Nadie lo dirá públicamente, pero la continuación de los combates en Siria mientras haya una autoridad reconocida en Damasco, permite a Israel a permanecer fuera del lodo

Bashar al Assad, presidente de Siria
Bashar al Assad, presidente de Siria

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – ¿Por qué precisamente ahora, después de cuatro años de guerra y más de 200.000 muertos, decenas de miles de suníes y sirios cristianos decidieron abandonar lo que fue Siria? 

La respuesta es que después del acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales alcanzado en julio, el eje chií de Irán, el presidente sirio Bashar Assad y Hezbollah se convirtió en el lado favorecido por Estados Unidos, dando luz verde a los sirios de que Assad no se va a ninguna parte y que la guerra no terminará

Esta dinámica política alterada, que estimuló la masa de sirios a abandonar su país, no es necesariamente una mala noticia para Israel. 

Evidentemente, que Europa esté preparada para absorber la oleada de refugiados ha animado a más gente a abandonar los campos de batalla en busca de un futuro mejor. Las imágenes de los refugiados llegando a las costas europeas muestran que entre ellos también hay partidarios de Assad de la milicia alauita minoritaria. Pero el acuerdo nuclear con Irán y el impulso diplomático que llevó su punto de atención a la continuación de la guerra y de la escalada militar rusa en el país también debe ser visto bajo esta luz. 

Los 28 aviones rusos situados en la base aérea en Latakia no cambiarán sustancialmente la situación en el campo de batalla y tampoco lo harán los 11 helicópteros de ataque ni los nueve tanques y los cientos de fuerzas rusas de élite que vienen con ellos. 

Ayudarán a Assad a preservar su régimen en una quinta parte de lo que fue Siria y tal vez ayuden con una nueva victoria en Idlib. Pero aunque los rusos aumenten su presencia y aunque Irán envíe otros cientos de combatientes de la Guardia Revolucionaria iraní, Assad no volverá a gobernar sobre la Siria del pasado.  

Los rusos y los iraníes miran al este con el fin de impedir que la amenaza ISIS llegue a Damasco. No llegarán a los Altos del Golán ni a la ciudad de Daraa, en la frontera jordana por lo que la principal preocupación para Israel será que la aviación israelí (FAI) evite las fuerzas rusas que operan en cielo y tierra. Esto es lo que se discutió entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y ​​el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú la semana pasada.  

Incluso antes de la reunión entre los líderes ruso e israelí, los rusos no dudaron en informar a los israelíes sobre su despliegue militar en Siria. Israel pidió que la reunión con los rusos se celebrara al más alto nivel con los Jefes de Estado Mayor de los dos países, y aunque la fuerza relativa de las partes puede describirse como de ‘un oso y una abeja,’ los rusos estuvieron atentos y comprendieron que había un interés conjunto de evitar malentendidos.

Netanyahu, el jefe del Estado Mayor y el jefe de la inteligencia militar explicaron a los rusos que el interés de Israel se encuentra en el área donde se desplegaron los rusos – en el ámbito mencionado en Israel en este momento como “Alawiteistan”, la zona bajo control de Assad. Es de suponer que durante la reunión las partes revisaron ataques militares pasados, atribuidos a Israel pero no admitidos públicamente. Israel pidió, y no por primera vez, que Rusia evite transferencias de armas a las que Israel se opone, pero la experiencia del pasado nos enseña que esto realmente no interesa a los rusos.  

Netanyahu y ​​los funcionarios militares dijeron a los rusos que existe la posibilidad de que Israel tenga que actuar en Siria y que era importante prevenir enfrentamientos no deseados. En el aire, el logro de esto es relativamente simple ya que cualquier avión puede transmitir una señal de identificación a los otros aviones en el cielo. Pero ¿qué pasaría si un avión israelí entra en el radar de una batería de misiles antiaérea rusa? Para esta posibilidad, se decidió que los subjefes del personal se reúnan en una semana para desarrollar un mecanismo de coordinación. 

Los recuerdos de la Guerra de Yom Kipur  

Muchas fuerzas aéreas están operando en Siria pero casi todas se concentran en la zona del país controlada por Estado Islámico. Ninguno de los grupos rebeldes, entre ellos ISIS, está operando aviones, por lo que un avión en el cielo de Damasco o Latakia o bien pertenece al ejército de Assad o a la Fuerza Aérea de Israel. Los israelíes pidieron a Putin evitar una situación en la que cañones antiaéreos rusos amenazan a un avión israelí, lo que requeriría o bien una maniobra evasiva, o peor, un ataque.

Oriente Medio es volviendo a los días de la Guerra Fría, pero con una diferencia fundamental: Ahora sólo hay una superpotencia. EE.UU. bajo el presidente Barack Obama realmente no intenta ser un actor regional y se lo ha traspasado al oso de Moscú, Putin, que sabe reconocer las oportunidades, es rápido para establecer los hechos sobre el terreno y operará ahora para preservar su terreno: dos puertos en el Mediterráneo y una base aérea que pueda utilizar.

¿Cuáles serán las consecuencias de una guerra regional entre sunitas y chiítas? La comunidad de inteligencia israelí está dividida sobre esta cuestión. Algunos creen que el acuerdo nuclear con Irán y la participación de Rusia en Siria estabilizarán a los chiítas y les darán una ventaja que les permitirá dictar la agenda regional en los próximos años. Otros creen que Irán y la alianza reforzada de Rusia con Assad sólo prolongará la guerra, y retrasará la caída de Assad en muchos años. Por lo tanto, estos acontecimientos no son necesariamente malos para Israel.

Cualquier otra alternativa parece mucho peor para Israel: la caída de Damasco en manos del Estado islámico o un territorio contiguo que une a ISIS en el este de Siria con sus partidarios en el sur de los Altos del Golán. Estos escenarios amenazan las fronteras de Israel y nos arrastrarían a un altercado no deseado en Siria.   

Si la participación de Israel en la guerra en Siria puede resumirse en pocas palabras, sería: Que no acabe. Nadie lo dirá públicamente, pero la continuación de los combates en Siria siempre y cuando haya una autoridad reconocida en Damasco, permite a Israel permanecer fuera del lodo y distanciarse de los enjambres de mosquitos que zumban alrededor.   

Cuarenta dos años han pasado desde que un pequeño número de soldados israelíes se paró frente a los muchos tanques sirios que invadieron los Altos del Golán. Estos soldados probablemente serán los últimos en ver tales escenas de invasión. El trauma que despierta cada Yom Kippur en toda una generación que experimentó esa terrible guerra es también, por tanto, una fuente de consuelo. 

Hasta 1973, Israel ganó batalla tras batalla, pero no logró arrancar de raíz el deseo de sus enemigos de seguir luchando. A pesar de la victoria de la Guerra de Yom Kipur, pero tal vez a causa de ella, su alto costo hizo que los vecinos de Israel entendieran que Israel no puede ser derrotado en el campo de batalla. Esta toma de conciencia condujo al entonces presidente egipcio Anwar Sadat a la paz y a la Siria de los Assad a una política de prudencia y de no injerencia.  

Parece que siempre tendremos que discutir las omisiones y las lecciones de la guerra que llevaron a la muerte de 2600 combatientes israelíes. Las guerras entre generales y los escritos sobre el Informe de la Comisión Agranat creada para investigar los fallos de la guerra continuarán llenando los suplementos de fin de semana de los periódicos. Pero desde una distancia de 42 años podemos mirar hacia atrás la guerra y ver un éxito rotundo: una victoria decisiva en el campo de batalla a pesar de haber sido amenazados al inicio y una victoria en el largo plazo que se hace eco de este día – que esta horrible guerra convirtió a Israel en un hecho innegable en Medio Oriente.   

Desde el 6 de octubre de 1973 ningún Estado u organización se ha atrevido o cree que puede desafiar la existencia de Israel. Es cierto que Israel todavía se ocupa de problemas de seguridad, pero también disfruta de la paz en dos de sus fronteras más largas y está libre de amenazas existenciales – un enorme logro obtenido por la sangre de los héroes caídos en la Guerra de Yom Kippur.  


Fuente: The Jerusalem Post / Alon Ben David

Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

https://www.jpost.com/Arab-Israeli-Conflict/May-it-never-end-The-uncomfortable-truth-about-the-war-in-Syria-419246

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