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El relativismo moral es una herramienta clave utilizada para socavar los valores humanos. Este enfoque destructivo puede ser definido como “juicios morales que son verdaderos o falsos sólo en relación con algún punto de vista particular,  -por ejemplo, el de una cultura o de un período histórico – y que ningún punto de vista es singularmente privilegiado sobre todos los demás…. Se apoya e insiste  en que debemos abstenernos de emitir juicios morales sobre las creencias y prácticas propias de culturas distintas a la nuestra”.

 

MANFRED GERSTENFELD Y JAMIE BERK

Muchos utilizan el relativismo moral para acusar a Israel de supuestos “crímenes”. Las naciones a menudo lo hacen, mientras que blanquean su propio comportamiento que a menudo es de naturaleza similar a sus acusaciones contra Israel, o incluso mucho peor. Con frecuencia, también se ignoran o justifican elementos de la gran criminalidad inherente a gran parte del mundo musulmán. Esto puede incluir la discriminación racial, el abuso extremo de las mujeres, incluyendo los crímenes de honor, así como la esclavitud, la incitación y violencia de otro tipo, incluyendo asesinatos en masa.

Una vez que se acepta el principio de relativismo moral como legítimo, uno está en el camino a socavar estructuralmente la democracia y los valores humanos fundamentales. La aplicación de un doble rasero es una noción más amplia que la del relativismo moral. Este último tiene un fuerte enfoque en valores, mientras que la doble moral no necesariamente lo tiene.

Los relativistas morales justifican prácticas inmorales. Tales justificaciones pueden conducir a implementaciones extremas de relativismo moral, como equiparar los valores de los nazis con los de los aliados, indirectamente justificando el Holocausto.

La pieza central dentro del derecho internacional que se estableció para contrarrestar el relativismo moral es la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), adoptada en diciembre de 1948. El principal impulso para la redacción de la Declaración Universal era proporcionar normas jurídicas universales que no existían durante los horrores del régimen nazi. La DUDH también tenía la intención de prevenir un segundo Holocausto,  al declarar abusos extremos de valores, como los perpetrados por los nazis, inaceptables a nivel mundial.

Una abrumadora mayoría de las naciones miembros de la ONU votó a favor de la adopción de la Declaración Universal. Ocho naciones se abstuvieron y ninguno votó en contra.

El primer artículo de la Declaración Universal proclama: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos a los otros en un espíritu de hermandad ” Esto equivale a decir que todas las personas son igualmente responsables de sus actos. La DUDH fue convertida en ley internacional vinculante en 1976 y aceptar defender sus estatutos sirve como un requisito previo para que las naciones entren en la ONU.

A pesar de esto, las Naciones Unidas y sus diversos organismos afiliados proporcionan importantes ejemplos de relativismo moral. Esto es especialmente cierto en cuanto a las posiciones de la ONU con respecto a Israel se refiere. Delegados y agencias de la ONU a menudo optan por ignorar descaradamente los valores de igualdad proclamado por la Declaración Universal en su postura sobre Israel.

Una de las varias agencias de la ONU, donde se puede ver fácilmente el abuso regular del relativismo moral es el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH). En 2006, este organismo sustituyo a  la Comisión de Derechos Humanos. La perversión extrema de los valores que tienen lugar en estos organismos internacionales, en su mayor parte, a menudo resulta de las posturas adoptadas por los diversos estados musulmanes, que luego también son apoyados por otros.  A la vista de la multitud de ejemplos de la CDH, que son de fácil acceso, se requiere un ensayo para hacer justicia a este tema. En este contexto, sin embargo, un ejemplo reciente puede servir para ilustrar el problema.

En el verano de 2014, el CDH ha celebrado un debate sobre la “territorios árabes ocupados.” Esta sesión incluyó una súplica sincera de Rachel Frankel, la madre de Eyal, uno de los niños israelíes que fue secuestrado y asesinado por terroristas palestinos. La sesión se utilizó en gran medida, sin embargo, para culpar a Israel por la “ocupación” de Palestina.

Los representantes de otras naciones que tienen, han celebrado, están en guerra o pelearon sobre el territorio en disputa estuvieron presentes y criticaron a Israel. Etiopía declaró que Israel era culpable de ocupación. Sin embargo, después de esta declaración, ningún miembro del CDH mencionó la guerra de 1998-2000 entre Etiopía y Eritrea, donde murieron un estimado de 70,000-120,000 civiles y soldados. Esta guerra se inició debido a la ocupación de Etiopía de la región Badame de Eritrea.

Rusia también habló de la “indivisibilidad” de los territorios palestinos, sin embargo, actualmente está involucrado en numerosas disputas territoriales, incluyendo  los Estados Miembros de las Naciones Unidas,  Japón, Ucrania y Georgia. Marruecos y Argelia, que han ocupado tanto la región del Sáhara Occidental en disputa durante los últimos cuarenta y cinco años, expresaron declaraciones de condena a Israel por su ocupación de los territorios palestinos.

Aunque ha habido un número  mucho mayor de muertos por las disputas territoriales y ocupaciones mantenidas por estas naciones, las acciones de Israel se consideraron intolerables según estos relativistas morales. Durante las refutaciones no hubo ninguna mención de las disputas territoriales de estas naciones que hipócritamente atacaron a Israel, a excepción de una discusión entre un marroquí y representantes de Argelia sobre quién realmente tenía pretensiones sobre el Sáhara Occidental.

Para estos y otros países miembros del CDH, Israel es moralmente corrupto en su equivocadamente llamada “ocupación de Palestina”, mientras que sus propias ocupaciones ilegales de territorios, pueden ser pasadas ​​por alto bajo la condición de condenar a Israel.

En general, la gran cantidad de resoluciones contra Israel en el CDH es un indicador importante de su extremo relativismo moral. Ha habido más resoluciones del CDH contra Israel que contra todos los otros 191 países del mundo.

Aunque la carta de la ONU afirma que aboga por “los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad y no selectividad”, muy similar a la Asamblea General de las Naciones Unidas, este organismo dominado por los musulmanes para detener los peores abusos en el mundo musulmán. Los principios de universalidad fueron impugnadas por el CDH en 2008, cuando el mandato de la libertad de expresión, uno de los principios fundamentales de la DUDH, fue anulada por el Consejo de mayoría musulmana. Ahora, cualquier persona que “abuse” esta libertad, o “se  atreva a decir algo considerado ofensivo hacia sensibilidades islámicas” deberá ser reportada ante el Consejo.

Muchos más ejemplos de relativismo moral extremo  pueden señalarse, no sólo de la CDH, sino de otras agencias de la ONU como la UNESCO y la UNRWA, así como de las propias Naciones Unidas.