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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, concluyó su tercera semana, de las cuatro de que dispone legalmente, sin haber firmado aún ningún acuerdo para formar una coalición de gobierno.

Netanyahu, que tiene de plazo inicial hasta el 22 de abril, se reunió durante una hora y media con el dirigente del partido religioso nacional Habait Haiehudí (Hogar Judío), Neftalí Bennett, pero no ha logrado disipar la grave crisis entre sus dos formaciones desde las elecciones del pasado 17 de marzo, en las que venció el partido del primer ministro, el Likud.

Las divergencias con este partido, que el primer ministro ha dejado para el final de las conversaciones, giran en torno al reparto de carteras, dado que el Likud no quiere dejar en manos de Naftalí Bennett ni el Ministerio de Defensa, como exigía, ni el de Exteriores.

Según el diario Yediot Aharonot, Netanyahu se ha retractado de una promesa en ese sentido a Bennett antes de los comicios del pasado 17 de marzo debido al bajo número de escaños que éste obtuvo, sólo ocho, por 30 que consiguió el Likud.

Fuentes del Likud explicaron que la posibilidad de acceder a una de las dos carteras más demandadas y prestigiosas del gobierno israelí tenía validez cuando las encuestas le daban a Habait Haiehudí 14 escaños, es decir, a mediados de febrero.

El partido gobernante también rechazó una demanda para conceder tres ministerios a Habait Haiehudí y entre ellos el de Justicia, en lo que ha sido interpretado por esta formación como indicio de que Netanyahu podría dejarles fuera del Ejecutivo y optar por la unidad nacional con la oposición.

No menos problemas han surgido en otra reunión que el primer ministro mantuvo con el ministro saliente de Exteriores y líder de Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, en la que ambos no han conseguido ponerse de acuerdo sobre las líneas de gobierno.

Lieberman, al que el Likud trata de persuadir dejando en su manos la jefatura de la diplomacia, sostiene que ello no es suficiente y se niega a cualquier enmienda en la ley de alistamientos de ultra ortodoxos y de otras leyes civiles aprobadas en la última legislatura, exigencia estas de los partidos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, que representan a esa comunidad.

Así las cosas, y a pocos días de que venza el plazo oficial de cuatro semanas para la formación de gobierno, parece ya ineludible que Netanyahu deberá pedir al jefe del Estado, Reuvén Rivlin, una prórroga de dos semanas.

En esa circunstancia se vería obligado a contactar, quizás indirectamente, con el jefe de la oposición, el laborista Isaac Herzog, para al menos saber su postura sobre si estaría dispuesto a formar un gobierno de unidad nacional, por si fracasan las negociaciones con las fuerzas nacionalistas y ultra ortodoxas.

Fuente:aurora-israel.co.il