A pesar de que huyen de la guerra civil y las dificultades a las que se exponen para cruzar el Mediterráneo, los inmigrantes todavía tienen energía para atacar al Estado judío

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Refugiados sirios en un refugio cerca de Milan. (Rossella Tercatin/The Times of Israel)

MILAN – En un centro de acogida de migrantes cerca de la estación central de trenes de Milán, Mahmoud, de dos años de edad, duerme sobre una almohada en un pijama gris remendado, exhausto después de huir de Damasco hace un mes con sus padres y familiares.

Su viaje de pesadilla por el Mar Mediterráneo desde Libia se vio empañado por palizas, el hambre y la deshidratación, y el temor de ahogarse en aguas turbulentas. Sin embargo, a pesar de la crueldad de los contrabandistas de Libia, a pesar del sufrimiento infligido sobre ellos por su propio gobierno que los obligó a huir para salvar sus vidas, la familia de Mahmoud y otros refugiados sirios que conocí todavía ven a Israel como su verdadero enemigo.

“En primer lugar yo respeto todas las religiones, incluido el judaísmo … En Siria tenemos todas las razas y religiones que viven juntas, todos somos hermanos … pero Israel, Israel es el enemigo final, eso es lo que nos han dicho desde que éramos niños” dijo Adman, primo del bebé Mahmud, de 21 años, que estudió turismo en Siria. “Pero quiero subrayar algo: los judíos no son mi enemigo. Los Sionistas son mi enemigo”.

Adman se sorprendió de que estaba siendo entrevistado por una periodista judía, y, más aún, para un diario israelí.

Saltó.

“Wow, casi estoy temblando. Nunca antes había conocido a un judío”, dijo e hizo una pausa. “¿Por qué un periódico israelí está interesado en historias de refugiados sirios?”, se preguntó.


Se sorprendió cuando le hablé de los debates actuales en Israel en relación con la absorción de los refugiados de Siria, y cómo el ejército israelí estaba atendiendo sirios heridos en hospitales de campaña improvisados ​​cerca de la frontera.

A pesar de su sorpresa e interés, todavía me advirtió que no diga a los otros refugiados que yo era judía. “Algunos podrían reaccionar mal”, dijo.

Sentado con sus padres y hermano, Mais, de 21 años, es otro de los refugiados de Siria cuya familia también alberga un fuerte resentimiento hacia Israel.

“Israel es una potencia colonial, eso es todo. Robaron la tierra de los palestinos”, su madre Inaia no tardó en responder cuando se le preguntó su opinión sobre el tema.

Bajo su velo púrpura brillante, Mais sonríe dulcemente, algo cansada, pero aliviada de que el horrible viaje desde Siria hubiera quedado atrás.

“Nuestra casa fue bombardeada en tres ocasiones y el camino que mi hermano y yo solíamos tomar para ir a la universidad no existe más”, dijo. “No había futuro en Siria”.

La familia de Mais trató de huir a Egipto hace dos años, pero sin éxito.

“Queríamos estar en un país árabe amigo, sentimos que era importante. Pero nos trataron muy mal”, explicó su padre Imad, que trabajó en la producción de aceitunas de vuelta a casa en Idlib. “No podíamos trabajar, no podíamos hacer nada”.

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Mahmoud, de dos años, duerme sobre una almohada en un refugio de Milán después de huir de Damasco hace un mes con sus padres y familiares. (Rossella Tercatin / The Times of Israel)

Una mano que ayuda

A medida que la noche avanza, muchos refugiados se van a los refugios designados. Cada uno está provisto de una bolsa de tela de color naranja brillante de artículos de tocador y otros productos de primera necesidad de donantes y organizaciones.

Rima, de veintiocho años, trabaja para una de esas organizaciones – Arca, la ONG italiana elegida por el municipio de Milán para ejecutar el servicio de registro de migrantes. Desde 2013, Arca ha registrado y asistido a unos 87.000 inmigrantes, la mayoría sirios y eritreos.

Rima se trasladó a Italia desde Siria en 2004 con su familia, pero regresó de nuevo a Siria en 2009 debido a la crisis económica. Con el inicio de la guerra civil siria, volvieron a Italia.

Rima es veterana en el centro. Registra a los migrantes, bromea con ellos, escucha sus peticiones, traduce, habla por teléfono y organiza su alojamiento para pasar la noche en uno de los varios albergues habilitados en la ciudad.

“Desde el comienzo de la guerra he perdido un tío, algunos primos, un sobrino bebé. Por esta razón trabajar en este centro para mí es tan importante”, dijo. “Es lo único que puedo hacer por mi pueblo. Aquí todo el mundo podría ser mi familia. Su dolor es mi dolor”.

Cuando se entera de que estoy interesada en comprender qué piensan los sirios de Israel, duda, pero está dispuesta a participar.

“Para los sirios, Israel es territorio palestino”, explicó. “Los palestinos son nuestros familiares, nuestros amigos, nuestros vecinos, porque muchos de ellos huyen a Siria. Mi abuela paterna es palestina, dejó Haifa en 1948, cuando tenía 10 años”.

Pero, insistió en que ella no está de ninguna manera contra los judíos.

“Está escrito en el Corán, debemos respetar a los judíos”, dijo.

Preguntada por su punto de vista sobre la guerra en Siria, dice que la guerra terminará cuando Rusia e Irán dejen de darle armas al régimen, y América decidirá que han tenido suficiente.

Reconociendo el Holocausto

A sólo unos pocos cientos de pies de distancia del refugio que proporciona refugio temporal a los migrantes está el Memorial del Holocausto de Milan. Por lo tanto, es natural mencionar el Holocausto en la conversación.

“Sé sobre el Holocausto y cuando estuve en Italia siempre participé en las ceremonias del Día de los Caídos [en el Holocausto] en la escuela. Fue terrible”, dijo Rima. “En Siria, no lo estudiamos igual, es sólo un par de líneas en los libros de texto. Por eso quería saber más, y vi algunas películas sobre el tema, como ‘El Pianista'”.

Sin embargo, cuando le pregunté si estaría dispuesta a leer o explorar diferentes perspectivas sobre temas de Oriente Medio y el conflicto palestino-israelí, simplemente dijo: “En realidad no, no leo demasiado”.

Una reacción similar se produjo cuando hablé de la posibilidad de una solución de dos estados para israelíes y palestinos.

“No creo que los judíos deban tener un estado. Son una religión, no un pueblo”, explicó Rima. “Pueden ser judíos sirios, judíos alemanes, judíos italianos. Pero no creo que un estado judío tenga razón de ser”.

Fuente: The Times of Israel / Rossella Tercatin

Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

https://www.timesofisrael.com/for-syrian-refugees-in-italy-israel-remains-enemy-1/

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