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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

La firma del acuerdo nuclear entre el G5+1 (Gran Bretaña, China, Francia, Alemania, Rusia y EUA) el 14 de julio pasado, ha provocado un intenso debate en los medios políticos de EUA, Israel y en diferentes naciones de la Unión Europea e incluso en Arabia Saudita y otras economías del Golfo Pérsico.

Quienes apoyan el acuerdo consideran que éste fue la mejor opción para evitar que Irán prosiguiera con su programa nuclear con fines militares y que no se desatara una carrera armamentista en el Medio Oriente, así como un ataque de Israel y EUA a las instalaciones nucleares de Irán; adicionalmente la eliminación de las sanciones económicas y financieras que Occidente aplica a Irán desde el 2006, aliviará la difícil situación que experimenta Irán, en virtud de que ello le representará un flujo estimado de 100,000 millones de dólares. En este ámbito, el Presidente de EUA, Barack Obama, para justificar el acuerdo, ha indicado en repetidas ocasiones, que la otra opción al mismo es la guerra.

Por otra parte, quienes se han opuesto al acuerdo piensan que Irán accedió a su firma como un ardid para ganar tiempo para fabricar armas nucleares. En este sentido, el Partido Republicano de EUA y la mayoría de sus simpatizantes, consideran el acuerdo “como una decisión desastrosa”; los argumentos de Irán en relación a que el desarrollo de su programa nuclear es con fines pacíficos, es una farsa, sobre todo  al tener presente que las autoridades iraníes no se comprometieron a desmantelar la infraestructura crítica que finalmente le permitiría producir armas atómicas; asimismo, las restricciones impuestas a su programa nuclear estarán vigentes por un periodo de 10 a 15 años, sin embargo, tiene “rampas de salida después de ocho años”, o antes, si Irán decide no cumplir con sus compromisos, en virtud de que secretamente pudiera fabricar bombas atómicas.

También preocupa el informe de la Associated Press (AP) respecto a la existencia de un acuerdo secreto entre Irán y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que permitiría a Irán emplear a sus propios inspectores para investigar la planta de Parchin, que al parecer es utilizada para la investigación y desarrollo de armas nucleares. La AIEA ha buscado acceso a Parchin durante más de una década; el G5+1 no participó en el supuesto acuerdo elaborado por esa Agencia e Irán; aunque fue ratificado por las potencias mundiales luego que la ONU informó sobre el mismo. Se ha señalado que la AIEA garantizará la autenticidad técnica de las inspecciones.

El Viceministro de Relaciones Exteriores de Irán y uno de los principales negociadores del acuerdo nuclear, declaró que las inspecciones internas a las instalaciones solo se podrán llevar a cabo bajo la aprobación del Ministerio de Inteligencia de la República de Irán.

Israel ha exigido que se publiquen todos los acuerdos secretos entre la AIEA e Irán, en relación a esto último el director general de la Agencia ha dicho a miembros del Congreso de EUA que por la secrecía no puede dar información sobre el acuerdo paralelo. Cabe destacar que la AIEA carece de cualquier medio para aplicar un acuerdo lateral, ya que no tiene forma de imponer sanciones a Irán en caso de que este viole las disposiciones estipuladas en el acuerdo nuclear del 14 de julio pasado.

El Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu (BN) anticipó que el acuerdo nuclear con Irán “dará lugar a una guerra y a una pesadilla de armas nucleares en la región”; a la vez consignó que en lugar de eliminar las sanciones económicas a Irán, se las deberían de incrementar para presionarlo a que desista de su programa nuclear con fines militares. Por su parte, altos mandos militares de Israel han expresado que están preparados para una guerra contra Irán; de hecho en el pasado reciente habían planeado atacar las instalaciones nucleares de Irán. El ex ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak (EB), lo confirmó el 21 de agosto pasado en una grabación transmitida por el noticiero del canal 2 de Israel en la que afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) estuvieron a punto de atacar las instalaciones nucleares de Irán entre el 2010 y el 2012. De acuerdo a EB, el primer ataque fue aplazado cuando en aquél entonces el Jefe del Estado Mayor de las FDI, Gabi Askenazi; dijo que las FDI no estaban preparadas para atacar a Irán. Cuando fue reemplazado por Benny Gantz, este señaló que el Ejército estaba listo; así, la propuesta fue sometida a un grupo restringido de ocho ministro encargados de decidir sobre temas de seguridad, empero, dos miembros la rechazaron. Desde entonces las capacidades de las FDI han crecido notablemente; sobre todo con el sistema de defensa antimisiles como la Cúpula de Hierro.

En este marco, Irán no ha dejado de manifestar sus intensiones de destruir al Estado Judío y de hacer repetidos llamados para la conquista de Jerusalén. Irán ha expresado que más de 80,000 misiles caerán sobre Israel en caso de que este último decida atacar a Irán para detener su programa nuclear. Irán ha abierto un frente contra Israel en las alturas del Golán; un creciente número de Yihadistas han llegado a la zona cercana fronteriza de Siria con Israel. Irán está aumentando su apoyo a la organización terrorista Hezbolá con sede en Líbano para intensificar la guerra civil en Siria y acrecentar los atentados contra Israel.

En Israel ha causado inquietud el nuevo misil tierra-aire de largo alcance de Irán, Fateh 313, que posiblemente será suministrado a Hezbolá y “que puede alcanzar con precisión cualquier sitio de Israel”. Paralelamente, fuentes de la Autoridad Palestina (AP) afirman que Hezbolá está reclutando células de las Brigadas de Mártires de Aqsa para establecer una red palestina de terroristas en Judea y Samaria a fin de que cometan atentados contra Israel, y a la vez desafíe a la AP. Igualmente, Irán ha reforzado la ayuda a Hamás que gobierna en la Franja de Gaza para realizar ataques a Israel y para ayudarlo a gobernar en Cisjordania.

Por lo pronto, Irán empieza a cosechar los primeros frutos de la firma del acuerdo nuclear; el pasado 23 de agosto Gran Bretaña reabrió su embajada en Teherán, inicialmente a nivel de encargados de negocios, y restablecer a embajadores en los meses próximos. El Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, comentó que es demasiado temprano para hablar de la reapertura de embajadas con EUA. Mientras tanto, funcionarios públicos y hombres de negocios de diferentes países de Europa están visitando Irán para fortalecer lazos políticos y aprovechar el potencial del mercado iraní.