SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO –El difunto líder libio, el coronel Muammar Gaddafi, predijo que el Islam conquistaría Europa sin siquiera disparar un solo tiro. Para entender y explicar el destino que espera a Europa, es necesario escuchar seriamente lo que las altas esferas del Islam se dicen sobre sus propias intenciones – en árabe . Estos mensajes son muy diferentes de los de la televisión occidental. Lo que se dicen uno al otro es que la misión del Islam es dirigir el mundo entero y erradicar a todas las otras religiones, ya que el Corán las ha hecho irrelevantes.
por Bassam Tawil
Su doctrina aparece abiertamente y sin reservas en los libros y en los sitios web. Se transmite en los idiomas locales en las mezquitas de los imanes en sus comunidades a través de Europa. Estas comunidades funcionan de acuerdo con un código islámico antiguo: Ordenan la inmigración; entonces forman enclaves en el país anfitrión, luego la violenta toma eventual del anfitrión.
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Una vez completado este proceso, todas las comunidades islámicas se unen para formar el califato islámico. No tendrá fronteras y ninguna otra identidad. Entonces habrá paz. Este, dicen, era el estado de cosas bajo Mahoma y este será el estado de cosas en el futuro.
Es notablemente evidente para nosotros, sin embargo, que el mundo se niega a escuchar lo que los islamistas están diciendo. A cualquier persona que se atreva a emitir una advertencia se lo llama, entre otros nombres, alarmista o racista.
En las raras ocasiones en que un experto advierte del peligro próximo, los medios de comunicación a nivel mundial le convierten en objeto de desprecio y burla. Parece que no hay el más mínimo deseo ni siquiera de mirar a la ideología islamista. Al Jazeera, dirigida por el emir de Qatar para promover el Islam radical, ha dado instrucciones a su división estadounidense de no utilizar las palabras “terrorista”, “militante”, “extremista”, “yihad” e “islamistas”. ¿Realmente alguien cree que lo hacen para promover la transparencia?
A lo largo de la historia, la sociedad ha pasado por alto – y muchas veces incluso perseguido – a cualquier mensajero que dice cosas que no le gustan, como Giordano Bruno, quemado en la hoguera en 1600 por herir el narcisismo del mundo por proponer que las estrellas eran otros soles que podrían tener otros planetas. Recientemente, el experto en terrorismo mundial Steven Emerson, quien hizo el documental de 1994 “Los terroristas entre nosotros: la Jihad en América”, sobre los peligros que EE.UU. enfrentaría del islam radical, ha sido vilipendiado y ridiculizado por un exagerado comentario sobre Birmingham. Su disculpa puede haber reflejado un error sobre los hechos, pero su mensaje central era correcto. No niega su advertencia sobre el peligro futuro que estos enclaves musulmanes presentarán a Europa. París no es la única ciudad con áreas fuera de los límites de la policía. Cada turista que va a Marsella, Colonia, Berlín y Frankfurt es advertido por los habitantes locales sobre los lugares que deben ignorarse.
Lo mismo es cierto de Stephen Coughlin, que era un comandante en una unidad de Inteligencia Militar del Ejército de Estados Unidos. Se le pidió que, como abogado, prepare un informe sobre la ley de la sharia islámica, que pronunció, en julio de 2007, un meticuloso, minucioso y bien documentado informe: “En gran detrimento nuestro“: Ignorar lo que los extremistas dicen de la Yihad” . Fue rápidamente despedido. Al parecer, había llegado con la respuesta “incorrecta”. El Ejército de Estados Unidos, al parecer, había esperado oír que la ley islámica no era muy diferente de la Carta Magna.
Todos los comentaristas en Europa tenían una opinión sobre los ataques terroristas en la oficina de Charlie Hebdo y el supermercado kosher en París. Reverencialmente discuten la motivación de los terroristas, la atmósfera anti-musulmana en Europa y la preocupación por los ataques de la yihad global adicionales, pero mostraron penosamente poco entendimiento del significado de la yihad. Si la yihad es una lucha interior, y las personas que lo practican son muyahidines, hay una serie vertiginosa de gargantas cortadas, hombres sedientos de sangre, cuchillo en mano, por ahí que libran la lucha interior.
La portada de Charlie Hebdo después del ataque ilustra la misma debilidad de Europa, que es explotada por los islamistas. La portada muestra a Mahoma, con una lágrima, alineándose con el humanismo europeo. Para todos los musulmanes en el planeta, que gritaron la debilidad de Francia, su creciente rendición ante la amenaza islamista, y la creciente fuerza del Islam.
La verdadera amenaza a Europa no viene de los musulmanes locales que fueron a luchar en las filas de ISIS y ya han regresado. La verdadera amenaza viene de los que ya están en sus enclaves en Europa, que están a punto de atacar a sus países de acogida. Han visto que sus motines, incendios, vandalismo y robos espantan a los occidentales, los bomberos y la policía. Solo en la víspera del último Año Nuevo en Francia, “sólo” fueron incendiados 940 coches– bajando, el Ministerio del Interior francés anunció con orgullo, de los 1067 del año anterior.
Esta tendencia – ya sea para matar al mensajero o despreciarlo – también a menudo resulta en culpar a la víctima. Los judíos deben haber “hecho algo”, dice la idea, para que los nazis quieran exterminarlos a todos; “deberían haber luchado”, y “debe haber sido culpa suya”.
Los islamistas radicales aseguran al mundo que los ataques en París en Charlie Hebdo y el supermercado kosher no eran más que un complot sionista. Afirman que el motivo del ataque en el supermercado kosher era convencer a los judíos de inmigrar a Israel, para ayudar a Benjamin Netanyahu a ganar las próximas elecciones israelíes. Cómplice de Irán, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, intentó la misma táctica, dando a entender que los judíos estaban detrás del reciente asesinato de Alberto Nisman, el fiscal federal que estaba a punto de atestiguar cómo los líderes de la Argentina encubrieron la responsabilidad de Irán por el atentado de 1994 en el centro comunitario AMIA en Buenos Aires.
También ha habido colaboración entre los gobiernos europeos y las organizaciones terroristas en ofertas cínicas, supuestamente para impedir ataques en suelo europeo. Esta colusión es muy probablemente la razón por la Francia se ha negado a designar a Hezbollah como organización terrorista por tanto tiempo. También es muy probablemente la razón por la que Hassan Nasrallah se diera ridículamente tanta prisa en condenar los ataques terroristas en París, a pesar de su apoyo incansable para matar “infieles” y aquellos que “le faltan el respeto” al Islam. Esta lista incluye tales “criminales” internacionales como Salman Rushdie por su libro Los versos satánicos, Anwar Sadat, quien hizo la paz con Israel, y Yasser Arafat por la firma de los Acuerdos de Oslo.
Otro ejemplo sospechoso de las “acogedoras” relaciones internacionales es la eliminación “temporal” de Hamás de la lista de la UE de grupos designados terroristas, a pesar de ser cristalinamente claro que Hamas está devastando a su propio pueblo, así como a la Autoridad Palestina e Israel, y que nunca pierde la oportunidad de sabotear cualquier intento de llegar a un acuerdo de paz.
Lo que no está claro hasta ahora es lo que recibirán Francia y el resto de Europa a cambio de su estupidez, además – como seguimos viendo – de la promesa perpetuamente roto de “no habrá más ataques”.
Europa, hedonista y deshonesta, al parecer está dispuesta a hacer un trato con cualquier dictador violento, incluido el potencialmente más violento: un Irán umbral nuclear.
Los apologistas de hoy de las organizaciones terroristas son las víctimas de mañana.
Bassam Tawil es un académico basado en el Medio Oriente.
Fuente: Gatestone Institute
https://www.gatestoneinstitute.org/5228/islamist-threat-europe
