SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Ante el temor de la agresión rusa, Lituania mira a Israel en busca de ayuda e inspiración. Israel también tiene mucho que ganar
Por Tal Shalev
Con el aumento del descontento internacional sobre las políticas de Israel, la compañía de danza israelí “Bat Sheva” ha recibido una buena cantidad de amenazas de boicot. Pero los sonidos estridentes de manifestantes del movimiento Boicot Desinversión Sanciones (BDS) fueron reemplazados esta semana por un fuerte aplauso cuando el célebre conjunto actuó en el teatro nacional de Lituania en Vilna. Aplaudiendo con entusiasmo, junto al embajador de Israel, estaba la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite.
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A pesar de que el movimiento BDS parece estar ganando tracción y la UE está intensificando sus advertencias a Israel, Lituania está cantando una melodía totalmente diferente. En declaraciones a un grupo de periodistas israelíes esta semana en Vilna, altos funcionarios del gobierno de Lituania alabaron el “alto patriotismo y la voluntad de defender su estado” de Israel, en palabras del ministro de Defensa, Juozas Olekas. “Nuestras relaciones son muy buenas, y cada vez más y más intensas”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Linas Linkevičius.
Un país con una comunidad musulmana muy pequeña, la cuestión palestina no está en la agenda pública y el término “asentamientos de Cisjordania” no es parte de su léxico. Así, mientras que otros países de la UE están preparando iniciativas de etiquetado, y los fondos de pensiones se están deshaciendo de los bancos israelíes, el gobierno lituano busca atraer inversiones israelíes.
Las relaciones diplomáticas se establecieron después de la independencia de Lituania en la década de 1990 y el año pasado una embajada israelí abrió en Vilna. Los lazos en agricultura, biotecnología y productos farmacéuticos se están expandiendo, y más de 14.000 turistas israelíes visitaron Lituania el año pasado, el doble de la cifra de 2013.
En números, Lituania podría no ser el país más importante para Israel, con menos de 3 millones de personas y un comercio bilateral de sólo $ 70 millones. Pero el papel internacional del país como miembro de la UE y la OTAN ha demostrado ser muy importante y Vilna es uno de los amigos más cercanos de Jerusalén en uno de los escenarios más hostiles – la ONU.
En octubre de 2011, Lituania se encontraba entre los 14 países que votaron en contra de la adhesión de Palestina a la UNESCO, y en noviembre de 2012 se abstuvo en la votación para mejorar el estatus diplomático de Palestina. Como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, Vilna defendió con firmeza el derecho de Israel a defenderse durante la guerra de Gaza del pasado verano, y se abstuvo en la resolución de un Estado palestino en diciembre. Vilna tampoco se unió a los 16 ministros de Exteriores europeos compañeros, que enviaron una carta en abril llamando a acelerar el etiquetado de los productos de los asentamientos.
“Tratamos de utilizar nuestra posición en cualquier organización para demostrar nuestra buena voluntad”, dice el ministro de Relaciones Exteriores Linkevičius, “La posición de Lituania es que apoya la solución de dos estados, pero sólo las negociaciones directas entre Israel y los palestinos pueden resolver el conflicto. No somos expertos en el área, pero creemos que es útil abstenerse de medidas unilaterales, y nunca estaremos de acuerdo con el boicot”.
“El gobierno lituano ve a Israel como un modelo a seguir para un país pequeño que lucha por su existencia, tanto en el ámbito económico como en el reino de la seguridad”, explica el embajador israelí, Amir Maimon.
En medio de la creciente preocupación en Vilna sobre movimientos rusos en la región, Vilna aumentó recientemente su presupuesto de defensa y está tratando de contrarrestar los intentos de ataques cibernéticos y violaciones del espacio aéreo. “Las capacidades de Israel para hacer frente a los retos de seguridad y las amenazas son valiosos para ellos”, dice Maimon. El ministro de Defensa Olekas está de acuerdo, y señala la decisión del gobierno a principios de este año para reintroducir el servicio militar obligatorio, con las Fuerzas de Defensa de Israel que sirven como modelo de liderazgo. “Necesitamos conocimientos y experiencia – e Israel es uno de los mejores”, dice.
Con admiración por el ejército israelí y la cuestión palestina fuera de la agenda, Lituania es un sueño hecho realidad para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, él mismo de origen lituano. Netanyahu no está solo: Lituania fue un importante centro de la vida judía de Europa del Este y la comunidad “Litvak” se elevó a posiciones de liderazgo y protagonismo en Israel. El Presidente Reuven Rivlin a menudo cita su conexión ancestral al “Gaón de Vilna”, el erudito judío líder del siglo 18, y el ex presidente Shimon Peres y el ex primer ministro Ehud Barak tienen raíces lituanas, al igual que otros 200.000 israelíes.
Linaje aparte, Netanyahu también se sentiría como en casa con algunas de las preferencias del gobierno lituano. Desde la caída de la URSS, los Estados Unidos han sido el principal aliado mundial de Lituania. Pero los lituanos parecen preferir al predecesor de Obama, George W Bush, que presionó para la admisión del país en la OTAN en 2002 y ayudó a proporcionarles la defensa antimisiles. La Presidenta Grybauskaite, también conocida como la “Dama de Hierro”, se negó a reunirse con Obama en 2010, en protesta contra un tratado de armas entre Estados Unidos y Rusia. Bush, por su parte, es citado en una placa en el Ayuntamiento de Vilna diciendo: “Cualquier persona que eligiera Lituania como enemigo también sería enemigo de los Estados Unidos de América.”
En la retórica reminiscente de Netanyahu sobre Irán, funcionarios lituanos hablan de la agresión de Rusia como una amenaza casi existencial. El gobierno se preocupa especialmente por lo que las autoridades llaman una ” campaña orquestada de falsificación y manipulación” para desacreditar a Lituania a través de canales de televisión en ruso en el país. Un departamento de comunicación estratégica de las fuerzas armadas con 20 personas mantiene el esfuerzo de Lituania para contrarrestar la “propaganda hostil”.
Mientras que el liderazgo de Lituania se enorgullece de la herencia judía Litvak, la actitud del gobierno hacia el Holocausto, en el que fueron asesinados más del 95 por ciento de los judíos, ha sido duramente criticado por grupos judíos. Ese episodio oscuro en la historia atrapó a Lituania entre los soviéticos y los nazis, y los lituanos parecen minimizar la complicidad local en las atrocidades nazis, suscitando una equivalencia incómoda entre los crímenes comunistas y los nazis.
Los representantes de la comunidad judía, que se estima en alrededor de 6000 personas, sostienen que el gobierno está haciendo enormes esfuerzos para educar sobre el Holocausto. En 1995, el presidente de Lituania se disculpó formalmente en la Knesset israelí por el papel de su país en el Holocausto, y el presidente asiste anualmente al Paneiri (Ponar), la ceremonia oficial en memoria de las víctimas del Holocausto. La reciente ley aprobada compensa a la comunidad judía por sus pérdidas de propiedad, y una enmienda reconoce a los rescatadores de judíos como luchadores por la libertad. Sin embargo, el embajador Maimon dice que hay “todavía hay mucho que hacer para preservar y honrar el pasado judío del país”.
“De la oscuridad a la luz”, resume el ministro de Relaciones Exteriores, que dice: “Esperamos que se avance de un período de desconfianza mutua y hechos negativos a una nueva era dorada.”
Tal Shalev es el corresponsal de i24news diplomacia.
Fuente: i24news
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