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HERNAN FELMAN PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

Sí, hay días que dan ganas de explotar.

Aquellos, que como yo, pensamos que este país es una maravilla, andamos en estos días preguntándonos qué debemos hacer mejor…

Este, nuestro país, el Estado de Israel, fue creado para convertirse en el hogar del pueblo judío, un pueblo judío perseguido, difamado, y por cierto, diezmado por asesinos antisemitas que en distintas etapas de la historia fueron vestidos, o mejor dicho, disfrazados de estilos diferentes, de ideologías de moda, pero siempre con un solo objetivo, la destrucción de nuestro pueblo.

Como decíamos, este Estado de Israel fue creado para ser un Estado Judío y Democrático, un faro de luz para los pueblos, una isla de tolerancia en el Medio Oriente, un ejemplo para las naciones, un modelo de imitación para todos aquellos que creen en el éxito de la revolución sionista que devolvió al pueblo judío a su terruño histórico.

El permanente conflicto con los palestinos, la inutilidad de conversaciones que no llegarán a ningún acuerdo debido a la negativa árabe de reconocer a un Estado Judío en esta pequeña porción de territorio del Medio Oriente, nos obliga a armarnos y estar siempre listos a una nueva escalada de violencia.

Ya fue dicho mil veces: el Estado de Israel no puede permitirse el lujo de perder una guerra…

Aun así, este, nuestro país, se desarrolla, crece, es un foco de creatividad y desarrollo, el cerebro judío crea, inventa, investiga, es el motor que conduce a la humanidad a un mejor destino.

El éxito de Israel, el éxito de nuestro pueblo, siempre estará en nuestro aporte a la humanidad, al mundo que lucha contra las fuerzas del mal, contra los extremismos que bañan de sangre al mundo entero.

Si la lucha contra el antisemitismo y por los derechos legítimos de nuestro pueblo, fueran liderados por los extremistas, perderíamos nuestra legitimización frente al mundo.

Los dos crueles asesinatos acontecidos en estos últimos días, deben avergonzar a todos y a cada uno de nosotros.

Shira Banki, de 16 años , fue asesinada por un fanático religioso, cuchillo en mano, furia, odio…

¿En qué se diferencia este personaje de aquellos fanáticos de Dahesh que también cuchillo en mano, han mostrado su falta de tolerancia hasta extremos impensados? ¿En nombre de qué judaísmo cree este aberrado criminal que cometió su atentado? No, su crimen fue cometido también contra la fe judía, contra nuestras creencias, contra una religión que vino al mundo para ofrecer paz y tolerancia también para aquel que es distinto a nosotros.

Este asesinato cargó con la vida de Shira, pero dejó una profunda herida en el judaísmo de todos nosotros.

No menos penoso fue el desgarrador asesinato del pequeño Eli Dawabshe. ¿Quiénes pueden ser los causantes de esta tragedia? ¿Quiénes son capaces de provocar tanto dolor? ¿Quiénes, en nombre de nuestros legítimos derechos, están dispuestos a sembrar odio, rencor, lágrimas y dolor?

No, ninguno, ni los ultras de negro armados de cuchillos, ni los ultras con bombas molotov en sus manos representan a la indiscutible mayoría del pueblo de Israel, ni son parte de la cultura, tradición y religión judía.

Solo pensar que yo, hombre de derecha, pueda ser identificado con alguno de ellos me da  escalofrío. El mayor éxito que podrán tener los terroristas palestinos,  sedientos de sangre y destrucción, será ver a miembros de nuestro pueblo actuar como ellos…

Yo, miembro del campamento nacional, identificado con sus ideas, convencido de nuestros derechos históricos y nacionales a todo Eretz Israel, deploro, denuncio, repudio todo ataque que esté desprovisto de humanidad. ¡El asesinato no es Judío!

Permítanme una reflexión más: en estos últimos días comenzaron las Macabiadas europeas en Berlín, sí, en el mismo estadio que los Nazis festejaron sus primeros pasos. Ahí, miles de jóvenes judíos de toda Europa festejaron nuestro triunfo frente a los nazis, no importa frente a cuanto mal nos enfrentamos, ¡el pueblo judío triunfó! El Estado de Israel, pujante y creativo es su respuesta.

En una de las canciones más conocidas del movimiento revisionista, Jabotinsky escribe “Aquí vivirán en abundancia y alegría el hijo del árabe, el hijo del cristiano y mi hijo…” Quien no cree en ello no pertenece a mi movimiento”.

Los ataques desenfrenados al Presidente Reuven Rivlin, son otra expresión de la sensación de pérdida del camino, Rivlin es un ejemplo de humanismo y tolerancia, de valor y compromiso con los valores nacionales que nos trajeron a esta tierra a compartir nuestros destinos con los de todo el pueblo judío.

Es hora que todos los judíos de buena voluntad, sin renunciar a nuestros derechos, nos pongamos de pie y digamos, ¡hasta aquí! Tenemos derechos, pero tenemos también la obligación de aceptar al distinto, a nuestro vecino, a todos aquellos que, como nosotros, desean vivir en paz.