ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Enlace Judío tuvo la oportunidad de platicar con el rabino Abraham Tobal, quien envió a la comunidad judía de México su mensaje de Pésaj.

“Tengo muchos años planteando: ‘¿cuál es el mensaje de Pésaj?’. Lamentablemente, en la sociedad y en la práctica, la festividad de Pésaj se ve relacionada con comida, productos y limpieza y toda la fiesta gira alrededor de qué se puede o no comer, cómo se debe limpiar la casa, las diferentes costumbres, etcétera. Indiscutiblemente está escrita en la Torá la prohibición de comer Jametz (cualquier alimento hecho a base de granos, agua y fermento) para comer Matzá (pan ácimo)”.

Sin embargo, Pésaj es un medio para transmitir un mensaje pero que no podemos quedarnos ahí, sino que debemos recordar el objetivo principal de Pésaj: la conexión con nuestras raíces. Considerando nuestro pasado, podemos ver que tenemos bases fundamentadas en la existencia de D-os y el sentido de nuestra misión en esta vida. Estas raíces se remontan a la salida de Egipto. Las diez plagas que mandó a Egipto y la liberación de la esclavitud fueron una forma de demostrar el poder absoluto de D-os y no solamente un medio para liberar al pueblo.

El punto central de Pésaj es dialogar con nuestros hijos y transmitirles los simbolismos de la festividad. Más que quitar el Jametz de nuestra casa, es quitarlo de nuestro interior. El Jametz simboliza lo negativo, lo que se infla, el orgullo, la soberbia o la falsedad y, así como se revisa toda la casa, tenemos que checar nuestro interior y ver que no tengamos nada de Jametz, que tengamos nuestras convicciones claras”.

El rabino Abraham Tobal expresó que “la limpieza interior es la más importante; debemos prepararnos emocionalmente para poder transmitir nuestra herencia y no perdernos en lo menos importante por lo más importante”.

“¡Jag sameaj a todos!”, concluyó.

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