SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Con 27 años hace aliá, se incorpora a una unidad de combate de élite para cumplir la promesa que hizo a su padre horas antes de morirnarra los ataques que sufrió en la UCLA por defender a Israel.

Por Ari Yashar

Uzi Hangadi. Olé jadash (inmigrante) de Los Angeles.
Uzi Hangadi. Olé jadash (inmigrante) de Los Angeles. צילום: יהושע יוסף 08.06.2015

Cada judío que decide hacer aliá y mudarse a la patria judía tiene una historia única, pero pocas son tan dramáticas como la de Uzi Hangadi, de 27 años de edad, que esta misma semana hizo aliá desde San Diego, California.

Hangadi, quien hizo aliá con la asistencia de Nefesh B’Nefesh, llegó a la oficina de reclutamiento de las Fuerzas de Defensa de Israel para unirse a una unidad de combate de élite el lunes, y al hacerlo, cumplió la promesa de hacer aliá y defender la imagen de Israel en el mundo – una promesa que hizo a su padre apenas unas horas antes de morir de cáncer.

Después del divorcio de sus padres, el padre de Hangadi regresó a Israel y empezó una nueva familia, mientras que su madre se quedó con él en Los Ángeles. El padre de Hangadi le instó a alistarse en el ejército israelí y defender a Israel, pero no podía dejar a su madre que sufría de esclerosis lateral amiotrófica.

Sin embargo, la madre de Hangadi no era la única que luchaba contra una enfermedad mortal – su padre luchaba contra el cáncer pero se lo ocultó.

A la tierna edad de 19 años, Hangadi recibió una llamada repentina de su tío instándole a que fuera a Israel para despedirse de su padre, cuya condición había empeorado rápidamente.

Logró llegar a tiempo al hospital, y le prometió que haría aliá y se incorporaría a las FDI sólo horas antes de que falleciera. Las dificultades no acabaron allí – sólo seis meses más tarde, la madre de Hangadi también murió de su enfermedad, dejándolo huérfano.

En ese momento se decidió a cumplir la promesa que había hecho a su padre y realizar su sueño de mudarse a Israel, pero antes de hacerlo completó sus estudios en la UCLA (Universidad de California, Los Angeles).

En la universidad, Hangadi trabajó para mejorar la imagen de Israel, organizando conferencias y talleres para los que carecen de conocimientos sobre el conflicto árabe-israelí.

Su trabajo en pro de Israel lo convirtió en un objetivo, recuerda haber sido atacado por activistas pro-palestinos y recibir amenazas de muerte en Facebook y en persona. Sufrió maldiciones antisemitas, amenazas, ataques físicos y en ocasiones estas también incluyeron la destrucción de bienes personales.

Hangadi relata que el acoso se había vuelto tan intenso que a menudo se sintió en peligro, como si lo estuvieran siguiendo. Cuanto más defendía a Israel, más crecían las amenazas contra él. 

UCLA ha dado titulares en los últimos meses sobre una oleada de ataques antisemitas contra los estudiantes judíos, incluido un caso impactante en el que una estudiante judía fue interrogado sobre su “judeidad” mientras se postulaba para el consejo estudiantil.

En Israel Hangadi espera continuar su lucha por el Estado judío, primero a través de su servicio militar y luego trabajando para mejorar la imagen internacional de Israel.

“La historia de Uzi retrata una conmovedora historia de un joven, que a pesar de tantos retos personales, no sólo optó por cumplir una promesa íntima a su padre sino luchar también para realizar el sueño sionista, y se convirtió en un israelí que dedica su vida a su pueblo y a su país”, dijo R. Abbi Yehoshua Fass, Co-Fundador y Director Ejecutivo de Nefesh B’Nefesh.

Fuente: Arutz Sheva

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