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Netanyahu trajo su victoria al dirigirse a una parte de la sociedad israelí históricamente desatendida.
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Por Gil Hoffman
Los inmigrantes ashkenazim de europa oriental han disfrutado de una ventaja injusta sobre sus contrapartes sefardíes del norte de África y Oriente Medio. Las personas que pertenecen a lo que se llama “el segundo Israel” se han quejado desde entonces de ser discriminadas por las “élites” de la izquierda israelí, los medios de comunicación y el mundo académico.
El “segundo Israel” mostró su descontento por la forma en que los medios de comunicación intentaron deponer a Netanyahu a beneficio de la izquierda dirigida por los líderes de la Unión Sionista Isaac Herzog y Tzipi Livni, ambos hijos de ex miembros de la Knesset, criados cerca el uno del otro, en el norte de Tel Aviv.
Mediante su campaña “cualquiera menos Bibi”, la Unión Sionista inadvertidamente jugó en manos de Netanyahu.”
Reuven Adler, estratega de la campaña de la Unión Sionista, quien se unió a la misma sólo recientemente, dijo el miércoles por la mañana desde un principio estuvo en contra de dicha estrategia. En contraste, el estratega del Likud Aron Shaviv se dirigió a la derecha israelí adecuadamente. Shaviv propuso que Netanyahu ofreciera innumerables entrevistas, haciendo parecer que entraba en pánico (y lo estaba), mientras que el público entendió el mensaje.
Muchos israelíes que planeaban quedarse en casa o votar por uno de los partidos satélites del Likud se apresuraron a las urnas para votar por el Likud. Ciudadanos que no habían votado en años – o al menos no por el Likud – sintieron la necesidad de intervenir para “salvar“ a Israel de la izquierda, de Irán y de una comunidad internacional hostil.
Este lunes, Shaviv reveló una encuesta mostrando que por primera vez, menos del 50 por ciento del público consideraba que Netanyahu formaría el próximo gobierno. Él señaló que si este índice disminuía a un 40 por ciento, el Likud ganaría las elecciones.
Netanyahu tuvo éxito cuando apeló al “segundo Israel” y debido a eso, ganó un cuarto mandato.
Fuente: The Jerusalem Post
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