SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La familia del adolescente de Jerusalén asesinado por Estado Islámico dice que fue seducido por mentiras.

Por Daniel K. Eizenbud

Padres de Muahammad Said Musallam
Los padres del adolescente israelí Muhammad Said Musallam, a quien supuestamente le disparó un niño en un vídeo de Estado Islámico, reaccionan el martes, viendo fotos suyas en su casa de Jerusalén. (Foto: REUTERS)

Viendo el vídeo de su hijo en su televisor de pantalla grande, momentos antes de que un niño armado lo matara de un disparo, la madre de Muhammad Said Musallam, Hind, apartó los ojos. Su padre, Said, miró fríamente la pantalla. 

Sentado en la sala de estar de su modesto apartamento en el barrio mayormente judío de Jerusalén Neveh Yaacov el miércoles Said vio cómo su hijo, vestido con un mono naranja, declaraba que era un espía israelí. 

El vídeo, publicado el martes, muestra al joven de 19 años de edad, de rodillas en un campo vacío, con un hombre y un muchacho blandiendo una pistola de pie detrás de él. El chico, vestido con uniforme de camuflaje, dispara a Muhammad en la cabeza, y luego dispara tres tiros más en su cuerpo sin vida.

El hombre alaba al niño en francés como uno de los “cachorros del califato”, antes de amenazar a Israel. 

Los medios franceses han identificado al hombre como Sabri Essid – el medio hermano de Mohamed Merah, que mató a un rabino y tres niños en una escuela francesa judía, así como a tres soldados franceses en marzo de 2012. 

Según una fuente de la policía francesa, los funcionarios en Francia investigan si el niño que aparece en el vídeo también tiene vínculos con el Merah inspirado en Al Qaeda. El servicio de inteligencia cree que el combatiente de habla francesa es Essid, y las autoridades están tratando de determinar si el niño es su hijo. 

Mientras los padres de Muhamad veían el vídeo de 13 minutos el miércoles sus otros tres hijos y una docena de otros miembros de la familia y amigos trataban en vano de consolarlos. 

“Muhamad se enteró del Estado Islámico en Facebook”, dijo su hermano mayor, Ahmad, de 29 años, mientras su padre seguía mirando la pantalla, y su madre lloraba en silencio. 

“Le prometieron dinero, un coche, una casa, una niña. Decidió ir a Siria en octubre para unirse a ellos”. 

Según Ahmad, Muhamad voló a Turquía en octubre. 

Dos semanas más tarde, su hermano le informó en Facebook que estaba con Estado islámico en Siria. 

“Le dijeron que tenía que casarse y luego pelear”, dijo Ahmad. “Creía que la guerra terminaría en tres o cuatro meses”. 

Sin embargo, al darse cuenta que el conflicto no acabaría pronto y que las promesas de riquezas eran una mentira, Muhammad llamó a sus padres hace dos meses en Skype para decir que quería a regresar a Israel, contó su hermano. 

“Estaba muy triste y quería volver”, dijo Ahmad. “Cuando [Estado Islámico] vieron que tenía miedo y quería volver a casa, sospecharon y afirmaron que era un espía. La historia del Mossad no es cierta”. 

Said, un conductor de autobús veterano en la empresa Egged, dijo que su hijo había sido engañado. 

“Entendí de mi hijo que ese Estado islámico le mintió”, dijo. “Mis otros tres hijos y yo estamos dispuestos a sacrificarnos e ir a la guerra y luchar contra el Estado Islámico del lado de Israel. El líder del Estado Islámico morirá como murió mi hijo. Su muerte está cerca”. 

Said dijo que a su hijo lo había asesinado porque sabía demasiado. “Muhammad sabía mucho del Estado Islámico – los mapas, territorios, lugares, todo”, dijo. 

“Estado Islámico tenía miedo que si regresaba a Israel podía darle la información al Mossad y destruirlos porque sabía todo”.

A pesar de la decisión de su hijo de unirse a la organización terrorista, Said hizo hincapié en que él y su familia estaban de parte de Israel. 

“Mi lealtad está con Israel, porque mi familia vive en barrios judíos y nadie nos da ningún problema”, dijo. 

“Creemos que somos una familia. Tenemos el mismo padre, Abraham”.

Cuando le preguntaron qué le diría a su hijo si tuviera una última oportunidad, Said se sentó en silencio por un momento. “Le diría que descanse en paz”, dijo. “No hay nada más que decir.”

Reuters contribuyó a este reportaje.

Fuente: The Jerusalem Post