AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Neot Semadar, una comunidad colectiva ecológica, es más que solo un kibutz con una extraña torre colorida en el medio de la nada.

Por Viva Sarah Press

Centro de Artes_opt
El inusual Centro de Artes del kibutz y su torre de enfriamiento de agua.

El kibutz Neot Semadar es mejor conocido por su colección de productos cultivados orgánicamente y preparados en el kibutz, y como “ese lugar con la extraña torre colorida en el medio de la nada”.

Cualquiera que haya manejado por la Ruta 40 en la región de Arava, ha visto el famoso punto de referencia de Neot Semadar. Muchos pierden la oportunidad de hacer una parada al lado del camino para visitar el kibutz; sin embargo, esto sucede generalmente porque la gente no sabe sobre él.

Aquéllos que sí se detienen en el cruce del Camino 12 y la Ruta 40 que conduce a Eilat, compran un bocadillo en el café orgánico del kibutz, llamado Pundak Neot Semadar, una de las muchas crecientes paradas energizantes que hay a lo largo de la Ruta 40. El café vende los diversos productos cultivados y hechos en el kibutz, incluyendo quesos, jamones y vinos orgánicos, así como productos artesanales.

Pero Neot Semadar, ubicado a 60 kilómetros al norte de Eilat, es mucho más que solamente botanas saludables.

Interior del Centro de Artes-Willy Wonka_opt
Vista desde adentro del Centro de Artes, estilo Willy Wonka.

La comunidad del kibutz, que se inició por un grupo de amigos en 1989, es una de las últimas colectividades rurales de ese estilo, administradas como una cooperativa equitativa. Es una comunidad dedicada a la “vida como realmente es”, dice Anat Shaul, directora de las visitas guiadas en Neot Semadar.

Lo que más llama la atención del aspecto del kibutz es el Centro de Artes- un maravilloso edificio estilo Willy Wonka con una torre azul con rosa que se alza en el centro de todo, encajando perfectamente y, a la vez, pareciendo estar totalmente fuera de lugar.

“Es un lugar maravilloso para visitar debido a su perspectiva visual. Al Centro de Artes se le conoce como el Taj Mahal del Medio Oriente. Es una experiencia sensorial de sabor y olor”, dice Shaul. “La historia de la comunidad también es importante. Es un lugar de educación. Ofrecemos muchos seminarios y talleres para personas que quieren aprender sobre sí mismos”, continúa.

Arquitectura desértica sustentable

La torre de aspecto extraño del Centro de Artes es, en realidad, una torre de enfriamiento pasivo, un sistema ecológico de calefacción / enfriamiento. Los miembros del kibutz le dedicaron 15 años a la construcción del Centro de Artes y de la torre, a través de un proceso de investigación, prueba y error.

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Jardín orgánico de Neot Semadar.

“Mis padres preguntaban, ‘¿todavía se está construyendo?’, cuando seguía en construcción”, dice Shaul. “Cada año preguntaban lo mismo”.

Mientras que nadie en su sano juicio hubiera pagado para construir un edificio durante el transcurso de 15 años, los miembros del kibutz Neot Semadar tomaron este proyecto como un reto para encontrar nueva arquitectura desértica.

Leyeron sobre técnicas de construcción antiguas en el Medio Oriente y sobre arquitectura sustentable. Aunque les tomó un largo tiempo finalizar el proyecto, a lo largo del camino terminaron creando una nueva técnica, por la que ahora serán reconocidos.

Hoy, la Academia Neot Semadar transmite las habilidades de construcción de estructuras ecológicas y los principios básicos de la construcción. De hecho, el Waldorf-Astoria en Jerusalén acudió con los artesanos de este kibutz por su experiencia en concreto reforzado con fibras de vidrio para los detalles intrincados y las geometrías complejas.

Vistas perfectas_opt
Paisajes perfectos.

La visita detrás de bambalinas

Al pararse en la cima del balcón del Centro de Artes, se obtienen vistas panorámicas del desierto que lo rodea. Las vistas perfectas estilo postal incluyen una plantación de dátiles, las casas hechas de ladrillo que son por lo que se conoce al kibutz, los corrales de las cabras, los jardines de vegetales orgánicos y los huertos de árboles frutales.

Hay 90 adultos, 70 niños y 50 voluntarios- de todas partes del mundo- viviendo y trabajando en el kibutz.

Las visitas a Neot Semadar (las cuales deben agendarse con antelación) llevan a los turistas detrás de bambalinas.

El Centro de Artes es el punto focal de la comunidad. La visita inicia ahí y le da a los visitantes una mirada cercana a los diseños intrincados del edificio y de sus barandales, así como del taller de uno de los artistas. Además, hay tiempo para curiosear y ver las artesanías hechas por los miembros del kibutz, y también para subir las escaleras hacia la exhibición fotográfica que muestra la historia del edificio.

Desde el Centro de Artes, los turistas caminan por un jardín que es regado por la propia agua de la comunidad, utilizando técnicas de reciclaje, y llegan a la fábrica de queso y al bar/tienda de vino para una cata.

Uvas propias del kibutz_opt
El kibutz utiliza sus propias uvas para hacer sus vinos.

Los viñedos boutique representan los cultivos más meridionales de la vid en Israel. Aunque el desierto puede no parecer un entorno vitivinícola de primera, a los visitantes les resultará bastante difícil no comprar por lo menos una botella de estos vinos premiados al terminar su visita.

Los miembros del kibutz saben que tienen algo especial que ofrecer al turismo israelí, y ofrecen talleres y cursos para la gente que quiere quedarse con ellos y aprender más después de terminar su visita guiada de dos horas.

Fuente: Israel 21c / Traducción: Miriam Baley