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THE WALL STREET JOURNAL

 

Un informe dice que la AIEA no tendrá acceso al sitio nuclear de Parchin.

Tres Senadores más se han declarado en los últimos días contra el acuerdo nuclear del Presidente Obama con Irán, y no se sorprendan si siguen más después de la bomba de la Associated Press del miércoles. El servicio noticioso informa que se permitirá a Irán utilizar sus propios inspectores en el sitio nuclear secreto de Parchin en virtud de su acuerdo secreto lateral con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

Esta es algo nuevo en la historia del control de armas. Parchin es el complejo militar que más  sospechas ha originado de ser el cuartel general del desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos de Irán. La AIEA ha buscado el acceso a Parchin durante más de una década, y los funcionarios norteamericanos han dicho que el acuerdo requiere que Irán confiese sobre Parchin mediante la aceptación de un protocolo de inspecciones con la AIEA para finales de este año.

Pero esa historia comenzó a desmoronarse hace tres semanas con el descubrimiento de que las inspecciones a Parchin fueron parte de un acuerdo lateral secreto entre la AIEA e Irán—no entre Irán y los seis países negociadores. El Secretario de Estado, John Kerry, ha dicho que no ha leído el acuerdo paralelo, aunque su negociadora adjunta, Wendy Sherman,  dijo a MSNBC que ella “vio las partes del documento” pero no pudo retenerlas. El Director General de la AIEA, Yukiya Amano, ha dicho a los miembros del Congreso norteamericano que está obligado por el secreto y no puede mostrarles los acuerdos paralelos.

Ese secreto debe ser inaceptable para el Congreso—aún más después del despacho de la AP. El servicio noticioso dice que ha visto un documento nombrado “Acuerdo Separado II.” El documento dice que Irán proporcionará fotos y lugares que la AIEA dice están vinculados al trabajo de armas de Irán, “tomando en cuenta las inquietudes militares.”

En otras palabras, ahora se confiará en que el país que mintió durante años acerca de su programa de armas nucleares confiese esas mentiras. Y se confiará en tal grado que éste puede limitar sus auto-inspecciones para que ellas no planteen “inquietudes militares” en Irán.

Tengan en cuenta que el acuerdo paralelo ya excluye un rol de Estados Unidos, y que la AIEA carece de cualquier medio para aplicar su acuerdo lateral, ya que no tiene forma de imponer sanciones para las violaciones. Irán ya ha descartado cualquier rol para los nacionales norteamericanos o canadienses en los equipos de inspección.

¿Por qué no eliminar el intermedio de la AIEA y permitir simplemente que Qasem Soleimani, el jefe de la Fuerza Quds de Irán, firme una declaración jurada personal?

El informe de la AP no había sido contradicho por nuestra fecha límite el miércoles, y un portavoz de la Casa Blanca dijo a AP que Estados Unidos está “confiado en los planes técnicos de la agencia para investigar las posibles dimensiones militares del antiguo programa de Irán.” Eso suena como una confirmación.

Las noticias plantean dudas adicionales acerca de un pacto nuclear que ya está goteando credibilidad. El acceso irrestricto a Parchin es crucial para comprender el trabajo nuclear anterior de Irán, lo cual es esencial para comprender cuán cerca ha llegado Irán de obtener la bomba. Sin ese conocimiento es imposible saber si Irán realmente está a un año o más de distancia de tener la bomba, que es el período de tiempo que  Kerry dice está integrado dentro del acuerdo. Anteriormente este año, el Presidente Obama firmó el Acta de Revisión del Acuerdo Nuclear con Irán, donde se  dice que el Congreso debe recibir todos los documentos relativos al acuerdo, incluyendo cualquiera “en que se ingrese o hecho entre Irán y cualquier otra parte.” Eso tiene que querer decir la AIEA.

Dicho sea de paso, la referencia en el documento de la AIEA al “Acuerdo Separado II” sugiere que puede haber más de un acuerdo paralelo. El Congreso debe insistir en ver cada uno de tales acuerdos paralelos o bien aprobar una resolución de desaprobación sobre el principio que no puede aprobar en forma posible un acuerdo cuyos términos completos no se le han permitido inspeccionar siquiera.

Mientras tanto, continúa construyéndose la oposición bipartidista en el Congreso. El demócrata por New Jersey, Robert Menéndez, se convirtió el martes en el segundo demócrata del Senado en oponerse al acuerdo, luego de algunos anuncios de los republicanos Jeff Flake (Arizona) y del Presidente de Relaciones Exteriores, Bob Corker. El Sr. Flake en particular estuvo inclinado a apoyar el pacto, pero fue presionado por el Presidente.

“Para mí, la disposición de la Administración a olvidar un elemento crucial del trabajo de armas de Irán—pasado y presente—es inexplicable,” dijo el Sr. Menéndez al explicar su oposición. “Nuestra disposición a aceptar este proceso en Parchin es sólo exacerbada por la incapacidad de obtener inspecciones en cualquier momento y en cualquier lugar, lo que la Administración siempre celebró como uno de esos elementos esenciales en que insistiríamos y podríamos confiar en cualquier acuerdo.”

La oposición del público también está creciendo. Y aumentará a medida que los norteamericanos se enteren que las inspecciones del acuerdo incluyen creer en la palabra de Irán sobre su trabajo previo sobre armamentización en su sitio más crucial de armas nucleares.

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México