MAY SAMRA Y MIRIAM BALEY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Yad Rajamim, que significa “la mano de la misericordia” es un centro que promueve el apoyo integral de niños, adolescentes y adultos de la comunidad judeo-mexicana mediante la aplicación de programas terapéuticos, a fin de que logren convertirse en seres competentes y competitivos que puedan enfrentar retos personales, familiares, sociales y académicos.

 

Enlace Judío acudió a las instalaciones de Yad Rajamim para platicar con las fundadoras del centro, Margaret Cohen y Bella Sitt, para saber cómo apoyan a las familias vulnerables.

En la entrevista, Margaret nos contó que la institución, que lleva el nombre de su hijo, Jaim Rajamim Z”L; se fundó luego de que éste muriera, después de un terrible accidente. “En su memoria, decidimos fundar esta institución para poder ayudar y apoyar a la gente”, nos dijo Margaret, quien es autora de un desgarrador libro: “Jaím Rajamim, mi pequeño maestro”.

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Por su parte, Bella Sitt explicó que, en caso de niños con problemas, “cuando no se tienen los recursos económicos para pagar una terapia, ésta se pospone hasta que, poco a poco, el niño empieza a tener un fracaso académico; posiblemente, con una ayuda terapéutica en el área de aprendizaje, esto se pueda solventar. Sin embargo, cuando esta terapia no se da, el niño se empieza a sentir ineficiente, merma su auto estima, inicia un problema emocional y éste posiblemente desemboca en un problema conductual”.

Originalmente, Yad Rajamim era un centro de orientación pero, poco a poco, se fue convirtiendo en un centro terapéutico con más de 30 terapeutas de base que se encuentran certificadas y que abrazan distintas áreas, tales como aprendizaje, valoración, lenguaje y trastornos neuromotores. Además, esta institución cuenta con psiquiatras, psicólogos y pediatras afiliados atendiendo a niños, adolescentes y adultos.

“Hoy en día”, dijo Margaret Cohen, “hay más de doscientos pacientes en el centro. Se dan terapias a quien la necesite de la comunidad judeo-mexicana. Aproximadamente, durante el transcurso del ciclo escolar 2014, se impartieron 2,300 terapias a personas “que no tenían los recursos económicos para hacerlo y los podíamos ayudar”. Las terapias se impartieron a  miembros de Maguén David, Monte Sinaí, Sefaradí y Ashkenazí, y fueron  de tipo emocional, de aprendizaje o de valoración”.

En Yad Rajamim se atienden casos medianos,para los cuales basta una intervención terapéutica; pero también se reciben aquellos casos extremos en los que, dentro de una familia, pudiera haber niños en condiciones de vulnerabilidad y de riesgo. Para estos casos, se inició el nuevo proyecto llamado Yeladim.

Este nuevo proyecto, que ya lleva funcionando siete meses, “tiene como objetivo otorgar al a comunidad judía de México apoyo en el área de fortalecimiento familiar. “Nosotros creemos que el vínculo familiar es lo más importante y el niño tiene que estar al lado de sus padres. Nuestra intención es fortalecer el vínculo familiar a través de un equipo interdisciplinario y a través de un programa”, explicó Bella Sitt, fundadora de Yeladim. “Estamos hablando de niños que tienen sus derechos vulnerados y que, por alguna circunstancia dentro de su ambiente familiar, requieren de apoyo”.

El programa consta de un centro de día en donde se le ofrece al niño alimentación supervisada por nutriólogos, así como un centro de tareas en el que se le guía en sus tareas escolares y se está en contacto con las escuelas. Además, se ofrecen procesos terapéuticos y, para el hogar, se realiza un programa especializado para cada integrante de la familia y se trabaja directamente con los padres.

Bella Sitt enfatizó que llevan poco tiempo trabajando pero que han visto cambios muy significativos en las familias. “Nosotros creemos que una situación familiar o una crisis, cuando no se modifica, se vuelve transgeneracional: el padre, el hijo, el nieto, vuelven a caer en las conductas. Creemos firmemente que esta situación transgeneracional tiene que detenerse para crear generaciones nuevas para el futuro”.

“Nuestro eslogan es ‘cambiando el futuro de las personas’ y, cuando vemos que un niño crece con las herramientas adecuadas, se vuelve un adolescente bien formado y, después, un padre de familia que puede brindarles a sus hijos todo lo que necesiten”, prosiguió Margaret. “Lo que nosotros queremos es que estos niños vean un ejemplo de su misma familia diferente al que han tenido siempre”.

Un ejemplo de familia que está recibiendo el apoyo del programa Yeladim sería el caso de un padre de cuatro que debe salir a trabajar todos los días y que no ha vivido el duelo de la separación con su esposa. Vive el dilema de dejar de trabajar y no tener dinero o trabajar y no vivir con sus hijos su proceso de crecimiento. ¿Cuáles fueron las etapas del tratamiento? Primero, una valoración de cada uno de los niños, es decir, de cuáles son sus gustos, sus alegrías y sus sueños; dependiendo de sus perfiles, se conformó el programa para cada uno y, por otro lado, se invitó al padre a iniciar  un proceso terapéutico.

Es un programa integral: si el niño necesita un neurólogo, un psiquiatra, un pediatra o un dentista, Yeladim promueve que los padres se encarguen de ello.

Se va evaluando constantemente cómo va el proceso y si es momento de ir retirando a la gente que está interviniendo.

En Yeladim, el equipo de trabajo es de más de sesenta personas profesionales y comprometidas y, por si fuera poco, el centro está certificado y avalado por la Comunidad, cuyos grupos de apoyo caminan de la mano con Yad Rajamim. En los siete meses que lleva operando, se ha visto un “avance significativo en el rendimiento escolar de los niños, un incremento en su autoestima y un sentimiento de protección”.

Margaret Cohen agradeció a la comunidad judía de México “que nos ha dado su corazón y ha dado el corazón a este lugar”. Y Bella Sitt concluye: “Ahí nosotros nos damos cuenta de que D-os está contento con lo que estamos haciendo”.

Ambas mujeres expresaron su admiración a los valiosos padres que confiaron en el programa, se atrevieron a buscar el cambio y hoy, después de estos meses, pueden constatar una verdadera metamorfosis. También agradecen a quienes dan su tiempo, su talento y horas interminables de su largo día uniéndose al programa: “Primero, la Mesa de Consejo. Luego como director operativo al Sr Isaac Sitt; como directora clínica, a la Dra Luna Nissan; y a cada una de las integrantes del grupo de tareas, grupo de actividades,  grupo de alimentación y grupo de terapeutas. Que D-os las premie con alegrías”.

Yad Rajamim y el Programa Yeladim necesitan una mano amiga y por ello los donativos son bienvenidos. Pueden llamar a Yad Rajamim al teléfono 53953431 o, bien, mandar un correo electrónico a las siguientes direcciones: [email protected], [email protected], [email protected].