article-2615973-1D7933E600000578-365_634x408CLAUDIA ROSETT

 

Se supone el acuerdo surgido de las conversaciones nucleares con Irán bloqueará todos los caminos de Irán a la bomba, o así lo promete el Presidente Obama. Entonces, ¿qué propone hacer el gobierno de Obama acerca de conductos tales como el empresario chino y presunto proliferador en serie para Irán, Li Fangwei?

También conocido como Karl Lee, Li Fangwei con los años ha adquirido una reputación como un maestro del tráfico ilícito, un comprador radicado en China para los programas ilícitos nuclear y de misiles balísticos de Irán.

Durante más de una década, las autoridades estadounidenses han estado tratando de cerrar la red de Li, comenzando con su organización de fabricación metalúrgica, la LIMMT Economic and Trade Company, y prosiguiendo a la red de presuntas empresas fachadas con las cuales los funcionarios estadounidenses dicen que Li ha tratado de evadir las sanciones. Con creciente urgencia, Estados Unidos ha estado buscando más recientemente arrestar él mismo a Li. Desde abril del 2014, el Departamento de Estado ha estado ofreciendo una recompensa de hasta u$s5 millones para “información que lleve al arresto y/o condena del proliferador chino de armas Li Fangwei, también conocido como Karl Lee.”

El FBI ofrece una foto borrosa de Li en su lista de “Buscados”, mostrándolo con una mata de pelo oscuro, y describiéndolo como de 5 pies y 7 pulgadas”, con un lunar sobre su labio superior. El FBI destaca que Li es un ciudadano chino, habla mandarín e inglés y fue “sancionado previamente por los EEUU por su presunto rol como un proveedor principal para el programa de misiles balísticos de Irán.”

Documentos del tribunal estadounidense ofrecen una dirección para la compañía LIMMT de Li, en la ciudad portuaria del nordeste de China de Dalian. LIMMT fue colocada bajo sanciones en el 2004 por el Departamento de Estado, y en el 2006 el Tesoro de EEUU agregó a LIMMT a su lista negra de Nacionales Designados Especialmente y Personas Bloqueadas (la lista SDN), prohibiendo a LIMMT participar en transacciones a través de o con el sistema financiero estadounidense.

Li continuó con los negocios. En abril del 2009, el ex fiscal de distrito de Manhattan, Robert Morgenthau, anunció que tanto Li como su empresa, LIMMT, habían sido acusados, en ausencia, en la Corte Suprema del Estado de New York, bajo 118 cargos “relacionados con el mal uso de bancos de Manhattan y la proliferación de tecnología ilícita de misiles y nuclear al gobierno de Irán.” La acusación describió una red de empresas fachada para LIMMT, con nombres tales como Blue Sky Industry Corporation y Wealthy Ocean Enterprises, involucradas en acuerdos alrededor del mundo en países que van desde Sudáfrica a Brasil, Chile, Polonia y Suecia.

En tándem con esa acusación del 2009, el Tesoro designó a Li, describiéndolo como el “gerente comercial” de la ya designada LIMMT. El Tesoro también identificó lo que acusó eran “ocho alias” utilizados por LIMMT para evadir las sanciones.

En mayo del 2009, Morgenthau testificó ante el Comité del Senado sobre Relaciones Exteriores que a pesar de las sanciones estadounidenses contra LIMMT, la empresa había “usado sus alias para continuar enviando materiales prohibidos de misiles, nucleares y los llamados de doble uso” a organizaciones relacionadas con el ejército iraní que estaban produciendo “sistemas de armas de alta tecnología.” Morgenthau agregó: “El Sr. Li ha suministrado al ejército iraní de material para armas durante años mientras se burlaba de los acuerdos internacionales que restringen tal comercio. Para el Sr. Li y sus co-conspiradores, “las cosas como de costumbre” significaba violar la ley y proporcionar materiales para armas de destrucción masiva a un régimen peligroso.”

Morgenthau destacó que no había tratado de extradición entre EE.UU. y China, “así que si el Sr. Li va a enfrentar a la justicia, será ante un tribunal chino por sus violaciones a la ley china.”

Cinco años más tarde, Li estaba todavía en el negocio. El 29 de abril del 2014, fue acusado, en ausencia, en un tribunal federal de Manhattan por lo que el informe de prensa del Fiscal del Distrito Sur describió como “utilizar una red de empresas fachadas para evadir las sanciones estadounidenses.” El Fiscal de Estados Unidos acusó que Li había “construido una red descomunal de empresas fachada con base en China,” haciendo “millones de dólares de negocios con Irán” — incluyendo la venta de bienes metalúrgicos y componentes relacionados que las Naciones Unidas prohíben vender a Irán debido a que son de “doble uso con relación a lo nuclear.”

Ese mismo día, el Tesoro designó a “ocho compañías fachada con sede en China actuando para o en nombre de Karl Lee.” Las autoridades estadounidenses incautaron u$s6,895 millones en fondos retenidos por bancos estadounidenses haciendo negocios correspondientes con bancos chinos supuestamente utilizados por la red de Li Fangwei. Y el Estado anunció su botín de hasta u$s5 millones.

En un documento publicado el 19 de mayo del 2014 por el Project Alpha del Centro para Ciencia y Estudios en Seguridad del King’s College de Inglaterra, los autores Daniel Salisbury y Ian J. Stewart describen a Li como “uno de los más prolíficos ‘proliferadores en serie’ vistos en los últimos años.” Refiriéndose a la famosa red de proliferación nuclear de A.Q.Khan de Pakistán, los autores declaran, “desde A.Q.Khan ningún fabricante de tecnologías sensibles de proliferación ha vendido en forma tan descarada y repetida sus bienes para uso en programas prohibidos a pesar de la atención actual de las autoridades nacionales e internacionales.”

Li sigue estando fugitivo. Cuando contacté a la misión de China ante las Naciones Unidas esta semana, pidiendo comentarios para este artículo, ellos no respondieron. Este enero, el Servicio de Investigación del Congreso informó que una subcomisión de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes que investigó el año pasado el Caso Li ha encontrado que “China ha hecho poco esfuerzo aparente por responder a sus actividades.”

En marzo del 2013, Reuters informó haber contactado a Li para un artículo sobre nuevas acusaciones por parte de funcionarios anónimos de seguridad que él estaba haciendo todavía negocios ilícitos de millones con Irán. Según Reuters, Li negó cualquier mala acción o engaño, diciendo que el ya no respondía más a los llamados de clientes iraníes, y “Seguro, hicimos negocios con Irán, pero no exportamos los bienes que ellos dijeron, misiles o lo que sea.”

¿Cómo funciona, que China, un país conocido por rastrear a sus disidentes democráticos a toda hora, no haya arrestado al fabricante metalúrgico y presunto proliferador serial Li Fangwei?

Funcionarios del Departamento de Estado se negaron a mis solicitudes de comentarios en el caso de Li. Un portavoz del Departamento de Justicia llegó sólo hasta ahora a confirmar que Li “sigue siendo un fugitivo.” Pero los cables del Departamento de Estado del período 2006-2009, publicados online por Wikileaks, proporcionan algunas visiones de las interacciones entre Estados Unidos y China por Li y su red LIMMT. Hay muchos cables sobre la cuestión, abarcando desde fines del gobierno de Bush al primer gobierno de Obama. Aquí hay una muestra:

“En junio del 2006, un diplomático estadounidense en Beijing informó a un funcionario del ministerio del exterior chino la decisión estadounidense de designar a cuatro empresas chinas, incluyendo LIMMT de Li, por apoyar la proliferación de misiles iraníes. “China se sorprendió,” fue la nota al pie en el cable resultante. El funcionario chino instó a EE.UU. a “detener las designaciones”, las cuales “violarían la confianza y socavarían la cooperación existente entre Estados Unidos y China en no proliferación y controles de exportación.”

Los diplomáticos estadounidenses en Beijing continuaron ofreciendo a las autoridades de China, en numerosas ocasiones, información sobre las presuntas ventas ilícitas de proliferación por parte de LIMMT a Irán. Estos encuentros incluyeron una medida entregada el 9 de agosto del 2009 por el embajador estadounidense. Eso fue seguido por una reunión en la que un oficial político estadounidense “explicó los detalles exactos y volumen prodigioso de la información relativa a LIMMT” que Estados Unidos había pasado a China durante los 18 meses anteriores, cubriendo las “ventas prolíficas” por parte de LIMMT de materiales de doble uso a entidades sancionadas por la ONU en Irán. La respuesta oficial de China fue que su investigación estaba continuando, que LIMMT ya había sido castigado, y que “ha sido revocada la licencia” de LIMMT.

En Febrero de  2008, un diplomático estadounidense en Beijing se reunió con el funcionario del ministerio del exterior chino para citar pruebas de los envíos continuos de materiales controlados a Irán por parte de LIMMT. El funcionario chino “hizo hincapié en que investigaciones de cuestiones tan sensibles y complejas llevan tiempo.”

En marzo del 2008, otro cable del Departamento de Estado informó que según otro funcionario chino, China había impuesto “medidas administrativas” desde el año sobre LIMMT y Li, y continuaba “vigilándolo.” Pero según este funcionario chino, hubo complicaciones porque bajo la ley china algunas de las exportaciones de Li de materiales de doble uso cayeron en una “zona gris”, en la que Li, siendo “astuto e inteligente”, sabía cómo maniobrar.

Estados Unidos siguió presionando el caso. En respuesta, en junio del 2008, un funcionario chino informó a un número de funcionarios de la embajada de EE.UU. sobre la investigación por parte de China de Li y su red LIMMT. Esta vez, la palabra oficial de China fue que para junio del 2006 — dos años antes — LIMMT “ya no existía más.”

Esto fue seguido en enero del 2009, durante la primera semana del gobierno de Obama, por el ministerio del exterior chino convocando a un funcionario de la embajada estadounidense en Beijing, para quejarse por las sanciones estadounidenses “inaceptables” y “unilaterales” contra LIMMT y otra empresa. China esperaba que EE.UU. “corrigiera estos errores.”

Tres meses más tarde, en abril del 2009, un diplomático estadounidense en Beijing entregó una medida notificando a China que el Tesoro había designado a Li y media docena de presuntas fachadas de LIMMT, e instando a China a detener sus “actividades relacionadas con la proliferación.” Un funcionario chino respondió: “Los negocios de China son sus propios negocios”

Enseguida después de eso, se cierra la ventana de Wikileaks. Pero China tocó una nota similar en público el año pasado, protestando cuando fiscales federales estadounidenses anunciaron cargos contra Li por presuntas violaciones a las sanciones “desde el 2006 hasta el presente” — incluyendo adquisición para Irán de materiales de doble uso que podrían ser utilizados para producir o entregar “armas de destrucción masiva.”

Como fue citado por la Agencia Noticiosa Xinhua controlada por el estado de China, un portavoz del ministerio del exterior chino respondió que: “La parte china se opone firmemente a las sanciones unilaterales de Estados Unidos.”

¿Pero no se supone que China se oponga también firmemente a la proliferación a Irán? China ha sido una de las cinco potencias mundiales colaborando con EE.UU. en la mesa de negociación en Viena, junto con Rusia, Francia, Inglaterra y Alemania. Oficialmente, China ha sido parte durante años de la campaña internacional para impedir que Irán obtenga armas nucleares, o — como también lo diría el Consejo de Seguridad de la ONU — misiles balísticos para entregarlas. China tiene una banca permanente esgrimidora de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, el cual aprobó sanciones vinculantes contra Irán en los años 2006, 2007, 2008 y 2010. Aparentemente, nada de eso alcanzó para que China cancele a Li y su red LIMMT.

Mucha de la discusión en las conversaciones nucleares con Irán se ha centrado en cómo vigilar la actividad dentro de Irán mismo. Pero Irán tiene una historia prolífica de engaño, incluyendo la construcción de plantas nucleares secretas, y redes de proveedores ilícitos en el exterior, ansiosos por lucrar de su riqueza petrolera. Si se cierra un acuerdo con Irán, en el cual incluso es quitada la inconveniencia de las sanciones, ¿entonces qué persuade a China de detener a Li o a los de su calaña?

Fuente: Forbes

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México