MAY SAMRA Y VERA WALLACH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El pasado 17 de marzo se celebraron elecciones anticipadas en Israel, ya que en diciembre del año pasado el primer ministro, Benjamín Netanyahu, disolvió la Knesset (Parlamento israelí)  y llamó a elecciones.

Esther Shabot, Licenciada en Sociología con especialidad en Estudios Judaicos, impartió,el 19 de marzo, en Ramat Shalom una conferencia ,  dos días después de los comicios electorales, en la que analizó los resultados de las elecciones y las razones del triunfo de Netanyahu.

Explicó que cuando en las encuestas se reflejó una ventaja por parte de Unión Sionista, Netanyahu  empezó a poner en práctica una serie de recursos como subir el tono al discurso del miedo, es decir, expresando de manera cada vez más clara que en caso de que la izquierda (Netanyahu no se refiere a Unión Sionista como un partido de centro, a pesar de que tampoco es un partido de izquierda) ganara, se auguraría un panorama catastrófico y una serie de problemas graves

Esther Shabot analizó que Netanyahu compitió contra sus competidores de la propia derecha. Por ejemplo, si Habait Hayehudi tenía la expectativa de ganar 12 escaños, entonces el objetivo de Netanyahu fue quedarse con esas bancas para el Likud; aunque posteriormente podían ser sus aliados, en primera instancia requería un resultado que lo situara por encima de Unión Sionista para que ganara las elecciones.

Shabot comentó que Barack Obama calificó como inaceptable la forma cómo Netanyahu se expresó de los ciudadanos árabes, ya que cuando invitó a que los ciudadanos a que votaran, hizo referencia a que los árabes estaban bajando de sus aldeas “en tropel”. Por lo que Obama afirmó que un país como Israel que se dice democrático y respetuoso de los derechos humanos no podía expresarse así de una minoría; sin embargo, según la ponente, estas declaraciones eran parte del “discurso del miedo” de Netanyahu.

Esther-Shabot

Se abordó también la declaración enfática de Netanyahu referente a que mientras que él fuera primer ministro, el Estado Palestino no iba a constituirse (y su subsecuente refutación de la misma). Shabot explicó que ésta “pone en tela de juicio la honestidad de él como primer ministro, porque en 2009 en Bar Ilán, cuando apenas tomó el poder en esa época, había dicho abiertamente que su proyecto de cara a la solución del problema palestino se adhería al esquema de dos Estados para dos pueblos y esa declaración  la sostuvo supuestamente durante todos estos años, aunque en realidad dijo que todo el mundo estaba consciente, excepto los más ingenuos, de que era una mera apariencia; es decir, nunca hubo voluntad de llegar a negociar algo serio con la parte palestina en los momentos en los que hubo oportunidad de hacerlo”.

Indicó que en 2005, cuando Sharón, primer ministro por el Likud, llevó a cabo la desconexión de Gaza, a la cual  parte de dicho partido, incluyendo Netanyahu, se oponía; sin embargo, Sharón declaró abiertamente que la solución de dos Estados para dos pueblos tenía que implementarse porque, de otra forma, Israel se convertiría en un Estado mayoritariamente árabe o en un Estado no democrático. La oposición a su proyecto llevó a  Sharón a salirse del Likud y formar Kadima. Cuando el Likud tomó el gobierno, liderado por Netanyahu,  hubo más asentamientos, viviendas  y construcciones en los territorios .

Finalmente, Esther Shabot comentó que ante la negativa de Netanyahu de la creación de un Estado Palestino, se generó una reacción de indignación por parte de la Unión Europea y del mundo judío liberal en Estados Unidos, y  que ello podría poner en riesgo las relaciones de Israel con el mundo.