AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Ordenada en 1935, Regina Jonas murió en Auschwitz. Ahora, se le rinde homenaje.

Por Laura Geller

Regina Jonas. Foto tomada se cree que después de 1939. (JWA)
Regina Jonas. Foto tomada presumiblemente después de 1939. (JWA)

El judaísmo reconoce el día de la muerte de uno y no el del cumpleaños. Tiene cierto sentido: realmente sólo se puede medir el impacto de la vida de una persona después que ha acabado. Pero ¿y si no sabemos la fecha de un ‘yahrzeit’ (aniversario de fallecimiento)? Eso es lo que pasó con la primera rabina, Regina Jonas, deportada de Terezin el 12 de octubre de 1944, y llegó a Auschwitz el 14 de octubre. Era Shabat, Shabat Bereshit, que este año (2014) cae el 18 de octubre. En fecha posterior no hay ningún registro de ella.

Es hora de honrar su memoria. Es por eso que un creciente número de rabinos y líderes judíos han designado este Shabat, 18 de octubre, como su yahrzeit y dirán Kadish por ella.

Nacida en Berlín en 1902 en una familia pobre judía ortodoxa, Jonas fue influenciada por su rabino, el Dr. Max Weil, quien, aunque ortodoxo, permitía a las niñas hacer bat mitzvá. En su insistencia, Jonas continuó sus estudios en la Hochschule für Wissenschaft des Judentums en Berlín entre 1924 y 1930. El resto de las mujeres en sus clases estaban allí para ser maestras; Jonas, al igual que los hombres con los que estudió, quería ser rabina. Su principal apoyo era el rabino Eduard Baneth, que estaba decidido a ordenarla, pero murió poco antes de terminar su formación. Aunque su tesis “¿Puede una mujer ser rabina según las fuentes halájicas?” – recibió elogios de sus maestros, ninguno de ellos accedió a ordenarla, incluido el rabino Leo Baeck, líder de los judíos en Alemania, no estaba dispuesto poner en peligro la unidad de la comunidad judía cuando la amenaza nazi se estaba intensificando.

Jonas finalmente fue ordenada, en una ceremonia privada, por el rabino Max Dienemann, presidente de la Asociación General de rabinos en Alemania, el 27 de diciembre de 1935. Ella luchó para ser aceptada. Un artículo de 1936 en Der Israelit cita un comentario que describe la ordenación de Jonas como una forma de “traición a la patria y una caricatura del judaísmo”.

Al principio, trabajó en hospitales, residencias de ancianos y escuelas, pero a medida que más rabinos emigraron ella comenzó a predicar en las sinagogas de toda Alemania. En noviembre de 1942, ella y su madre fueron deportadas a Theresienstadt, donde trabajó con el famoso psiquiatra Victor Frankl para cuidar a los nuevos prisioneros.

Aunque algunos sobrevivientes, incluido Baeck, que también habían sido encarcelados en Terezin, sin duda sabían de Jonas, no se refieren a ella por su nombre en sus escritos. La razón, en parte, puede que se encuentre en el interés clásico de Frankl, El hombre en busca de sentido. Escribió que borró de su memoria todo lo que pasó antes de entrar a Auschwitz. Parte de lo que borró fue el legado de Regina Jonas.

Su nombre comenzó a aparecer en la década de 1970. El rabino de Sally Priesand, la primera mujer ordenada por el Hebrew Union College – el Instituto Judío de Religión, menciona a Jonas en su libro de 1975 El judaísmo y la nueva mujer. Jonas también es citada en un artículo de 1972 por el rabino Jacob R. Marcus, director fundador de la revista Archivos judíos estadounidenses, y por Alexander Guttmann en un artículo que celebra el centenario de la Escuela Superior. La mencionan en El almanaque judío Richard Siegel y Carl Rheins. Pero en mis años de estudiante rabínica en el HUC-JIR, entre 1971 y 1976, ni una vez oigo su nombre. Me habría sido útil, como única mujer en mi clase, conocer su historia.

No salió a la luz hasta 1991, cuando Katerina von Kellenbach, profesora de Estudios Religiosos en la Universidad de Santa María en Maryland, mientras investigaba en un pequeño archivo en Berlín, descubrió accidentalmente una pequeña caja de papeles de Jonas. Entre ellos se encontraba una nota con fecha 6 de noviembre de 1942, escrita por un conocido de Jonas, donde explica que estos documentos le fueron entregados por ella el día en que Jonas y su madre fueron deportadas. Sus trabajos incluyen una foto de ella en túnicas rabínicas, una copia de su tesis, y su certificado de ordenación.

Jonas también había conservado algunos recortes de periódicos que hacían referencia a los desafíos que enfrentó en su lucha por la aceptación como rabina, cartas de refugiados judíos en el extranjero le agradecen por cuidar de sus padres, y notas de agradecimiento de las congregaciones donde había predicado. Esta colección de archivo inspiró a Elisa Klapheck, una alemana nativa que se convirtió en la primera rabina de los Países Bajos, a escribir la biografía de Jonas en 2004. Más recientemente, el documental Regina de Diane Groo rellena los contornos de la historia de Jonas. Revela que poco antes de ser deportada a Terezin, Jonas se enamoró de un compañero rabino, Joseph Norden. En una carta de fecha 13 de julio de 1942, justo cuando estaba a punto de ser deportado de Hamburgo a Terezin, escribió: “Ha llegado el momento de decir adiós … quizás también los berlineses sean enviados. En ese caso, tal vez haya una oportunidad de vernos”. Nunca se vieron.

Algunos de los papeles de Jonas siguen en Terezin, incluyendo una lista escrita a mano de más de 20 temas de una conferencia pronunciada en el campo, incluyendo el papel de la mujer en el judaísmo, las mujeres en la Biblia, las mujeres en el Talmud, y las fiestas y creencias judías. Todas las rabinas han dado esos sermones, pero ninguna en tales circunstancias.

Las rabinas se apoyan en ella. Ella estuvo totalmente sola, fue ordenada de forma independiente, sin el apoyo de la mayoría de los judíos de su entorno. Me pregunto si nos había imaginado cuando dejó sus papeles para que fueran descubiertos. ¿Pudo haber imaginado el renacimiento de la vida judía en Europa y el papel de tantas jóvenes rabinas y activistas en la consolidación de la renovación? ¿Pudo haber imaginado el florecimiento de la erudición judía de mujeres con talento académico o el número de rabinas Reformistas, Conservadoras, Reconstruccionistas y, en un futuro no muy lejano, rabinas ortodoxas? ¿Pudo haber imaginado la manera en que el feminismo ha transformado totalmente la vida judía, para que la experiencia de las mujeres ya no sea marginal y que las historias de las mujeres sean plenamente parte de la más grande historia judía? Ahora, su historia es parte de ella también.

Laura Geller es rabina principal del Templo Emanuel de Beverly Hills, y fue la tercera mujer en ser ordenada por la Universidad Unión HebreaInstituto Judío de la Religión. Estuvo entre la delegación de rabinos, eruditos y líderes laicos que viajaron a Berlín y Terezin en julio de 2014 para conmemorar y celebrar la vida de Regina Jonas.

Fuente: Tablet

Traducción: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

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