En una entrevista al sitio de noticias Ynet, el saliente embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor, comenta sobre los cuatro años desafiantes en los que defendió los intereses de Israel mientras que la ONU discrimina injustamente al Estado judío.

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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Después de todo lo que he visto, el ataque terrorista en el supermercado kosher de París fue una gran sorpresa para mi,señaló con su voz de barítono. “Simplemente no lo podía creer. En enero de 2015, cuando tenemos un Estado, aún no podemos deshacernos del motivo recurrente, el antisemitismo. Pocos días después del ataque se celebró la primera manifestación contra el antisemitismo en la sede de las Naciones Unidas.

“Les dije a los embajadores que nosotros no necesitamos más monumentos a los muertos, sino promesas para proteger a los vivos. Hay quienes dicen que utilizamos demasiado nuestra ‘tarjeta de lucha contra el antisemitismo, y me pregunto si reducimos su significado si usamos ese término demasiado, pero ¿qué otro nombre se le puede dar?

¿El antisemitismo es especialmente notable en las Naciones Unidas?

“Hace 20 años me he dudado en definirlo como antisemitismo, pero hoy simplemente no puedo explicarlo por la política solo. En 1975 surgió la resolución del “sionismo es racismo” y sólo 16 años después fue revertida, pero la demonización y la deslegitimación de Israel es algo que está profundamente incrustado en la ONU hasta hoy en día. Existe una discriminación institucional contra Israel que en muchos aspectos es ahora más intensa que nunca.”

¿Cómo se da?

Se expresa en todas las áreas. La ONU ha adoptado 20 resoluciones contra Israel, una contra ISIS, y una contra Siria. Nadie puede justificar esto. Tomemos como ejemplo la Conferencia Mundial sobre la Mujer que se celebró en marzo. Un evento festivo con los representantes de los 193 Estados, con el objetivo de dialogar sobre el empoderamiento de las mujeres. Al final de la conferencia se decidió reprender a un país por su trato a las mujeres. No a Arabia Saudita, a Irán, o a Afganistán, sino a Israel. ¿Entre todos los países se reprende precisamente a Israel por el tratamiento a las mujeres?

En otra ocasión la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó una votación y decidió que Israel es un ‘riesgo para la salud en el Medio Oriente. ¿Israel es un riesgo para la salud? ¿Cómo? ¿De dónde? Uno escucha esas declaraciones y dice ‘wow’. El cuarto artículo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU trata de los abusos en materia de derechos humanos en todo el mundo. El séptimo artículo menciona a un país solamente. Cuando pregunto irónicamente si no somos lo suficientemente buenos para unirnos al grupo de Siria, Libia e Irak, no recibo respuesta alguna.

¿Acaso la institución cuestiona el derecho de Israel a existir?

“Yo no iría tan lejos, pero cosas increíbles están sucediendo. Hay sitios oficiales de la ONU donde aparecen convocatorias para boicotear productos israelíes. A veces las palabras fallan. Hemos callado por muchos años, pero esto ha cambiado y creo que tiene un efecto. Más y más personas me dicen ahora que han exagerado, que hay otros problemas en el mundo.”

¿Habría una diferencia si se solucionara el conflicto con los palestinos?

“No. Creo que el tema es importante para nosotros como Estado, para nuestro futuro, para resolver el problema con los palestinos, pero la resolución del conflicto no afectará a la ONU, en absoluto.”

Parodia o tragedia

A finales de septiembre, Ron Prosor hará sus maletas, abandonará Central Park, los partidos de la NBA, y la intensa vida de Nueva York, luego de concluir su mandato como décimo sexto embajador de Israel ante la ONU.

Prosor pondrá fin a cuatro de los más difíciles años como embajador en una institución cuya relación con Israel va de mal en peor. Cuatro años en los que la delegación israelí en la ONU dejó de estar a la defensiva.

El mandato de Prosor será recordado, entre otras cosas, porque él es un hombre difícil de olvidar. Con su buena comprensión de la materia, sarcasmo mesurado, y gran afecto por destacar, Prosor se ha convertido en uno de los embajadores más populares en la sede de las Naciones Unidas, e incluso fue unánimemente elegido como vicepresidente de la asamblea general. Sin embargo, a veces se siente muy solo.

“La ONU es como una base de mando, desde donde se ve todo el mundo: 193 países son representados en un mismo edificio, y cada uno de ellos tiene sus propios problemas. Nosotros estamos en desventaja desde un principio, ya que sólo 87 países son democráticos y 22 son miembros de la Liga Árabe. Hay 57 países islámicos y 120 no afiliados. Todos los embajadores israelíes han lidiado con cuestiones difíciles, pero no cabe duda que los últimos años han sido muy duros. A veces me sentía como si fuese uno vs 100,” subrayó.

En un momento dado, Prosor comprendió que la pared contra la que golpeaba su cabeza había sido reforzada de una nueva capa de cemento.

“En 2012, experimentamos nuevas dimensiones tanto en las Naciones Unidas como en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Los palestinos recibieron el estátus de miembros observadores mientras participan en el terrorismo diplomático contra Israel. En tanto decían ‘no’ a docenas una serie de cosas, recibían un “sí” de la ONU y de su Consejo de Seguridad. Es el tipo de terrorismo que implementan en todas partes. Ellos tienen que impulsar su agenda, incluso en temas como los océanos y la selva tropical.”

La Operación Margen Protector llegó dos años más tarde y Prosor de pronto se vió obligado a proteger a Israel mientras estaba en guerra. La respuesta de la ONU fue especialmente frustrante. Y cuando él se enoja, se vuelve creativo. “En una ocasión, luego de que Hamas rompió el alto el fuego nuevamente, y la ONU lo ignoró una vez más, decidimos que respondería en la página de Facebook de la ONU como usuario normal.”

Entonces escribí: ‘Querido Secretario General: deseo presentarle a una organización llamada Hamas, es la misma que dispara cohetes contra nosotros.’ Si no conociese a la ONU, pensaría que esta es una parodia, pero es una tragedia.El post produjo miles de respuestas y acciones, creando mayor impacto que cualquier comunicado de prensa.”

“Cuando observamos que varios parlamentos del mundo reconocieron a Palestina como un Estado, ofrecí un discurso ante la ONU titulado ‘Yo Acuso’. Los miembros de la delegación me sugirieron no establecer un vínculo entre Emile Zola y Dreyfus. Yo respondí que lo único que tenemos es la verdad y debemos expresarla, independientemente de las reacciones.

Me levanté y dije: ‘Ustedes han establecido un estándar para las democracias, otro para las dictaduras, y otro para el Estado de Israel, que es imposible de cumplir.”. En ese momento me sentí muy orgulloso, ya que la gente reaccionó, empezaba a comprender que algo anda mal aquí. Dije a la audiencia que todos los días algunas personas tratan de sacarnos de la familia de naciones y debemos luchar contra ellas.

Parece como si estuviese tratando de limpiar las manos de Israel.

No es así, pero hay tanta incitación aquí que independientemente de nuestras opiniones, no es difícil defender Israel. Incluso el más grande de los izquierdistas se sorprendería al llegar aquí. La distorsión en contra de nosotros es casi una caricatura.”

Y aún así, me pregunto, ¿cuál es nuestro error?

“Yo realmente no recuerdo que hayamos hecho un error significativo en la ONU. Estamos luchando por nuestra existencia allí. No se trata de que hagamos algo para perjudicar nuestra posición en esa institución.”

¿Hay algo de lo que se arrepienta personalmente?

“No. Estoy muy orgulloso de lo que hemos hecho aquí en estos cuatro años. Hemos dejado claro que no iremos a ninguna parte, y que deben acostumbrarse a ello.

Fuente:Ynet/Tzipi Shmilovitz

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