ELENA BIALOSTOCKY Y MIRIAM BALEY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El historiador Elías Barrocas, quien vivió en Venezuela y actualmente reside en Estados Unidos, visitó México para impartir la conferencia “Hernando Alonso y sus Tradiciones: Primera Víctima de la Inquisición en México”, en la que habló sobre los judíos sefaradíes.

En entrevista exclusiva con Enlace Judío, comentó que vino a nuestro país, además, a visitar a su familia, a la que hace mucho tiempo no veía, y a conocer un poco más de la comunidad judía, especialmente, la sefaradí.

Elías barrocas comentó que éste ha sido su primer contacto con la comunidad judía de México y que el recibimiento lo hizo sentir “como en casa. “Pude constatar que todavía hay personas que no hablan ladino pero que lo entienden muy bien y ése es uno de los objetivos en mi vida: que el ladino no muera como, igualmente, me gustaría que el yiddish no muriera. Son culturas judías y, cuando se muere una lengua, se muere una cultura y una época”. Lo que él opina es que se debe encontrar la manera de que la gente joven aprenda el ladino y que las que lo llegaron a escuchar en sus casas, lo recuerden.

Comenzó hablando de Hernando Alonso, un personaje muy interesante de la historia de los judíos, mismo que fue la primera persona que murió quemada en México por la Inquisición en 1528. El hecho por el cual fue ejecutado no ha sido descifrado por los historiadores, ya que el mismo no ocurrió en nuestro país. Se dice que él bautizó a su hijo por segunda vez en Cuba pero eso “no era un acto sustitutivo de la circuncisión como lo dijeron los historiadores mexicanos, sino que era una costumbre sefaradí que existía en la Península Ibérica, llamada Fada”. Y, como pocos rabinos conocen del folklore sefaradí, no pudieron comprender el por qué.

No se sabe si Hernando Alonso era un criptojudío o una persona que mantenía ciertas costumbres judías. Tuvo una participación muy importante en la conquista de México, ya que él hizo los bergantines (carabelas) para la conquista de Tenochtitlán; después, tuvo un señorío de Actopan y llegó a tener el monopolio de la comercialización de la carne en la Ciudad de México.

Fue Hernando Alonso quien “le vendió la carne a Hernán Cortés para venir a la conquista de la Nueva España. Se quitó su cadena y medallón y se los dio a Hernando Alonso para que pudiera pagar la multa por haber dejado a la ciudad sin carne un día. En ese momento comenzó una relación entre Hernando Alonso y Hernán Cortés”.

Según parece, Hernando Alonso tuvo un hijo con una mujer india en Cuba. Durante Semana Santa, se realizó una ceremonia en la que bañaron al niño- unos dicen que con agua y otros, con vino- y se cantó un salmo que se canta en Pésaj. “En los Estatutos de la Fe que publicaba la Inquisición, se especificaba que una de las cosas que distinguía a los judíos era hacer Fada, es decir, bañar al niño con trigo, perlas, oro y plata”. Dicha tradición se ha perdido y únicamente se sigue realizando en la ciudad de Esmirna (Izmir, en turco), Turquía, en la que “colocan a la niña- ya no se le hace al niño- en una cesta con almendras confitadas y joyas de la familia; cada miembro de la familia directa enciende una vela, le da una bendición y toma una almendra”. La ceremonia, también llamada Ceremonia de las Siete Candelas, se realiza para desearle un buen mazal (suerte, en hebreo) a la bebé.

Un día, estando en su casa, la esposa de Hernando Alonso le dijo que iba a ir a la Iglesia y él le dijo que no porque estaba menstruando (existen muchas reglas y prohibiciones para las mujeres en el judaísmo por la llamada “impureza”). Un hombre lo escuchó y lo delató. Hernando Alonso murió quemado a los 80 años de edad.

LOS CONVERSOS.

“El fenómeno del converso aparece en España” y, “en general, en la Edad Media prácticamente no hubo judíos conversos”. Durante las Cruzadas, muchos de los judíos a los que obligaban a convertirse, preferían suicidarse.

Según Barrocas, el fenómeno del converso aparece en 1391 durante la primera gran revuelta en la ciudad de Sevilla, en la que el cura Ferrán Martínez incitó al pueblo a destruir las veintidós sinagogas de la ciudad y, después de dos años de lucha, lo consiguió. “Hubo desmanes y pogromos en Sevilla y la revuelta se extendió prácticamente a toda la geografía Ibérica, excepto Portugal. En esa época, cien mil personas, forzadas y amenazadas con un puñal en la garganta, acudieron a las iglesias a bautizarse. Ahí comenzó el fenómeno del converso”. Continuó explicando que en todo el siglo XIV hubo luchas para convertir a los judíos: con Vicente Ferrer en 1440 y la última y mayor conversión se dio durante la expulsión en 1492; los que no se fueron exiliados, se convirtieron.

¿QUÉ ES UN CRIPTOJUDÍO?
Elías Barrocas dijo que “es el judío que se ha convertido de manera forzada o que realmente acepta otra religión. Con esto, pueden suceder dos cosas: una es que la persona que acepta el cambio de religión se arrepienta después o que lo haga por oportunismo para liberarse de las trabas que le impiden progresar económica y socialmente; la otra es que el judío comience a vivir una doble vida, es decir, a presentarse ante la sociedad como un buen católico converso y a encender velas de Shabat o procurarse carne kosher o ir escondido a la sinagoga en la noche de Kol Nidre”.

El estudio del criptojudaismo puede hacerse desde el punto de vista católico y desde el punto de vista religioso. Un rabino dirá que si no hay un seguimiento por línea materna, la persona no es judía. Son dos ramas completamente diferentes y no deben mezclarse aunque, en el medio, “hay toda una serie de personas que, con toda intención de entrar en el Judaísmo, están diciendo ‘yo soy bnei anusim, soy sefaradí’”.

EL REGRESO AL JUDAÍSMO.

“En toda la historia de América, solamente hubo un regreso al Judaísmo y se dio en la isla de Jamaica, donde nunca hubo Inquisición porque estaba bajo la protección de la familia Colón y, cuando los ingleses la conquistaron, los judíos que ahí estaban volvieron paulatinamente al Judaísmo. Cuando Recife fue ocupada por los portugueses, muchos huyeron a Ámsterdam pero la mayoría se fue a la selva o a otros lugares y volvieron al criptojudaismo”.

El grupo más grande de descendientes de judíos se encuentra en México y, más que nada, en Brasil.

Para llegar a América, se debía presentar un Certificado de Limpieza de Sangre, lo cual fue una de las cosas más interesantes de la política anti judía sefaradí. “Obligaron al judío a convertirse pero, cuando éste comenzó a entrar en las cortes y en la administración pública y empezó a aumentar su riqueza, empezó otro problema porque no eran judíos conversos sino cristianos nuevos”. Elías explica que la gente decía ‘no eres igual que yo; yo soy cristiano viejo y tú, cristiano nuevo’, así que se crearon las Leyes de Valladolid con “estatutos que indicaban que, para subir a ciertos cargos públicos, a la Iglesia o a las órdenes militares, había que demostrar por padre y madre, por cuatro generaciones, que eran cristianos viejos”. Se establecieron los estatutos para emigrar a América; empezó a haber mucha falsificación de documentos y, por ende, hubo una “gran afluencia de personas de origen judío que vinieron a América. Algunos se asimilaron dentro de la sociedad cristiana y otros mantuvieron ciertas costumbres”.

Con el descubrimiento del genoma judío, han llegado otros problemas. “Mucha gente me pregunta ‘¿cómo estas personas tienen el ADN judío pero tienen todas las enfermedades de los askenazí?’ y les respondo que son personas de Rusia, Polonia o cualquiera de los países de Europa del Este que vinieron a América y se casaron con personas indias nativas y tuvieron descendencia. Ellos no son Bnei Anusim, sino descendientes de judíos (pero no de conversos) y que, por asimilación, han formado una nueva raza. El primer nacido en América, Miguelito, hijo de Miguel Díaz de Aux, es hijo de un converso con una india”.

LA COMUNIDAD DE VENTA PRIETA.

“Lamentablemente no he tenido contacto con esa comunidad pero he seguido la historia y, si ellos realmente lo eran o no, después de tres generaciones, lo han sido por la comunidad. Yo soy liberal y creo que a una persona que quiere ser judía no le debemos cerrar las puertas, si es sincera”. Dice que probar la genealogía es muy difícil y que, de hecho, sólo conoce a dos personas que lo han logrado y una de ellas ya se había convertido antes de poder demostrar su genealogía.

“De los chuetas de Mallorca, sabemos que son judíos y que han sido reconocidos como tal pero prefieren seguir siendo católicos. Saben que son descendientes de judíos pero no quieren volver al Judaísmo”.

El entrevistado explicó que pueden suceder tres cosas: personas que dicen ‘soy descendiente de judíos y me vuelvo judío porque es la venganza por lo que le hicieron a mis padres’; los que dicen ‘estoy orgulloso de tener sangre judía pero practico mi religión’; o los que piensan ‘desciendo de judíos pero no me importa, soy católico, pentecostal, bautista o lo que sea’.

EL LADINO.

“El idioma ladino fue creado durante el Imperio Otomano entre los refugiados que llegaron- primero de España y luego de Portugal. Durante la expulsión, muchos llegaron a través de Italia o Francia y tenían comunidades escondidas en varias ciudades”. Por ello, la lengua ladina tiene mezclados el castellano, aragonés, catalán, portugués, italiano y francés. A la gente que le dice ‘yo hablo ladino’, le contesta que eso no es posible porque el ladino nunca llegó a América y que algunas palabras o frases utilizadas por sus familiares son realmente del castellano antiguo. Un ejemplo es la palabra mesada que solamente se utiliza en México y que significa el salario que se recibe mensualmente. Esa palabra no se usa en el resto de América pero sí la utilizan los ladino hablantes.

“Lo que hizo al ladino un idioma más homogéneo dentro de las múltiples ciudades y juderías fue la publicación del Meam Loez, la mayor obra literaria del ladino. Aunque consolidó la lengua, tuvo después influencias, especialmente del francés”.

Hasta cierto punto, se puede decir que la forma en que se creó el ladino es la misma forma en que se creó el yiddish porque en el segundo caso se trata de “judíos que adquirieron la lengua alemana y la mezclaron con hebreo. En el yiddish, hay mucho más hebreo que en el ladino, en el cual tenemos hebrero y arameo”.

PERSONAJES  INFLUYENTES.

Don Isaac Abravanel fue el Ministro de la Reina Isabel y Abraham Senior, el Tesorero, y ambos estaban en la Corte. Sobre el primero se dice que hay una carta, “no estoy seguro de que sea real”, que le dice a la Reina Isabel que España no prosperará y los judíos no la olvidarán.

“Como historiador”, enfatizó Elías Barrocas, “es un personaje que más representa la entereza de aquellas personas que prefirieron perder sus bienes, casas, tierras, las tumbas de sus familias y salir al exilio y quedarse con la Ley de Moisés”- en los documentos de la Inquisición, se dice ‘practicante de la herejía de la extinta Ley de Moisés’ porque la Iglesia Católica decía que esa ley se había extinto y que ellos eran el nuevo Israel.

CRISTÓBAL COLÓN.
Existe mucha controversia entre si Cristóbal Colón era judío o no y para nuestro entrevistado “el pensamiento colombino es netamente judío”.

Colón conocía la Biblia; vivía en una época en que estaba prohibido traducir la Biblia a otro idioma y, además, no la podían poseer los feligreses. Nos dice Barrocas, además, que el conocimiento bíblico de Colón no era de un cristiano sino de un judío, ya que, al referirse al Beit Hamikdash- el Templo de Jerusalén- “lo hace de forma judía”. Sin pronunciar ‘beit’ (casa), hablaba de la primera y la segunda Casa y señalaba los años en que fueron destruidas. Dichos años corresponden a las fechas dadas por los rabinos y no por los historiadores y eso solamente lo hace un judío.

Las personas a las que él escribió regresando a España no eran los reyes católicos sino aquéllos quienes sufragaron los gastos: Luis de Santangel y Juan Sánchez.

“Sabemos que Colón se reunió toda su vida con conversos o hijos de conversos. Todos los personajes que tuvieron contacto con Colón fueron los dos judíos de la Corte y los demás conversos. ¿Por qué tenía tan buena relación con ellos? Porque había algo en común”.

¿POR QUÉ TU INTERÉS POR LOS JUDÍOS DE ESPAÑA?

“La historia de los judíos de España es muy interesante y complicada. A mí me inspiró el historiador Mordejái Arbell, quien hizo un libro muy interesante sobre la presencia de los judíos en El Caribe y en América. Me dijo que en mi país no había judíos porque estaba bajo el régimen de la Inquisición pero, seguramente, hubo personas descendientes de judíos”.

Elías Barrocas explicó que la historia cambia según el punto de vista pero, aun así, como historiador, no se puede juzgar sino que debe estudiarse el pensamiento de la época y preguntarse: “¿Cómo habría actuado si hubiera vivido en ese momento en México, España, El Caribe o dónde sea?”. Un ejemplo de esto es la esclavitud que es criticada por las personas. Sin embargo, el entrevistado continuó diciendo que “la esclavitud  no era condenada por ninguna religión”- ni por el Cristianismo, ni por el Judaísmo ni por el Islam. “Era una cosa normal”. En esa época hubo esclavos blancos, árabes, judíos porque abundaban las guerras y los prisioneros eran hechos esclavos. “La esclavitud comienza prácticamente desde la época del imperio egipcio. Era una forma de vida y el esclavo no era visto como un ser humano, sino como una mercancía”.

ESPAÑA Y PORTUGAL/ SU OFRECIMIENTO DE NACIONALIDAD A SEFARADÍES

Por otro lado, y hablando de la época actual, tanto Portugal como España están arreglando para darles pasaportes y regresarles la nacionalidad española y portuguesa a los sefaradíes. ¿Qué tan viable o no viable es?

Según Barrocas, “no hay mucho en concreto en eso” porque estos países “quieren quitarse esa mancha tan grande de la historia. El hecho de entregarles la ciudadanía a los descendientes de los judíos expulsado me parece un acto que trata, de cierto modo, de auto perdonarse”. La impresión de Barrocas es que hay una especie de filtro y que “no se quiere a todos los judíos sefaradíes, sino a la élite de éstos”. Se trata de un proceso en el que se debe viajar a España y presentar la documentación ante un notario, lo cual implica un alto costo. Probablemente se tenga que regresar para recibir los papeles de ciudadanía.

“Existen muchas controversias porque hay judíos en América y en otros países que no precisamente se irían a España pero que se sentirían más seguros teniendo un pasaporte español o portugués; eso les abriría las puertas para el resto de Europa”.

LA COMUNIDAD JUDÍA DE MÉXICO.

Para finalizar, Elías Barrocas expresó que está muy impresionado con la comunidad judía de México porque es próspera y trabaja duro. Opina que se debe lograr que “cada niño y niña judíos que acudan a una escuela judía, continúen la vida judía en movimientos juveniles”. Se considera un defensor de que los jóvenes sean parte de las dirigencias de las comunidades porque “muchas se han perdido porque no aceptaron a los jóvenes. Si no les transmitimos a los jóvenes herencia e identidad judías e identificación con el Judaísmo, nos asimilamos”.

A pesar de que la comunidad judía de México no es tan grande como la de otros países, es muy hermosa y sólida y “les deseo que prosigan y que le den continuidad al judaísmo en México”.
Agregó que se debe continuar enseñándoles judaísmo a nuestros hijos porque “podemos querer a México, al judaísmo y a Israel”.