles y causado 12,000 heridos y más de un millón de desplazados.

La Coalición Internacional creada el 8 de agosto pasado, integrada por 30 países y con el apoyo de la ONU, no ha logrado frenar al EI; las acciones militares de la Coalición, básicamente bombardeos aéreos, se han concentrado en el noreste de Iraq. No obstante, el 18 de diciembre pasado una primera unidad terrestre del ejército de EUA entró en combate abierto con el EI. El presidente Obama, en su Informe Anual sobre el Estado de la Nación, el 20 de enero del 2015, pidió apoyo al Congreso estadounidense para combatir con mayor fuerza al EI.

El atentado al semanario Charlie Hebdo de París, es solo la punta del Iceberg de la mayor amenaza que enfrenta el mundo en la actualidad. El Informe 2013 del Institute For Economics and Peace da cuenta que el número de víctimas del terrorismo en el mundo fue de casi 18,000 personas ese año, aumentó de 44.0% respecto al 2012. Cuatro organizaciones fueron responsables de dos tercios de las acciones terroristas; el EI, Boko Haram, Al Qaeda y el Talibán; el 80.0% de las muertes se registraron en 5 países: Irak, Afganistán, Pakistán, Nigeria y Siria. Se estima que el número de víctimas del terrorismo siguió aumentando en el 2014.