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 Israel proporciona apoyo emocional y físico, cuatro meses después del terremoto.

Tras el terremoto devastador del 25 de abril en Nepal, organizaciones de todo el mundo se movilizaron para proporcionar refugio, alimento y agua. Cuatro meses más tarde, siguen habiendo réplicas y los monzones desatan deslizamientos. Pese a estos desafíos, Nepal continúa el proceso de recuperación con la ayuda de organizaciones israelíes y otros grupos internacionales.

El JDC, un grupo judío estadounidense, es una de las organizaciones israelíes que siguen suministrando ayuda, además de Natan e IsrAid, que se ocupan de la rehabilitación emocional. Tevel B’Tzedek, ha ampliado su labor para suministrar ayuda en desastres y trauma.

Estas organizaciones se dedican a crear conexiones con líderes nepalíes, proporcionando las herramientas y el conocimiento necesario, para que puedan hacer los ajustes culturales apropiados en sus propias comunidades.

Yoav Ben Bassat, un voluntario de Natan, quien trabajó hace cinco años con Tevel B’Tzedek en Nepal, señaló que la rehabilitación emocional de los nepalíes está influenciada por visiones budistas.

“Lo que aprendemos sobre el trauma en el Oeste es diferente de como se percibe en el Este y en el tercer mundo particularmente,” explicó Ben Bassat. “En occidente, cuando tratamos el trauma, nos referimos a emociones y cognición, mientras que en Nepal se habla del cerebro del corazón y el cerebro de la mente.

“En occidente, después de un trauma, se acepta que la persona tal vez no vuelva a su rutina de inmediato y se sumerja en la depresión. En lugares del tercer mundo como Nepal, no se dan el lujo de hacer esto. También se siente mucha más fuerza desde el interior de sus comunidades,” agregó.

De lo físico a lo psicológico

Al igual que muchas otras organizaciones, las dos primeras misiones de Natan fueron dedicadas a proporcionar apoyo médico. Su tercera y cuarta misión también incluyen terapeutas de arte y trabajadores sociales, que trabajan con el personal local enseñándoles a reconocer los signos de trauma emocional y el desarrollo del niño.

Durante una de sus misiones, Natan trabajó con voluntarios de Hapoel Tel Aviv que jugaron fútbol con los niños de la zona, mientras que el personal realizaba talleres para maestros.

La quinta misión de Natan concentró sus esfuerzos en Katmandú, impartiendo programas universitarios en los departamentos de psicología y trabajo social y para el personal de la policía.

Aquí es donde la metodología de “entrenar a otros entrenadoresdio sus frutos, ya que la misión más reciente ofreció un retiro de tres días para líderes y profesionales de las afueras de Katmandú. Los líderes de la comunidad nepalí que habían participado en previas sesiones de entrenamiento, organizaron muchas de las actividades.

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Respuesta, Recuperación, Desarrollo

Además del apoyo psicológico, se requiere ayuda en la construcción de estructuras semipermanentes y permanentes para los próximos años. El JDC está cooperando con ingenieros de la India para examinar las necesidades de las aldeas y asesorar a los residentes a no construir en áreas propensas a deslizamientos de tierra.

Un problema importante es que no se puede construir durante la temporada de monzones, por lo que todos los planes están en espera hasta que las lluvias se terminen a finales de septiembre.

De todas maneras, la construcción de estas viviendas lleva su tiempo y las familias necesitan protección inmediata.

El gobierno nepalí proporcionó 1,500 rupias, o aproximadamente 150 dólares a cada familia para una estructura provisional. Esto alcanza para una hoja de estaño corrugado o una lona para cada cinco personas.

Según la ONU, aún se requiere alimento para 1.4 millones de personas y alojamiento para otro millón. Más de 2.5 millones de habitantes carecen de agua potable y saneamiento.

Los grupos de ayuda también están luchando para que los nepalíes puedan volver a su rutina normal. La mayoría de las escuelas reanudaron sus actividades en junio, cerca de seis semanas después del primer terremoto. Reuters informó que más de 32,000 aulas fueron destruidas, por lo que muchos niños estudian en estructuras provisionales.

JDC se ha enfocado en ayudar a los alumnos de secundaria a prepararse para sus exámenes de matriculación para que puedan continuar sus estudios.

Otra cuestión elemental es la falta de recursos. “Después del primer mes, las donaciones se terminaron, ya que el tema no se encuentra en los encabezados y la gente piensa en otras cosas. Incluso antes del terremoto, Nepal era uno de los países más pobres del mundo. Esto les retrasa decenas de años,” señaló Ben Bassat.

Ben Bassat dijo que no espera que Natan trabaje en Nepal para siempre. La idea es proporcionar las herramientas necesarias para que los sobrevivientes puedan utilizar sus propios recursos y actuar por su cuenta. Muchos ya han empezado a reconstruir estructuras de bambú y a preparar el terreno para futuras cosechas luego de haber perdido la esperanza.

Fuente: Times of Israel/ Traducción: Esti Peled

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