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Por Ari Briggs

El 16 de julio, el vocero del Departamento de Estado, John Kirby presionó a Israel a no cumplir las órdenes de demolición contra un campamento ilegal construido por árabes junto a la comunidad judía de Susiya. Las órdenes de demolición habían sido confirmadas por el Tribunal Supremo de Israel en mayo de 2015 luego de décadas de apelaciones.

Los israelíes se sorprendieron primeramente debido a que aparentemente el Departamento de Estado fue mal informado acerca de los hechos fundamentales. Segundo, porque parece ser un arrogante intento de socavar el sistema legal israelí, incluida su Suprema Corte reconocida a nivel mundial.

La Corte consideró que estas afirmaciones eran falsas, en base a hechos históricos y geográficos objetivos: fotografías aéreas históricas, mapas detallados, relatos de viajes de los siglos 18 y 19, y el registro de población. De hecho, esa aldea nunca existió. La Corte Suprema ha fallado repetidamente en contra de estas falsas afirmaciones.

Sin embargo, la “lucha” de la familia Nawajah se ha convertido en una causa célebre de un grupo de extranjeros, y organizaciones no gubernamentales financiadas por países del exterior que intentan desprestigiar a Israel en todo el mundo a través de falsedades, tergiversaciones y mentiras descaradas.

En segundo lugar, al parecer, el Departamento de Estado no se dio cuenta de que el Tribunal Supremo dictaminó que los miembros de la familia Nawajah tienen casas permanentes en Yata, una ciudad cisjordana, bajo dominio completo de la Autoridad Palestina.

La familia Nawajah fue motivada por la Autoridad Palestina para crear “hechos sobre el terreno” en una zona bajo la autoridad israelí, según los Acuerdos de Oslo.

Al menos 20 estructuras ilegales, financiadas directamente por la Unión Europea y con la bandera de la UE, fueron colocadas estratégicamente entre la comunidad judía de Susiya y el sitio arqueológico que lleva su nombre e incluye una magnífica sinagoga antigua.


El autor es director de Regavim, una organización de
asesoría legal dedicada a la protección de la tierra nacional de Israel.

Fuente: The Jerusalem Post

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