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El Ministerio del Interior afirma que el convoy fue confundido con terroristas. Hay 12 muertos y 10 heridos.

 

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Al menos 12 personas de nacionalidad mexicana y egipcia fallecieron el domingo en el oeste occidental de Egipto y otras diez resultaron heridas después de que el Ejército egipcio atacara por error un convoy de turistas, según informó de madrugada el Ministerio del Interior egipcio en un comunicado oficial. Los soldados creyeron que el convoy pertenecía a la filial egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), con la que había librado duros combates durante los últimos días en esa misma región.

Las agencias internacionales cifraban en ocho los mexicanos muertos, citando a fuentes judiciales y de seguridad egipcias, pero el Gobierno mexicano continuaba el lunes por la mañana cifrando en dos los fallecidos. La canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu dijo que los mexicanos habían sido atacados con armamento aéreo.

 “Un equipo conjunto de la policía y el Ejército estaba persiguiendo a elementos terroristas en el área desértica de Al-Wahat y ha abierto fuego por error contra cuatro vehículos todoterreno con turistas mexicanos que se encontraban en una área restringida”, reza el comunicado del Gobierno egipcio. “No debían estar allí, no tenían los permisos necesarios”, ha insistido Rasha Azazi, portavoz del ministerio de Turismo. Sin embargo, fuentes de la compañía que organizaba el viaje han asegurado a medios locales que contaba con los permisos necesarios, y que el convoy no se salió de la ruta establecida.

El Gobierno mexicano ha reaccionado con celeridad, y el propio presidente Enrique Peña Nieto ha condenado a través de su cuenta de Twitter el incidente. En sus mensajes, el mandatario solicitó una “exhaustiva investigación” de lo ocurrido y afirmó que se incrementará en las próximas horas el personal diplomático en Egipto para atender a las víctimas y a sus familias. Por su parte, el ministerio de Interior egipcio anunció la creación de un grupo de trabajo para desvelar las circunstancias en las que se produjo el error fatal.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha señalado que el embajador en Egipto, Jorge Álvarez Fuentes, se ha entrevistado con cinco mexicanos heridos, que se encuentran estables. La cancillería asegura que se encuentra en proceso de identificar y confirmar el nombre de los fallecidos. El Gobierno egipcio informó en su comunicado que los heridos han sido trasladados al hospital Dar-al-Fuad, al oeste de El Cairo.

Durante los últimos días, se habían registrado en la zona occidental de Egipto, que limita con Libia, enfrentamientos entre tropas egipcias y militantes de la organización Wilayat Sina (Provincia del Sinaí), como fue rebautizado el grupo yihadista Ansar Bait al-Maqdis tras jurar lealtad al Estado Islámico el pasado invierno. Este grupo ha ido extendiendo su ámbito de actuación, antes circunscrito a la Península del Sinaí. En una de sus últimas acciones, el pasado agosto anunció la decapitación del croata Tomislav Salopek, un trabajador de una compañía petrolera secuestrado cuando volvía a El Cairo de una planta situada en el desierto.

La zona de Farafra, habitada por tribus beduinas, escapó al control del Estado después de la revolución del 2011 y se convirtió en uno de los principales puntos de tránsito del tráfico de armas entre Libia y Egipto. De hecho, varias fuentes no oficiales atribuyeron a las mafias el ataque contra un puesto de control del Ejército ocurrido en julio del 2014 y que se saldó con la muerte de 21 soldados.

Si bien no figura entre los principales puntos de destino turístico de Egipto, la zona desértica entre los oasis de Farafra y Dahla cuenta con paisajes de gran belleza que atraen a los viajeros que quieren explorar el país más allá de los circuitos habituales. El trágico incidente de ayer supone un nuevo golpe al atribulado sector turístico egipcio, uno de los puntales de la economía del país árabe antes de la revolución, y que no ha podido todavía recuperarse a causa de la interminable retahíla de acciones violentas que ha padecido el país en el convulso periodo posrevolucionario.

Fuente:elpais.com