AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Una guía sobre cómo criar a nuestros hijos para mirar lo positivo y hablar bien de otros.

 Por Sarah Chana Radcliffe.

Lashón Hará_optLas palabras son poderosas

El habla, la habilidad de transmitir ideas y pensamientos a través de las palabras, es única de los seres humanos. Puede ser una gran bendición pero también es propicia para el abuso.

Las palabras que nuestros hijos escogen usar el expresarse a sí mismos los ayuda a crear una ventana personal hacia el mundo.

Las formas de expresión positivas pueden ayudar a nuestros niños a crecer como personas positivas y optimistas que observan el mundo que los rodea con una mirada generosa y esperanzadora. Las formas negativas de expresión, tales como el discurso difamatorio o malintencionado, cultivará en ellos una forma negativa y cínica de ver el mundo.

Discurso malicioso

Es fácil caer presa de un patrón destructivo en el que se habla mal de otras personas y se habla de chismes, ¡al grado de que se convierte en una actividad recreativa! A fin de disfrutar de las tantas personas que están en nuestra vida, debemos dejar de verbalizar lo negativo y enfocarnos en sus virtudes positivas. Esto toma mucho esfuerzo pero es esencial a fin de criar hijos felices.

Si siempre encontramos las fallas, naturalmente nos sentiremos insatisfechos, decepcionados y disgustados, y también nuestros hijos se sentirán así.

Criar hijos felices requiere que les impartamos la habilidad de mirar todo de forma positiva: situaciones, lugares y objetos materiales. Pero, más importante, cómo ven a las personas.

El término en hebreo para hablar mal de otros es lashón hará, que significa literalmente “lenguaje malo”. Es interesante ver que la Torá señala como “lenguaje malo” todo lo que sea negativo, aun si es cierto. Nuestra tradición nos enseña que el lashón hará puede destruir muchas vidas, incluso involuntariamente: la del emisor, la de sobre quien se habla, y la del receptor. Veamos porqué:

  • El emisor: aunque se convierte rápidamente en el centro de atención al contar chismes sobre la gente, a largo plazo, las personas dejan de confiar en él. La gente no confía en los chismosos e intentará evitar confiar en él. Además, al utilizar erróneamente la habilidad del habla que D-os le otorgó, también se verá disminuido a Sus ojos.
  • Persona sobre quien se habla: la persona de la que se habla está, por supuesto, siendo asesinada a los ojos de todos, sin importar si la información es verdadera o falsa. Es difícil retractarse de las palabras difamatorias una vez que se han pronunciado. La reputación de la persona se encontrará manchada para siempre.
  • El receptor: ésta es la persona más culpable, aunque pareciera ser la inocente. ¡Todo lo que hizo fue escuchar! Pero el Talmud dice que escuchar el lashón hará es peor que hablarlo porque la persona tenía el poder para detenerlo pero no lo hizo. Así, la falta está completa.

Excepciones a la regla

Por supuesto, existen momentos en los que a todos se nos permite compartir información negativa sobre otros. De hecho, en algunas ocasiones es hasta obligatorio. Por ejemplo, cuando un amigo está a punto de iniciar una relación financiera con una persona que se sabe que no es ética, o cuando va a iniciar una relación amorosa con alguien que es abusivo (a) o que simplemente no es una buena pareja.

Falacias comunes

Tengan cuidado de las excusas que los niños dan cuando hablan lashón hará:

  • “¡Pero es cierto!” Lashón hará se refiere específicamente a compartir información derogatoria cuando es cierta pero, ¡esparcir mentiras es mucho peor!
  • “Si estuviera aquí, se lo diría en la cara”. Tal vez, sí, y, tal vez, no. En cualquier caso, sigue estando prohibido.
  • “Todos lo saben”. ¿Esto justifica avivar el fuego? Incluso si aparece en la primera plana del periódico, está prohibido hablar sobre eso.

Lashón Hará 2Herramientas para padres

Cuesta mucho trabajo enseñarles a nuestros hijos a evitar el lashón hará pero aquí hay algunas técnicas con las que pueden experimentar:

  1. Enseñen con el ejemplo: enseñarle a los niños que es una prioridad para ustedes es, tal vez, la lección más importante. No dejen que los escuchen chismear con sus amigos o parientes. No dejen que los escuchen reírse a expensas de otros. Aunque, mejor que “no dejen que los escuchen”, es que, ¡no lo hagan!
  2. Discutan la importancia de evitar el lashón hará: ayuden a sus hijos a identificar qué es discurso adecuado y qué no. Hablen sobre cómo el discurso inapropiado puede lastimar a otros y cómo lastima también a la persona hablando lashón hará. Existe una gran variedad de libros judíos que les pueden ser de utilidad.
  3. Desalienten el chismorreo: cuando sus hijos les digan que vienen a “acusar” a alguien, díganles que no están interesados en sus reportes sobre el comportamiento ajeno pero que están disponibles para ellos si es que necesitan ayuda o un consejo.
  4. Aprendan el hábito de no utilizar nombres: no hay necesidad de que conozcan los nombres de los alumnos problemáticos de una escuela, salvo que ustedes jueguen un papel directo en el asunto. Enfoquen la discusión en los sentimientos, preocupaciones y miedos de sus hijos. Si éstos necesitan protección, ahí sí se requiere su intervención. Díganles que es apropiado que les den el nombre del niño abusivo.
  5. No caigan en la trampa del lashón hará ordinario: durante la cena u otros momentos que se pasan con la familia, traigan a la mesa libros para discutir o hablen sobre temas actuales. Cuando platiquen sobre lo que le sucedió a cada uno durante su día, enfóquense en lo que aprendieron o en cómo se sintieron. Muéstrenle a sus hijos que les interesan más cosas que hablar sobre el mal comportamiento de otros.
  6. Den refuerzo positivo: asegúrense de felicitar a sus hijos cuando logren contarles sobre los problemas escolares o del vecindario sin mencionar a los involucrados. Háganles saber que están orgullosos de ellos, y que D-os también lo está.
  7. ¡Recordatorios! Graben un recordatorio en el teléfono: “Sin lashón hará”. Pongan recordatorios en el refrigerador y en otros lugares importantes de la casa.
  8. Estúdienlo. Lean una porción de las leyes de lashón hará todos los días o durante la cena de Shabat. Alienten la discusión y los ejemplos.

Fuente: aish.com / Traducción y adaptación: Miriam Baley.

#LashónHará