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Cuando Efi y Naamá escucharon los nombres de los caídos hace un año no imaginaron que ahora escucharían tan atentamente. Un año más tarde, aún no pueden creer que su hijo es uno de ellos. Bar, un destacado atleta que eligió contribuir al país como soldado de combate, cayó en el inicio de la incursión terrestre en Gaza, durante la Operación Margen Protector, a los 21 años de edad.

Han transcurrido nueve meses desde que llamaron a la puerta. Desde que Efi y Naamá comprendieron que su hijo mayor, el teniente segundo Bar Rahav no volverá. “En el preciso momento que llaman a la puerta y tres hombres informan lo indescriptible, lo más difícil de escuchar es cuando comprendimos que lo habíamos perdido, que no está entre nosotros,” dijo el padre.

A los 21 años de edad, Bar alcanzó a ser un excelente estudiante, una estrella en la selección nacional de waterpolo y estaba por finalizar el curso de oficiales. “Le ofrecieron ser un atleta sobresaliente”, dijo su madre. “Él estaba en un dilema entre seguir como deportista sobresaliente o ingresar a una unidad de combate. Según la educación que ha recibido, sabía que debemos servir en el ejercito y contribuir en la medida de lo posible”.

Cuando comenzó la Operación Margen Protector, Bar se encontraba en Eilat, atrapando olas y aprovechando la semana de vacaciones del ejercito. Me llamó y me dijo: ‘Mamá, te dije que me llamarían y lo hicieron.’ Nos llamó un miércoles por última vez. Eso es todo. Luego de dos días de estar paralizados por la preocupación, decidimos salir a la playa el sábado por la tarde para distraernos un poco. Todo sucedió mientras estábamos ahí. Quince minutos después de haber vuelto a casa llamaron a la puerta.”

Su equipo de ingeniería de combate se preparaba para operar en los túneles subterráneos cuando su vehículo se atoró en el centro de la Franja de Gaza. La reparación tomó mucho tiempo, pero cuando casi lograban seguir adelante, un misil anti-tanque fue arrojado contra la fuerza. Bar murió del impacto.

Sus hermanos Nir Ron y Rotem se aferran a cada recuerdo, por pequeño que sea de su hermano mayor y hablan de él con orgullo.”Yo también quiero compartir, hablar de como yo lo veía. Sacar todo. Que nada quede adentro,expresó Rotem. Ron contó como bromeaba con ellos y los molestaba diciendo que él era el mejor. Cuando pensamos en eso sabemos que nos amaba.”

Hoy a las 11:00 a. m. la familia Rahav se mantuvo de pie por primera vez frente a la tumba de su hijo mayor en Kiryat Tivon. “El Día de los Caídos siempre ha sido un día importante. Con el sonido de la sirena, nos manteníamos de pie y abrazaba a mis cuatro hijos pensando lo afortunado que era. Este año abrazo a uno menos. Quizás esa es la diferencia principal, ese momento en que cada madre abraza a sus hijos y desea protegerlos – pero no es posible.

Fuente: Radio del Ejercito

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