SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La familia real holandesa posee un cuadro de un maestro holandés que fue saqueado por los nazis durante la ocupación de los Países Bajos en la Segunda Guerra Mundial de Alemania, según un informe publicado el martes. 

"El Bosque de La Haya con una vista del Palacio Huis ten Bosch", del pintor del siglo 17 Joris van der Haagen
“El Bosque de La Haya con una vista del Palacio Huis ten Bosch”, del pintor del siglo 17 Joris van der Haagen

“Hallada una pintura donde había indicios de pérdida involuntaria de la posesión durante la ocupación alemana”, dijo el gobierno en un comunicado después de una investigación encargada por la familia real que examinó decenas de miles de pinturas en la colección real. Las autoridades habían contactado con los herederos del propietario original, que no fue identificado, para organizar el regreso de “El Bosque de La Haya con una vista del Palacio Huis ten Bosch”, del pintor del siglo 17 Joris van der Haagen. 

La obra fue adquirida para la Colección Real por la reina Juliana de Holanda, abuela del actual monarca, el rey Willem-Alexander, en 1960 a un marchante local en el mercado abierto. La entonces reina ignoraba su procedencia, pero la comisión señala que fue arrebatada en 1942 a un coleccionista judío. Como sucedió con el arte y el capital de las familias judías holandesas durante la ocupación nazi, la tela acabó en el banco Lippmann, Rosenthal y Co, de Ámsterdam. En teoría, la entidad debía guardar las posesiones de los judíos y protegerlas. En realidad, se apropiaba de todo.

El rey de Holanda, Guillermo Alejandro, ha decidido devolver el cuadro a los descendientes del marchante judío de arte al que le fue robado.

La colección de arte de la Casa de Orange está siendo analizada desde 2014 por un equipo independiente de expertos historiadores de arte a instancias del propio rey Guillermo Alejandro.

La comisión holandesa investiga la procedencia de las obras reunidas por la dinastía Orange desde 1933 incluidas en colecciones y museos. Los expertos presumen que se trata de la única tela dudosa guardada por la monarquía después de estudiar las 1.300 piezas que engrosaron los fondos de los museos nacionales, años después de la llegada de los nazis al poder en Alemania.

Según la investigación, otra pintura de la colección, “Paisaje con San Huberto”, cuya procedencia se había considerado dudosa, no fue robada.

'Imagen con casas' (1909), de Vassily Kandinsky, en el inventario de obras expoliadas en Holanda.
‘Imagen con casas’ (1909), de Vassily Kandinsky, en el inventario de obras expoliadas en Holanda.

Pero el arte arrebatado por los nazis a los judíos durante la II Guerra Mundial no acabó solo en museos estatales, o en circuitos privados a través de subastas internacionales. La colección de la dinastía holandesa de Orange podría contener piezas obtenidas bajo presión durante la II Guerra Mundial. Para despejar dudas y buscar, si fuera necesario, a los verdaderos dueños, la Casa Real permitió que un equipo de expertos estudiara por primera vez la procedencia de todos los objetos artísticos en su poder desde 1933. En octubre de 2013la Asociación Nacional de Museos publicó un inventario propio de 139 obras robadas para que las familias expoliadas hasta 1945 pudieran recuperarlas.

En la lista elaborada por los museos holandeses hay firmas como Kandinsky o Matisse. Por su parte, la colección artística de los Orange incluye la herencia dejada por la fallecida reina Juliana y su esposo, el príncipe Bernardo, padres de Beatriz, antigua reina y hoy princesa. El inventario fue elaborado por un estudioso conocedor de la trágica historia de marchantes y familias judías que perdieron su capital artístico con la llegada de Hitler al poder. Con los datos en la mano, otros tres especialistas aconsejan qué hacer con las obras. Se trata de Judith Belinfante, ex directora del Museo Histórico Judío, de Ámsterdam, el historiador del arte Rudi Ekkart y Peter Sigmond, antiguo director de colecciones del Rijksmuseum.

Aunque la familia real holandesa ha dado el paso para que se rastreara el origen de sus tesoros, los historiadores del arte locales llevaban tiempo diciendo que era inevitable. Si los museos nacionales tienen cuadros robados por los nazis, la colección de los Orange, considerada bien de interés cultural por el Estado, no podía quedar al margen. Varias de las obras aparecen, además, en el Rijksmuseum y el Palacio Het Loo (cedido al Estado en 1962, a la muerte de la reina Guillermina) en forma de préstamo a largo plazo

41 salas de arte han sido investigadas (en conjunto 162 participaron en el expolio), el hallazgo ha sido posible tras años de investigaciones.

TURISTA fotografía reproducciones de Rembrandt van Rijn en el centro comercial Magna Plaza en Ámsterdam .. (Foto REUTERS)
Turista fotografía reproducciones de Rembrandt van Rijn en el centro comercial Magna Plaza en Ámsterdam .. (Foto REUTERS)

Al menos 62 de las piezas tienen ya un posible dueño original. Para consultarlas todas, los impulsores del proyecto —la Asociación y el propio Gobierno holandés— han abierto una página web especial, www.musealeverwervingen.nl, que podría traducirse como “adquisiciones museísticas”. Este catálogo artístico-digital de la vergüenza muestra los 69 cuadros, 24 dibujos, dos esculturas, 31 objetos de artesanía y 13 piezas religiosas susceptibles de haber sido arrebatadas a sus propietarios bajo amenazas durante la ocupación alemana de Holanda. Entre las firmas, las de maestros como Matisse, Kandinsky, Lissitzky, Hans Memling, Jan van Goyen o los miembros de la Escuela de La Haya Isaac Israëls y Hendrik Breitner. Francia, Alemania y Estados Unidos han devuelto también cuadros en circunstancias similares a estas.

Este trabajo refleja la naturaleza misma de la labor de un museo. Es decir, analizar nuestras colecciones y contarle al público nuestros hallazgos. Que haya pasado mucho tiempo desde 1933 no es excusa para no rastrear la procedencia de las obras”, comentó Siebe Weide, director de la Asociación de Museos. El centro mismo plantea como una obligación moral “acometer una tarea que nadie nos ha impuesto”.

Fuente: The Jerusalem Post (REUTERS) y El País (Isabel Ferrer)