Como es costumbre, la noche del sábado anterior a Rosh Hashaná se realizó el ritual de Selijot (Perdones) en Bet El.

Según la tradición Ashkenazí, se lleva a cabo Selijot todos los días desde el sábado anterior al inicio del año judío.

ELENA BIALOSTOCKY  PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO- Selijot son, en un sentido amplio, los oficios de oración y las piezas litúrgicas que piden clemencia divina por las faltas cometidas por los Hijos de Israel. La lectura de las Selijot es asociada a los días temibles.

El concepto de Selijot está basado en la Hagadá (leyenda) Taná de Ben Eliyau Zuta, en la cual se relata que el Rey David estaba preocupado por la pregunta “¿Cómo puede el pueblo de Israel ser perdonado por sus pecados?” D-os contestó que si el pueblo de Israel se uniera y confesara sus pecados ante Él, siguiendo el orden de los rezos de penitencia, Él nos perdonaría.

En Rosh Hashaná estamos ansiosos de recibir el perdón de D-os. Por lo tanto, nos unimos y confesamos nuestros pecados antes del día sagrado. Es por eso que el sábado 5 de septiembre, terminando Shabat,  se llevaron a cabo los servicios de Selijot en la Comunidad Bet El.

Primero se sirvió un Kidush (bendición del vino) en el Salón Columnas, acompañado de una pequeña colación, mientras los fieles se reunían para comenzar los rezos.

Durante todo el año los rollos de las Torot están cubiertos por una vestidura azul o de colores fuertes; antes de las fiestas de Rosh Hashaná y Yom Kipur, es tradición en Bet El cambiarles la vestidura por un color blanco. Para ello se designa a las personas que cambiarán las vestiduras y quienes regresarán las Torot al Aron Hakodesh (armario para guardar los rollos de la Torá).

Estando todos los fieles ya presentes en la sinagoga, comenzaron los rezos de Selijot con la presencia del rabino Marcelo Ritner, acompañado por el Jazan Ari Litvak, junto con el Coro Shirati de Bet El.

Uno de los rezos que se leyeron fue el Salmo 130, que dice así:

Desde las profundidades Te llamo,
Señor, escucha mi ruego, atiende mi oración.

Escucha mi oración
El susurro de mis súplicas.

¿Quién podría vivir, Señor,
Si tú contaras cada pecado?

Pero el perdón te pertenece
Por eso te reverenciamos

Aguardo al Señor; mi alma lo Anhela.
Con esperanza aguardo Su palabra.

Abundante es Su poder de redención;
Que redima al pueblo de Israel de todo pecado.

Al finalizar los rezos se realizó un servicio de Izkor (recordación) de todas las personas fallecidas desde el pasado Rosh Hashaná, descubriendo una placa en su memoria. El servicio terminó con el Kadish de Duelo.