ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Este domingo 30 de agosto, Luis Rubio presentará, a las 18:00 horas, en Bet El, su último libro titulado: “Una Utopía Mexicana: El Estado de derecho es posible”

Para darnos una idea de la dimensión del personaje que visitará las instalaciones de la Comunidad, recordemos que Luis Rubio es Presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC), institución independiente dedicada a la investigación en temas de economía y política. En 1985 recibió el premio APRA al mejor libro. En 1993 el Premio Dag Hammarskjöld y en 1998 el Premio Nacional de Periodismo en Artículo de Fondo.

Rubio es un prolífico comentarista sobre temas internacionales de economía y política, escribe una columna semanal en Reforma y es editorialista frecuente en The Washington Post, The Wall Street Journal y Los Angeles Times. Es miembro del consejo de dos familias de hedge funds, de Empresas ICA y de la Afore Banamex y es parte del Consejo de la Fundación Tinker. Fue miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y es miembro de la Comisión Trilateral. Es autor y editor de cuarenta y cinco libros.

ENLACE JUDÍO ¿Cómo defines  Utopía?

LUIS RUBIO Esel estado ideal del hombre desde Tomás Moro con su libro “La Utopía”. Un escenario, una posibilidad, una oportunidad que uno imagina, pero que no es posible. Pero podríamos acercarnos a ello.

EJ ¿Qué te llevó a escribir éste libro?

LR Es una travesura, una secuela de otro libro que escribí sobre los veinte años del TLC (Tratado de Libre Comercio) en donde analicé cuál es la lógica política del gobierno mexicano para realizar y negociar ese tratado. El objetivo era darles certidumbre política a los inversionistas de que no habría regulaciones caprichosas. No habría expropiación sin causa, que habría procedimientos legales apropiados  para resolver cualquier diferendo con los inversionistas. Es decir, el modelo mexicano aceptó voluntariamente amarrarse  las manos para no violar las reglas del juego que existían en ese momento para fines de inversión extranjera. Analizando sobre esto me puse a ver por qué solo para los inversionistas extranjeros y no para los mexicanos, justamente por eso escribí este libro.

EJ ¿Crees que el TLC ha sido  benéfico para México?

LR Es el principal motor del crecimiento de la economía mexicana, si no existiera el tratado la economía mexicana estuviera en quiebra, pero se le ha sacado mucho menos jugo del que se le hubiera podido sacar. No ha habido políticas publicas apropiadas para hacerlo mucho más benéfico para mucha más gente en el país, sin el tratado el país estaría atorado en todo

EJ ¿Consideras que el TLC afectó a muchas empresas mexicanas?

LR A muchas empresas mexicanas les ha ido mal por la apertura de la economía, no tiene nada que ver con el tratado, tiene que ver con algo que ocurrió desde el año 85, el tratado es del año 94. Lo que se hizo fue liberar las importaciones, esto provocó mucha competencia a la economía mexicana, la mayor parte ha afectado a empresas mexicanas, muchas empresas de la comunidad judía son típicamente las que compiten con Taiwán, Corea y otros países. Pero no son las que compiten con Canadá y Estados Unidos. No hay un efecto tan significativo con el tratado, sí con la apertura. La razón de ello es que la industria mexicana que se ha visto afectada no quiere, no puede, o no ha sabido adaptarse a la competencia. Mucha ha desaparecido o no tenía posibilidad de existir. No olvidemos que México venía de ser una economía cerrada, donde no había competencia significativa, o había poca, que era interna. Yo creo que ha habido una incapacidad total del sector mexicano de adaptarse y una indisposición del gobierno de crear políticas públicas para ayudar a que la industria mexicana se adapte.

EJ ¿Cómo le ha ido a otros países con el TLC?

LR La Unión Europea ha sido el mecanismo por el cual ha resuelto problemas políticos importantes, es el mecanismo que le ha permitido a los países desarrollarse y avanzar su infraestructura para ser más parecidos a los países exitosos de Europa. El euro ha complicado la situación en muchos países, sobre todo en los que no hicieron su chamba, como mucha de la industria mexicana, España, Portugal, Italia y sobre todo Grecia.  Lo que hacen los diferentes tratados es crear marcos de referencia, reglas del juego que permiten funcionar. El tratado con Chile es exitosísimo, tanto para Chile como para México”

EJ ¿Qué opinión tienes de la retórica de los gobernantes que durante su campaña hacen promesas y al llegar al poder se olvidan de ellas?

LR Eso es la política. La diferencia entre los países que realmente son democráticos es que su sociedad tiene un grado de capacidad de exigirles que rindan cuentas. En países donde la distancia entre los gobernantes y los gobernados es tan grande como es en México, la capacidad de exigirles que rindan cuentas es muy pequeña. Las promesas del Presidente Peña Nieto, primero como gobernador y ahora como Presidente, fue la de hacer obras públicas y las está cumpliendo una por una. La pregunta es si esto es lo que México necesitaba. En Estados Unidos, donde los ciudadanos hablan a diario con sus congresistas o senadores, la capacidad de exigir es mucho mayor.

EJ ¿Por qué han quedado estancadas las reformas que instauró el gobierno de Peña Nieto?

LR No hay una sola explicación. Primero, son reformas de diversos niveles de profundidad. Son diez reformas que se hicieron con características muy diferentes. Son muchas juntas, algo que es muy peligroso, pues tiene la propensión de llevar a los que se oponen a una reforma, juntarse con los oponentes a otra y que esto se convierta en un bloque. Lo más importante es que el gobierno nunca pensó en las implicaciones de sus propias reformas. Nunca pensó que ya aprobadas había que llevarlas a la práctica. Es países donde la ley es ley, las reformas inmediatamente entran en operación y todo mundo se comienza a adaptar, no hay remedio. En un país donde la ley y la realidad es tan distante como es en México, lo que ha pasado es que se aprobó en papel pero no ha habido un cambio excepto donde los mercados funcionan por sí mismos. En el caso de la reforma más ambiciosa, que es la energética, tenemos ejemplos muy claros que donde no se afectan intereses se está comenzando a instalar grandes gasoductos que van a disminuir el costo del gas para la industria mexicana en una forma dramática en un par de años. En Pemex hay que afectar a la burocracia y a los sindicatos y nadie quiere entrarle.  En CFE está siendo mucho más rápido por tener un líder mucho más dinámico. Lo que no ha habido de parte del gobierno es una buena disposición para  llevar sus reformas a buen puerto”.

EJ ¿Qué opinas de la transición de 70 años del gobierno del PRI a un gobierno democrático?

LR Lo que pasó, y es más fácil decirlo en retrospectiva, primero que nada se eliminó por completo el monopolio del PRI, pero no el monopolio de los políticos. Lo que se hizo fue una reforma en el 96, donde se incorporó al sistema de privilegios a los tres partidos más grandes del país, PRI, PAN y PRD, la ley lo que hace es consagrar a los principales partidos en términos de dinero, curules plurinominales, eso no hizo que los partidos se acercaran más a la sociedad, sino que hubiera más participantes en la distribución de privilegios. No hay duda que tenemos un sistema electoral ejemplar, en el sentido que las casillas funcionan, se cuentan los votos. La administración del proceso es impecable, pero la capacidad de influir en la toma de decisiones no ha cambiado para nada. Lo que ha cambiado es que hay más gente en las calles gritando y demandando cosas. El gran problema de la transición mexicana en que nunca hubo un acuerdo en el punto de partida y mucho menos el punto al que se quería llegar”.

EJ ¿Qué opinas de que se han creado tantos nuevos partidos políticos, no confunden más al elector?

LR A mí lo que me gustaría hacer es que fuera más fácil la creación de partidos y la destrucción de partidos, las dos cosas. Hay los extremos, como en Israel o en Francia, donde se puede ir de un partido a otro, al mismo tiempo hace más difícil hacer la toma de decisiones, con eso se vuelve extraordinariamente  complicado. Los franceses corrigieron esa situación en los años 60’s separando la Presidencia del Parlamento. En Israel han elevado un coco el umbral de acceso al Kneset pero no lo han resuelto. Alemania lo ha resuelto más eficazmente, se puede crear un partido en veinticuatro horas, pero tiene que tener cuando menos un cinco por ciento del electorado. En México se ha hecho extraordinariamente difícil crear un parido, lo que hace que la gente no se quiera mover de un partido a otro, a menos como López Obrador, que ya tenía un arrastre importante. Tenemos un sistema de hace cincuenta años que  no está pensado en una sociedad dinámica.

EJ ¿Cómo ves las leyes en el país pensando en el futuro?

LR Las leyes en el país son en parte por una interacción política. Bismark decía: “El proceso de hacer salchichas es muy parecido a la ley; el que no quiera hacer salchichas que no se meta a la cocina”. Las leyes son siempre el producto de una negociación, no hay una ley pura e impecable. Sólo en tres o cuatro sociedades podemos ver leyes puras como la constitución estadounidense o la constitución española, donde hubo una serie de gentes ilustradas  que se pusieron de acuerdo representando todos los intereses de su sociedad en su momento, y crearon un documento integral muy limpio y coherente. Eso no es lo típico, lo típico es la constitución mexicana o la francesa, así son la mayoría. La leyes responden a las realidades de las sociedades, si no responden no sirven.

EJ La educación en México es un problema. ¿Cómo se podría solucionar?

LR La educación es un problema porque tenemos estructuras políticas que han tomado control del proceso educativo, por un lado sindicales y por otro la burocracia educativa. Por un lado federal, pero también a niveles estatales, que han privilegiado los procesos de esos grupos en lugar de enfocarse a los temas de la educación. No hay que olvidar que la educación en México fue diseñada dentro de los contextos políticos que existían en el viejo sistema priista de los años 40 y 50, en el que el objetivo era controlar a la población y la educación era un mecanismo a través del cual se vendía ideología y control político. Habrá que crear una disposición política para los cambios, aun golpeando intereses políticos. En México se gasta más que el producto interno bruto, mucho más que en países muy exitosos, pero el rendimiento de esas inversiones es patético. Este es un reto fenomenal para el país que solo se podrá hacer con un liderazgo político dispuesto a batirse con los grupos de interés.

EJ ¿Qué opinas de las manifestaciones que se realizan en todo el país, que van en contra de los derechos de la mayoría de los ciudadanos?

LR Lo que hace una manifestación es obligar a los gobernantes a tomar decisiones. Como el sistema de gobierno es tan distante de la población en general, eso hace imposible que un ciudadano por las vías civiles pueda comunicarse con su representante o su senador teniendo una respuesta por este medio, entonces los ciudadanos utilizan las manifestaciones para lograr un cambio y ser escuchados. Como el gobierno negocia, paga, cede ante las manifestaciones, es gran incentivo para seguirse manifestando. Por supuesto que afecta a los intereses de todos los demás sectores de la sociedad, pero es absolutamente lógico. Si uno quiere obtener beneficios es la mejor manera de lograrlo”