SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “Se puede poner un parche amarillo en los productos israelíes, dice el canciller Lieberman después de la campaña del Ministerio de Exteriores de la UE exigiendo etiquetar los productos hechos en Cisjordania.
Por Itamar Eichner
Funcionarios israelíes devolvieron el fuego al llamamiento de los 16 cancilleres europeos de marcar los productos fabricados en los asentamientos de Cisjordania, evocando comparaciones con la época del Holocausto y reclamando a la Unión Europea de que con ello estaba culpando a Israel por el estancamiento de las conversaciones de paz.
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“Se puede poner un parche amarillo en los productos de Judea y Samaria y el Golán”, dijo el canciller Lieberman desafiante el viernes a Radio Israel.
Un alto funcionario del Ministerio de Exteriores se hizo eco de la afirmación, diciendo “Parece que algunas naciones europeas ahora quieren poner un parche amarillo en los productos israelíes. Sabemos que lo que comienza como marcado de los productos israelíes, rápidamente se deteriora en un boicot general de los productos israelíes.”
La noticia de la carta, firmada por 16 de los 28 ministros de Exteriores de la UE, irrumpió el jueves y ganó la crítica de casi todos los políticos israelíes.
En la carta, los ministros pidieron a la jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini, que avance una propuesta para marcar los productos fabricados en los asentamientos de Cisjordania y asegurar “la aplicación correcta y coherente de la legislación de etiquetado de la UE.”
El impulso iniciado por el ministro de Asuntos Exteriores belga, Didier Reynders, fue apoyado por los más altos diplomáticos del Reino Unido, Francia, España, Dinamarca, Irlanda, Croacia, Malta, Países Bajos, Suecia, Portugal, Eslovenia, Italia, Luxemburgo, Finlandia y Austria.
El ministro de Energía de Israel, Silvan Shalom, criticó la medida como contraproducente, diciendo que hacen poco para promover la paz entre Israel y los palestinos. Según él, “estas medidas comenzaron hace una década y han logrado poco.”
Shalom dijo a Radio Israel que la medida responsabiliza a Israel de la situación de estancamiento en las conversaciones de paz en Israel y no los palestinos.
El grupo de centro-izquierda también tuvo pocos elogios a la iniciativa, pero diciendo que era una respuesta a la renuencia del gobierno actual a avanzar en la solución de dos estados o presentar una alternativa.
“Los europeos se han cansado de que Israel esquive implementar la solución de dos estados sin esbozar una política alternativa, dijo MK Nahman Shai de la Unión Sionista.
Después de alabar a Mogherini por renovar el compromiso de la UE al proceso de paz en Oriente Medio, la carta llama a la atención de la jefa de política exterior una carta similar en 2013 dirigida a su predecesora, insistiendo en que la aplicación de la legislación de la Unión era un componente importante de la política de Medio Oriente.
“Tras el compromiso público hecho por el Consejo en mayo y diciembre de 2012 y, más recientemente, en noviembre de 2014, seguimos siendo de la opinión de que este es un paso importante en la plena aplicación de la política de larga data de la UE, en relación con la preservación de la solución de dos Estado”, escribieron entonces los ministros de Relaciones Exteriores en la carta.
Allí hacían hincapié en que “los consumidores europeos deben ciertamente tener la confianza de conocer el origen de los productos que están comprando. Los productores de la Línea Verde de Israel y los palestinos se beneficiarán de esto.”
Actualmente, sólo un puñado de naciones de la Unión Europea han ordenado a sus supermercados marcar los productos fabricados en los asentamientos israelíes. Como se menciona en la carta, la demanda de una política europea unificada en el etiquetado de los productos de la Ribera Occidental ya había sido planteada varias veces en los últimos años.
El intento antes mencionado en 2013 – presentado por 13 ministros de Relaciones Exteriores a Catherine Ashton – fue bloqueado por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, por la preocupación de que dañaría sus esfuerzos por renovar las negociaciones entre palestinos e israelíes.
Fuente: Ynet
