EDUARDO HADJES NAVARRO PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Queridos amigos, el Primer Ministro Netanyahu, acaba de hacerle un regalo increíble a Abbas y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y, muy especialmente, a los terroristas de Hamás, al conformar, faltando tan sólo una hora y media para vencer el plazo respectivo, una coalición de gobierno tan marcada por la ortodoxia.
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Hasta ahora, hemos escuchado cómo los palestinos acusan a Israel de ser los culpables por no lograrse la paz, olvidando deliberadamente que Hamás proclama eufórico, que su gran meta es hacer desaparecer de la faz de la tierra al Estado de Israel y eso, es respaldado por la ANP, tanto con el silencio frente a las amenazas de Hamás, como por medio de los discursos internos y la enseñanza de odio y destrucción en contra de Israel, tanto en las escuelas como en las mezquitas y en la vida cotidiana.
Que resulta absurdo proclamar deseos de paz y aniquilación en forma simultánea, no resiste ningún análisis lógico y racional, pero eso carece de importancia ¿Recuerda alguno de ustedes una respuesta racional cuando se trata del conflicto israelo-palestino?
Para la ONU, los organismos defensores de los DDHH, para la mayoría de los integrantes de la UE y, muy especialmente, para los 59 países musulmanes que pertenecen a la ONU, antes de terminar de escuchar cualquier acusación en contra de Israel, ya están dando su voto para condenarlo inmisericordemente. La razón, la lógica, la justicia y, muy especialmente, la verdad, carecen de la más mínima importancia. Israel, simplemente, carece de razón por el sólo mérito de haberse creado el 48, por haber logrado sobrevivir a los ataques de los numerosos ejércitos pertenecientes a la Liga Árabe y por pretender, con sus apenas 8,5 millones de habitantes, darle lecciones de verdadera democracia, sentido de humanidad y racionalidad, a tantas naciones que, con millones de habitantes, se autoproclaman ejemplo entre las naciones.
Si atacaban los palestinos a Israel, cuando sus gobiernos estuvieron llanos a hacer sacrificios que ningún otro país del mundo estaría dispuesto a hacer, imagínense cómo será a partir de este nuevo gobierno, abiertamente marcado por la derecha y la extrema derecha, con sus nacionalismos ya conocidos.
Pero que Netanyahu haya debido llegar a estos pactos para poder formar su actual gobierno no es culpa de él. Son varias las razones que llevaron a esto. En primer lugar, pondría la hipocresía tanto del mundo como de los palestinos, al culpar a Israel por el mero hecho de pretender y lograr subsistir, y salir adelante, frente a todos los múltiples escollos que se le ponen permanentemente por delante.
Como se comprenderá, eso ha llevado a los ciudadanos israelíes, a entender que la única manera de poder sobrevivir, es eligiendo a un estadista que tenga la capacidad, energía e inteligencia para poder enfrentarse a tanta inequidad, sacando a Israel adelante, sin importar la oposición mundial, la que pareciera estar ansiosa de poder llorar la desaparición del Estado de Israel y el genocidio de sus poco más de 8 millones de habitantes, incluidos musulmanes y cristianos.
Es lamentable tener que mencionarlo una vez más, pero, ¿Qué sacamos que nos lloren, si la realidad ha sido superada? Prefiero, sin dudarlo, el rechazo de quienes nos discriminan, pero vivos y pujantes, que los llantos insulsos por nuestra derrota.
Sería de suma importancia que todos aquellos que critican a nuestro Primer Ministro, por haber conformado tan extrema coalición, tuvieran en cuenta lo aquí expuesto antes de criticar y demonizar al estadista que sabe poner, por sobre cualquier otra consideración, la supervivencia del Estado de Israel
David ben Jaim
