SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Una sala de música única e ingeniosa en el Centro de Rehabilitación Grabski en Migdal Haemek permite a los residentes del centro de cuidados, algunos de los cuales esn atados a sillas de ruedas incapaces de mover sus brazos o piernas, tocar instrumentos y crear música propia.

Crédito de la foto: Michel Dot Com
Rika Bider en el Centro de Rehabilitación de Migdal Haemek. Crédito de la foto: Michel Dot Com

Una iniciativa única e ingeniosa podría lograr una mejora significativa de la calidad de vida de los pacientes que sufren de esclerosis múltiple, parálisis cerebral y otras enfermedades incurables. El Centro de Rehabilitación Grabski en Migdal Haemek donde 40 pacientes son atendidos con diligencia, ha decidido extender la alegría a través de una sala de música extraordinaria.

La sala de música permite a los residentes del centro de cuidados, algunos de los cuales están en silla de ruedas y no pueden mover sus brazos o piernas, tocar diferentes instrumentos musicales.

En toda la habitación se instalaron cámaras y sensores láser, conectados a ordenadores y pantallas.  “Cortando” el rayo láser con sus manos, o por medio de cualquier otro movimiento corporal capturado por la cámara, los pacientes pueden controlar los sonidos y crear una melodía computarizada.

La sala de música se inauguró el jueves en una ceremonia conmovedora a la que asistieron el alcalde de Migdal Haemek Eli Barda y muchos otros invitados.

Un residente cuya vida ha sido profundamente afectada por la sala de música es el mayor (en la reserva) Yoav Aharoni, de 48 años, de Jerusalén. Aharoni, un ex oficial del Cuerpo de Educación, está casado y es padre de dos hijas, una de las cuales es actualmente comandante en las Fuerzas de Defensa de Israel. Con una grúa especial, los cuidadores del centro trasladan a Aharoni de su cama a la silla de ruedas. En la sala de música le encanta cantar en especial la canción del cantante israelí Shlomo Artzi “Melej Haolam” (Rey del Mundo).

“Me hace sentir bien cantar. Me encanta, y en la sala de música me lleno de felicidad”, dice.

Rika Bider, de 52 años, ex periodista, sufre de esclerosis múltiple y es tratada en el centro.

“Siempre me ha gustado la música”, dice, “incluso viajé a ver conciertos en Inglaterra. Desde que la enfermedad se propagó por todo mi cuerpo he estado en desventaja, y ahora, de repente, no sólo puedo escuchar música sino que también puedo crearla y bailar en mi silla de ruedas con el sonido de la música que yo misma creo”.

Al hablar en la ceremonia de inauguración, el jueves, Barda dijo “Desde hace muchos años Migdal Haemek ha recibido beneficios fiscales para el centro Grabski. Se ha creado un vínculo muy estrecho entre la empresa que gobierna el centro, la fuerza de voluntarios de la ciudad y los estudiantes que vienen como voluntarios y proporcionan ayuda de forma permanente.

El centro de atención se estableció con la ayuda y el apoyo de la municipalidad, derivada de un enfoque de la sensibilidad hacia una población especial”.

Fuente: Israel Hayom / Danny Brenner

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