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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

El dispositivo de Merkel se utilizó para enviar correos infectados a otros políticos.

Si en las últimas semanas ha recibido usted un correo electrónico firmado por Angela Merkel, en el que la canciller alemana le invita a una conferencia telefónica, desconfíe. El ordenador del despacho de Merkel en el Bundestag, la sede del parlamento alemán, habría sido afectado por un ciberataque y los falsos correos habrían llegado a varios políticos y creado gran desconcierto, según informa el dominical ‘Bild am Sonntag’.

Ninguna fuente oficial ha podido confirmar esta información, pero varios parlamentarios sí han reconocido que también han sido víctimas del mismo ataque masivo que está obligando a las autoridades a revisar los estándares de seguridad informática. La primera que lo descubrió fue la diputada de La Izquerda Inge Höger, y posiblemente en más abochornado, el presidente de la Comisión de Asuntos Digitales, Martin Burkert, socialdemócrata.

El ataque se produjo el miércoles de la semana pasada y responde a un perfil “altamente profesional”. Se ha especulado con la posibilidad de que provenga de ‘hacker’ rusos, pero no hay pruebas. La Fiscalía General ha abierto investigación y el Ministerio de Interior está redactando la lista de las instancias oficiales que son susceptibles de sufrir ataques similares, para poder evitarlos.

En lo que respecta al Bundestag, al menos hay 15 ordenadores infectados y la pausa parlamentaria de este verano será aprovechada para sustituir completamente la red informática del edificio. Fuentes del Reichstag aseguran que, en el caso de la canciller, apenas trabaja en ese ordenador, puesto que suele hacerlo en su despacho de la Cancillería. Cuesta creer de todas formas que el objetivo del ataque haya sido enviar correos falsos firmados por Merkel y preocupa especialmente la posibilidad de que documentos confidenciales de los diputados estén circulando en la red. Lo primero que ha centrado los esfuerzos policiales ha sido comprobar que no ha habido fuga de datos.

Fuente: elmundo.es