Francisco Gil White - Enlace Judío MéxicoAbierto a todo público –

– El viernes 13 es el último día para inscribirse al curso –

MAY SAMRA – Francisco Gil-White, doctor en antropología por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), es autor de una teoría sobre los orígenes del racismo que ganó el New Investigator Prize de la prestigiada Human Behavior and Evolution Society. Colaboró con Shie Gilbert, el testigo de Shoá (Holocausto) más importante de México, y con su hijo Arón Gilbert, en la producción de El Último Sobreviviente, un importante testimonio de Shoá. Su investigación sobre la historia política de Occidente y el papel del antisemitismo es el tema de un curso—abierto al público—que imparte en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) a partir de Febrero 18, 2015. Lo entrevistamos sobre la temática de su curso, los detalles del cual pueden consultarse aquí:

MAY SAMRA: Entiendo que estás por impartir un curso en el ITAM relacionado con los temas de la política y el antisemitismo.

FRANCISCO GIL-WHITE: Sí. El curso se llama “La Historia Política de Occidente y el Antisemitismo,” y empieza el 18 de febrero, con una duración de 10 semanas.

MAY SAMRA: ¿Está abierto al público en general o solo a estudiantes del ITAM?

FRANCISCO GIL-WHITE: Al público en general. Es un curso de extensión, o sea que cualquier persona, aunque no sea estudiante del ITAM, puede inscribirse. Escogimos un horario nocturno para que la gente que trabaja pueda asistir.

MAY SAMRA: ¿De qué se trata el curso?

FRANCISCO GIL-WHITE: El curso aborda la geopolítica de las potencias occidentales, el conflicto entre el islam y Occidente, y en especial el conflicto árabe-israelí, para con ello comprender mejor las probables consecuencias de la problemática actual para nuestras libertades futuras. Pero quiero hacerle caso al filósofo Baruch Spinoza. Él decía: “Si quieres un presente distinto del pasado, estudia el pasado.” Si queremos un presente (y futuro) distintos, hay que entender la 2a Guerra Mundial y la forma como se construyó el mundo de posguerra en Occidente. Esos eventos están inscritos en procesos más grandes, pero es difícil verlos a menos que se examinen los grandes patrones de la historia política occidental en los últimos 2500 años, desde los imperios grecomacedonios hasta el día presente. Eso hacemos en el curso.

MAY SAMRA: ¿Y el antisemitismo?

Es un tema central del curso, pues la cultura y religión judías, como analizamos en este curso, han jugado un papel central –y sin embargo poco reconocido—en la liberación intelectual y política de los pueblos occidentales. El curso examina este papel central del pueblo judío, y busca en ello las causas del antisemitismo violento.

MAY SAMRA: ¿Estás diciendo que los judíos son perseguidos por liberadores? ¿No es paradójico lo que dices?

FRANCISCO GIL-WHITE: Así parece de reojo, pero se entiende. Hay quienes buscan oprimirnos a todos, y son enemigos especiales, por estrategia obvia, de quienes tengan talento para liberarnos. El argumento, pues, es que debido al genio liberal e igualitario de la tradición judía, los opresores en Occidente han promovido desde siempre la propaganda antisemita en sus esfuerzos de evitar que el pueblo judío juegue su papel liberador. Se demoniza al pueblo judío para tratar de oprimir a todos.

MAY SAMRA: ¿Qué evidencia apoya esta tesis?

FRANCISCO GIL-WHITE: De hecho el siglo 20 brindó la demostración más dramática. Los instigadores de la 2a Guerra Mundial buscaban la esclavitud de todos, y asesinaron a más de 60 millones de personas para conseguir sus metas de subyugación. Es famoso que tenían una enemistad especial con el pueblo judío. En primer lugar, utilizaron el antisemitismo de forma estratégica para impulsar el fascismo y así eliminar de forma general las libertades de todos. Y el enorme esfuerzo que hicieron para exterminar al pueblo judío europeo sugiere que lo consideraban el mayor obstáculo a sus metas de opresión.

Pero no es todo. Lo sucedido en la 2a Guerra Mundial repite patrones muy viejos. A lo largo de la historia occidental, los principales enemigos del pueblo judío, responsables de organizar grandes matanzas antisemitas, han sido también responsables de privar a la gran mayoría de los occidentales de sus libertades, y de atentar contra todos sus derechos.

MAY SAMRA: Se ha dicho mucho que el judaísmo es el “canario en la mina,” que cuando se persigue a los judíos viene una persecución de todos. Pero tú estás proponiendo un argumento distinto al del “chivo expiatorio.” Según lo que dices, el antisemitismo es funcional para los opresores, es una herramienta ideológica para la opresión generalizada.

FRANCISCO GIL-WHITE: Así es. Y como no lo entendemos, somos fácilmente manipulables, y cada generación sucumbimos nuevamente a la propaganda antisemita, y cooperamos con los procesos que nos esclavizan y destruyen.

MAY SAMRA: ¿Pero cómo es que el pueblo judío juega un papel liberador?

FRANCISCO GIL-WHITE: Según la tradición del Éxodo, la Torá, es decir la Ley de Moisés, el cuerpo de normas que define la identidad judía, tiene su origen en una revuelta de esclavos contra un rey egipcio, y la ley de hecho aparece como culminación de la revuelta. Por eso está diseñada con tanto cuidado para proteger a la gente más vulnerable y pobre de la sociedad: es una ley utópica, para evitar que la gente común pueda ser oprimida y pisoteada de nuevo. La Ley de Moisés es la ley de los esclavos liberados. Desde la antigüedad, el judaísmo ha enseñado que la gente común tiene derechos y que oprimirla es pecado.

MAY SAMRA: ¿Entonces los judíos han sido perseguidos por razones políticas?

FRANCISCO GIL-WHITE: Esa es la tesis. La propaganda antisemita puede valerse de muchos argumentos en la superficie, y estos pueden cambiar en distintos lugares y épocas, pero la razón de fondo es siempre política. Lo vemos desde el principio. Las aristocracias castrenses grecorromanas de la antigüedad habían creado sociedades organizadas alrededor de la guerra externa para procurarse enormes multitudes de esclavos, brutalizados a diario, cuyo trabajo representaba la base de la economía entera. Para estas sociedades, la prédica de Moisés, que exigía libertad y justicia social, representaba una terrible amenaza y de hecho abundan escritos de los aristócratas romanos expresando muy claramente el problema que percibían. No es coincidencia que el Imperio Romano exterminara a los judíos en los siglos primero y segundo, en un Holocausto que en términos proporcionales, según los historiadores, asesinó a más judíos inclusive que Hitler.

MAY SAMRA: ¿El curso entonces examina los paralelos entre los ataques antijudíos a través de los siglos, y las consecuencias políticas para todos los occidentales?

FRANCISCO GIL-WHITE: Precisamente. En este curso analizamos cómo la política de Occidente a lo largo de los siglos ha sido producto de una confrontación entre dos herencias occidentales, la grecorromana y la hebrea, y cómo el movimiento moderno hacia el liberalismo, la igualdad, y la democracia son consecuencia de que los valores judíos hayan cobrado cada vez mayor importancia. No hemos sabido reconocerlo todavía, ni mucho menos agradecer en su debida proporción al pueblo judío por su papel liberándonos a todos, pues seguimos obnubilados por la propaganda antisemita, pero el patrón histórico en realidad es bastante claro. Sin el pueblo judío no habría democracia moderna, cosa que los enemigos de la libertad, los reaccionarios poderosos, ellos sí, han entendido siempre.

MAY SAMRA: Gracias, Francisco. Solo una pregunta más. ¿Cuál es tu formación religiosa?

FRANCISCO GIL-WHITE: Yo soy de familia católica, y fui educado católico. Mi interés por este tema es como antropólogo e historiador enfocado principalmente en el tema del racismo.