Alemania también absorberá probablemente a un número de palestinos como parte de sus políticas inmigratorias relajadas.
BENJAMIN WEINTHAL
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La creciente afluencia en Europa Central de refugiados de mayoría musulmana, con una cultura profundamente arraigada de antisemitismo letal, ha comenzado a sacudir a los líderes y periodistas judíos hacia una valoración de los peligros inherentes a la migración en masa.
Oskar Deutsch, jefe de la comunidad judía de Austria, emitió una advertencia en una columna la semana pasada en el diario Kurier, “Los cientos de miles de refugiados de Siria o Afganistán que están viniendo a Europa estuvieron expuestos, mientras crecían, a décadas de antisemitismo. El odio al judío, aprendido y promovido en las escuelas, diarios y redes sociales. Fue celebrado el terrorismo contra los israelíes -tal como los ataques islámicos contra escuelas judías, sinagogas y museos judíos en el Occidente.”
Deutsch advirtió además de combatientes del Estado Islámico que se hacen pasar por refugiados. Su preocupación está basada en la realidad europea; el Estado Islámico y combatientes afiliados a la Yihad han atacado y asesinado a muchos judíos europeos desde el año 2014. Por ejemplo, el argelino francés Mehdi Nemmouche, quien asesinó a tres personas en el museo judío de Bruselas, era un terrorista entrenado por el Estado Islámico.
“El antisemitismo latente entre muchos de los aproximadamente 20 millones de musulmanes puede brotar, como hemos experimentado lamentablemente muy a menudo en los últimos años”, dijo Deutsch.
En una columna la semana pasada titulada “¿Cuánto antisemitismo estamos importando en verdad?, Christian Ortner, un columnista popular de Viena, elogió a Deutsch por su honestidad intelectual, y advirtió que los refugiados están transportándose al corazón de Europa con “una muy probable fuerte dosis de antisemitismo, odio a los homosexuales y misoginia.”
“Acabamos de pegar sobre los carteles de ‘Je suis Charlie’ contra el terrorismo antisemita en el supermercado parisino carteles de ‘Bienvenidos Refugiados'”, agregó.
Israel está extremadamente consciente de la orientación antisemita y anti-occidental de muchos de los refugiados. Un diplomático de alto rango dijo a The Jerusalem Post que los cuidados médicos proporcionados a los sirios en el norte de Israel podrían ayudar a descontaminar el “ponzoñoso” clima anti-Israel condicionado por los regímenes del dictador sirio Bashar al-Assad y su padre.
En el número de Rosh Hashaná del diario judío alemán Judische Allgemeine, Juri Goldstein, vicepresidente de la comunidad judía del estado de Turingia, dijo, “Muchos [miembros de la comunidad] ven con temor los acontecimientos en Francia y ellos mismos recuerdan ataques contra instituciones judías en Europa. Pero todos ellos esperan, por supuesto, que eso no llegue a Alemania.”
Contrariamente a los deseos de la comunidad de Goldstein, los migrantes musulmanes alemanes han lanzado ataques feroces en suelo alemán. Por ejemplo, tres palestinos alemanes intentaron prender fuego a la sinagoga de Wuppertal en el 2014. Un tribunal dio a los tres hombres sólo condenas en suspenso, descartando el ataque como una protesta política que buscaba atraer ‘la atención hacia el conflicto de Gaza’ con Israel.
Alemania probablemente absorberá a un número de palestinos como parte de sus políticas de inmigración relajadas.
En un artículo en el Washington Post, Hisham Fares, un intérprete de origen libio, dijo de los refugiados en Viena: “He conocido palestinos que viven en campamentos en Líbano y ahora afirman que eran del campamento de Yarmouk en Siria. Muchos de ellos dijeron que tienen familia en Alemania y sólo utilizan esta situación para obtener finalmente asilo.
La mayoría de estas personas dicen que han perdido sus pasaportes.
Lo triste es que esos sirios que realmente están huyendo de la guerra serán los que paguen el precio.”
El receptor de los New York Yankees, Yogi Berra, quien falleció la semana pasada, comentó famosamente -‘Es difícil hacer predicciones, especialmente sobre el futuro.’ Lamentablemente, una predicción no es difícil de hacer: es probable que las cosas empeoren progresivamente para los judíos europeos en los próximos años.
Fuente: The Jerusalem Post
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México
