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EDUARDO HADJES NAVARRO PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

Queridos amigos, pocas veces en los años que llevo escribiendo mis comentarios, me había encontrado con tal cantidad de información en los portales electrónicos e informativos comunitarios de Chile, Uruguay, México e Israel y tan inaudito silencio en nuestra prensa nacional, como se da en la actualidad. Es tal el enredo y contradicciones que provienen de las noticias de Medio Oriente y África del Norte, que se justifica lo primero y sorprende lo segundo.

Respondiendo a unas consultas de mi esposa, encontré el tema apropiado para trabajar y, así lo espero, resulte positivo para ustedes.

Los kurdos, he ahí a los únicos que en estos momentos podrían salvar al mundo civilizado de la gran hecatombe que supone el rápido avance del EI y sus múltiples secuaces, los cuales van surgiendo como callampas, en los más apartados lugares imaginables.

Una muy breve y sucinta explicación de éste pueblo, que dividido en tres partes, ha logrado sobrevivir, pese a las persecuciones a las que han sido sometidos, desde el fin de la Primera Guerra Mundial, hasta nuestros días.

Ante el derrumbe del Imperio Otomano, aliado de los alemanes en la Gran Guerra, los aliados, principalmente Inglaterra y Francia, se repartieron los países del recién caído, a su simple arbitrio y conveniencia, donde lo que menos primó fue la lógica. Los problemas que tal actitud trajo a los países sorteados, les permitió a estas potencias colonialistas, las mismas que votan en contra de Israel por su supuesta ocupación de “tierras palestinas”, mantener por más años, su férreo y cruel dominio sobre sus “colonias”

Los que piensen que pudo haber una lógica en la creación de las naciones-colonias que conformaron, los invito a recordar lo que hicieron de la India y su mezcla inexplicable de población hinduista con musulmanes, lo que luego de horripilantes matanzas, dio origen a dos naciones: India y Paquistán.

En Medio Oriente, desconocieron burdamente al Kurdistán, dejando a este sufrido, pero férreo pueblo repartido entre Turquía, Siria e Irak.

Trasladándonos a la actualidad, para no dilatar en demasía este comentario, nos encontramos que los peshmerga kurdos, son los únicos que están enfrentando las salvajes hordas yihadistas del Estado Islámico (EI), con éxito, pese a carecer de suficiente y moderno armamento con que combatir.

Estados Unidos, está derrochando miles de millones de dólares, armando a los terroristas del EI, al entregar al ejército iraquí, lo más moderno de su arsenal, el cual, llegado el momento de enfrentar a los islamistas del Califato, lo primero que hacen es dejar botado tan valioso material, para arrancar más rápido, poseídos de un miedo demoníaco.

No creo que los estadistas occidentales ignoren esta realidad, pero  la maraña de intereses que deben manejar, los lleva a no dudar en dar la espalda a los valientes kurdos, por las presiones del gobierno turco, el cual, en la actualidad, está demostrando ser tan confiable como un niño de 3 años, en busca de caramelos.

Ya son miles los americanos y europeos que se han unido al EI en su fiebre demencial. En su gran mayoría, pasan de Turquía a Siria, en busca de su utópica panacea que no les ha de entregar nada, salvo la posibilidad de saciar su ser de maldad y perfidia ilimitada, ansias provocadas por motivos que podríamos estudiar en otra oportunidad.

Nada hace el gobierno turco por detener a estos occidentales que, una vez bautizados en baños de sangre y maldad, estarán listos para retornar a sus países de origen, a sembrar el terror, acorde a lo aprendido durante su permanencia en las filas yihadistas extremas.

Pese a esta realidad inobjetable, los “aliados” siguen aceptando las presiones turcas, los cuales temen a los kurdos, que si logran derrotar al EI, irán por su ansiada y merecida libertad.

En muchas cosas, la valiente actitud de los peshmerga kurdos, me recuerda el actuar de los valientes integrantes de la gloriosa Haganá, los cuales, sin armamento adecuado, lograron derrotar a los soldados integrantes de la Liga Árabe, en 1948, al saber que, simplemente, no podían perder la guerra, ya que ello involucraba la muerte inminente de sus familiares, amigos y nación recién formada. Hoy los kurdos, al igual que ayer los israelíes, pelean por su supervivencia y eso, da una fuerza y lleva a actitudes heroicas que jamás podrán ser equiparadas por el actuar de soldados que no saben por qué y para qué luchan.

Hasta hace poco, cuando me refería a los que no comprendían el peligro que los estaba acechando, hablaba del mundo occidental. En la actualidad, esta realidad es totalmente diferente. Ahora, en propiedad, debemos referirnos al mundo civilizado. El califato ha demostrado en forma fehaciente, que incluso los musulmanes están en peligro de morir ellos y sus seres queridos por la arrolladora máquina destructiva del EI, si no están dispuestos a aceptar en su totalidad, las órdenes entregadas por Abu Bakr el Bagdadí y sus secuaces. Ya no basta con ser musulmán, ni siquiera es suficiente ser sunita, deberá estar dispuesto a abandonar todos sus valores morales, humanitarios y civiles, para someterse en forma irrestricta, a sus caprichos y perversidades, o enfrentar la muerte luego de los más crueles y refinados tormentos.

EE.UU. y sus aliados, se autoengañan diciendo que sus ataques aéreos podrán detener a las huestes yihadistas, pese a que la realidad ha demostrado su garrafal equivocación. Definitivamente, ellos no mandarán tropas a combatir al califato. Siria e Irak, prácticamente ya no existen. Aún restan pequeños enclaves, afines a sus gobernantes, mientras en la realidad, cientos de pandillas se pelean unas con otras en busca de su propio botín.

Bagdadí ya se tomó Mosul, luego lo siguió Ramadi y ahora Fallujah. Cada una de estas ciudades eran más difíciles de conquistar que Bagdad, pero ha preferido combatir contra grupos que luchaban contra  Al Assad en Siria, reservando la caída del  Presidente para cuando le sea más favorable.

Así las cosas, si ni las tropas sirias y menos las iraquíes, están en condiciones de enfrentar al EI ¿Quién podrá hacerlo?

La respuesta ya está formulada: LOS PESHMERGA KURDOS

David ben Jaim