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YULI EDELSTEIN – TRADUCIDO POR ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Imagine por un momento que su vecino que su vecino se dedica a alguna ciencia que puede dañar su casa e incluso matarlo, si así lo desea. Su mejor amigo, que vive a cierta distancia, fuera del alcance del daño, puede poner fin a la amenaza, pero ahora intenta legalizar el peligroso trabajo de su vecino. ¿Qué haría entonces?

Esta es la situación que enfrenta Israel en la víspera del discurso del Primer Ministro Benjamín Netanyahu ante el Congreso, un discurso precedido de tanto protocolo y partidismo que parece que con tanto árbol no vemos el bosque. Está claro que durante más de una década, Irán ha estado desarrollando capacidades nucleares ilícitamente, burlándose abiertamente de los esfuerzos para supervisar su avance, en conformidad con las directrices internacionales. Durante ese periodo, Irán ha trabajado asiduamente para ampliar su influencia en todo el Medio Oriente. El dinero, las armas y entrenamiento iraníes han permitido que Hezbolá y Hamas se clasifiquen como las organizaciones terroristas más peligrosas del mundo, al igual que Al Qaeda y el Estado Islámico. Mientras tanto, Irán nunca ha ocultado su odio hacia Israel o su deseo de eliminarlo de la faz de la tierra.

La comunidad internacional ha tomado conciencia de los graves peligros que representa un Irán nuclear y se ha unido en un esfuerzo noble y necesario para para poner fin al proyecto iraní. Ningún logro podría ser más importante que solucionar este problema pacíficamente mediante negociaciones que mantienen las sanciones sobre Irán y aseguran que esté libre de centrífugas, reactores de agua pesada, instalaciones de enriquecimiento y programas para el desarrollo de sistemas de suministro intercontinentales.

Tenemos la oportunidad histórica de desmantelar el programa nuclear de Irán; por desgracia, el acuerdo que está tomando forma es mucho menos de lo que podemos lograr. El acuerdo propuesto pondrá límites sobre el programa nuclear de Irán, pero no lo eliminará e incluso, a largo plazo, lo contendrá. Pese a que Irán estaría sujeto a inspecciones internacionales rigurosas, nunca se han reflejado en su programa nuclear – ni siquiera durante la actual ronda de negociaciones, según un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

En lugar de detener la propagación de la tecnología nuclear y hacer cumplir lo acordado, este pacto recompensaría a Irán por desafiar las normas internacionales y alentará a otros países a hacer lo mismo. Si no aprovechamos la oportunidad de cortar de raíz las ambiciones de Irán corremos el riesgo de que nuestros hijos hereden el problema y que tengan que enfrentarse a un régimen con armas nucleares. Esta situación plantea serias amenazas al mundo y la seguridad de Israel.

Ante el tácito consentimiento internacional de la existencia de un régimen nuclear hostil en el umbral de nuestra puerta, como líder responsable, el primer ministro está tomando las medidas necesarias al dirigirse a los amigos de Israel, el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos, mediante el discurso ante el Congreso programado para hoy, 3 de marzo.

Como presidente de la Knesset, insisto que la única manera adecuada en la que los líderes extranjeros pueden dirigirse al pueblo israelí es mediante sus representantes electos, en la Knesset. Lo mismo se aplica para los Estados Unidos. Ningún lugar, conferencia o programa de televisión es más adecuado para dirigirse a la opinión pública estadounidense que la sesión conjunta del Congreso, en el que cada grupo, cada estado y cada ciudadano están debidamente representados.

El apoyo del Congreso a Israel no es un asunto partidista en Estados Unidos; la amistad entre ambos países se refleja en ambos lados del espectro político. Mis propias conversaciones con altos miembros del Congreso en las últimas semanas han confirmado que ellos comprenden y aprecian nuestras preocupaciones y siguen comprometidos con la seguridad de Israel. De hecho, ellos consideran que el discurso del primer ministro es una oportunidad para escuchar un enfoque importante que puede contribuir a una cuestión de importancia mundial.

El discurso de hoy no es acerca de la carrera nuclear de Irán o sobre Israel únicamente. Se trata de si nosotros, como pueblos libres comprometidos a los ideales democráticos, somos capaces de mantenernos juntos y resistir la tentación de ceder ante nuestros enemigos. Frente al acuerdo que probablemente se consolidará en un mes, debemos unirnos para luchar contra este mal en todas sus formas.

Nuestro enemigo mutuo sigue trabajando. Tenemos la oportunidad de detenerlo, no la desperdiciemos.

Yuli Edelstein es Presidente del Parlamento Israelí, la Knesset.

Traducido desde LA Times para Agencia de Noticias Enlace Judío México.