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En apenas 72 horas lanzaron contenidos de propaganda con material explícito en el que se ven decapitaciones, fusilamientos y crucifixiones por diferentes delitos en los territorios que controlan.
En diversos videos que contienen material de ejecuciones tanto de civiles como de soldados de ejércitos rivales, el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha publicado sangrientos castigos que luego ha difundido en un nuevo intento de aterrorizar a los musulmanes e imponer su visión radical del islam.
En el campo militar, dos de los videos siguen la estela de la ejecución del piloto jordano, que conmocionó al mundo porque se trató de un aviador que cumplía funciones como parte de la coalición que lideran los Estados Unidos.
Sin embargo, menos de una semana después de ese brutal asesinato en el que quemaron vivo a Maaz (o Muath, o Moaz, o Moath) al Kasasbeh, lanzaron La cosecha de los apóstatas, un corto en árabe en el que se ven a tres ex integrantes de las fuerzas de Bashar al Assad que fueron capturados en Raqqa, centro de operaciones del califato de Abu Bakr al Baghdadi.
La repercusión en Occidente fue menor. Pero se trata de una práctica ya común para el ISIS, que ha ejecutado a cientos de integrantes de Ejércitos rivales e incluso a integrantes de sus fuerzas a los que ha considerado espías o desertores.
Su estrategia mediática post-Kasasbeh parece basarse en una masiva difusión oficial de ejecuciones contra musulmanes destinadas a ejercer el terror en la población y los países vecinos. Otro de los contenidos dice victimizar a tres acusados de malversar fondos: “Poniendo límite a la corrupción en Halab”.
Se trata de un video con el mismo tipo de tratamiento que las demás ejecuciones, pero esta vez es contra de civiles que, según su criterio, han cometido delitos imperdonables y son ejecutados de un tiro en la nuca en una plaza pública y a plena luz del día.
Luego, sus restos son colgados y exhibidos ante la muchedumbre. Este tipo de contenidos no solían ser tratados de la misma manera que las ejecuciones de rehenes occidentales, sino que se conocían por grabaciones caseras de los propios asistentes que las difundían.
Pero ahora ISIS está decidido a institucionalizar la aplicación de sus brutales asesinatos a través de estos videos, con un tratamiento de edición similar que los cortos que los hicieron conocidos en todo el planeta.
El último de sus sangrientos contenidos es la muerte de “un soldado de los alauitas en las manos del Estado Islámico” en Al Khayr. Es trasladado con el habitual uniforme naranja de sus prisioneros para ser ejecutado de un disparo en la nuca. Una vez más, queda en evidencia que el objetivo de la demostración es espantar a sus posibles rivales, y apuestan a ello sin escrúpulos desde la edición del material grabado.
Los efectos visuales ya son un clásico, pero en este caso incluso hacen correr el video hacia adelante y atrás en el momento en que el proyectil hace estallar la cabeza de la víctima, para luego dedicar largos planos en cámara lenta a mostrar la sangre derramada.
Las razones de esta campaña de terror que sigue la línea del crimen de Kasasbeh se basa en algo que uno de los promotores occidentales del Estado Islámico, el imam británico Anjem Choudari, trata de justificar diciendo que se trata de tácticas “lógicas”.
“Una de las reglas de los musulmanes en la guerra es aterrorizar al enemigo. El Corán lo dice en el capítulo 8: ‘Prepárense todo lo que puedan para aterrorizar al enemigo'”, dice Choudari. Una vez más, ISIS parece seguir el brutal mensaje de muerte que promociona este clérigo desde Londres.
Fuente:infobae.com
